lunes, 30 de julio de 2012

La puta crisis, segunda parte.

En la primera parte de este artículo, publicado el otro día y que podéis leer pinchando aquí, esbocé a vuela pluma y sin entrar en pormenores ni datos contantes y sonantes -para no aburrir (más todavía) a los pocos lectores que tengo- las causas que habían llevado a España a la situación de crisis, ya no solo económica, si no también política y sistémica, en la que nos encontramos inmersos y de la que no hay ni el más mínimo atisbo de que podamos salir de ella en el corto y medio plazo, por muchos brotes verdes que se empeñaran en ver algunos de nuestros dirigentes políticos de los últimos años. Y digo que no saldremos de esta situación en el corto y medio plazo, primero, porque el gobierno y todos los encargados de manejar la cosa pública no saben ni por donde les vienen las andanadas de hostias que les están llegando, por tanto difícilmente las van a esquivar, y segundo, que difícilmente vamos a salir de ninguna situación putrefacta, con las mismas herramientas que nos han llevado a la situación esperpéntica en la que estamos. Para que todo el mundo lo entienda, los defectos y grietas del capitalismo, que no es que sean muchas, es que todo ello es una grieta en sí mismo, no se pueden arreglar con más capitalismo, al igual que un incendio no se extingue echando gasolina en el foco del mismo. Se pongan como se pongan, y digan lo que digan, sin una revolución que dinamite los cimientos y estructuras sobre las que se asientan la política y economía española, no solo no avanzaremos en pro de conseguir que la situación mejore, si no, todo lo contrario, seguiremos llenándonos de fango hasta que quedemos completamente fagotizados por el mismo. Pero todavía no toca dar algunas de las posibles soluciones, cómo no, desde lo polítcamente incorrectísimo, por tanto ciñámonos a la segunda parte de este artículo que no es otra que hacer un análisis crítico y sin complejos de la situación en la que nos encontramos imbuidos.

2.- La situación actual de la crisis en España.

Metemos en una olla a presión el despilfarro económico de las comunidades autónomas desde que éstas fueron consentidas vía Constitución endosada al pueblo español con calzador; las obligaciones que nos impuso la Europa de los mercaderes para que pudiéramos formar parte de ese "selecto club" de los países adscritos a la moneda única, pérdida de soberanía económica incluida; la burbuja inmobiliaria que a raíz de la liberalización del suelo y la desfachatez de banqueros de conceder préstamos hipotecarios a todo individuo que se acercara a pedirlos aprovechando los bajos tipos de interés establecidos por el Banco Central Europeo, fue in crescendo cual bola de nieve ladera abajo ; la transferencia de competencias como sanidad y educación, ya entrado el siglo XXI, que han acabado por asfixiar a las mal gestionadas autonomías; la llegada desproporcionada de inmigrantes legales e ilegales, que, por supuesto no nos pagarán las pensiones (vaya cuento intentaron endosarnos, ¡algunos hasta se lo creían!), y sí suponen una agujero negro para el estado de bienestar de los españoles, acaparando ayudas y más ayudas mientras los oriundos nos quedamos a verlas venir; y por último echamos en la olla la crisis financiera internacional, con la caída de Lehman Brothers (que fue el catalizador de la misma) incluida, le damos un poco de calor y...¡boooom!, explota y nos pilla a todos en fuera de juego, ¿o quizás no a todos?, porque recuerdo que desde hace años, muchos años, en algunos foros, insisto, nada correctos desde el punto de vista político y mediático, se viene advirtiendo de que esto estallará, pero los que aquéllo avisaban y los que nos lo creíamos, éramos y seguimos siendo unos totalitarios, unos fascistas o unos rojos terribles leninistas que queremos volver al primer tercio del siglo XX (de todo me han llamado, para unos soy un fascista irredento, para otros, un rojo con rabo y tridente incluido).

¿Y ahora qué?, pues ahora aquí estamos, soportando sobre nuestras más que maltratadas espaldas el peso de la irresponsabilidad de algunos. Y lo que más me indigna es que todo esto no es nuevo, no sé si será mi mente perversa, o el haber leído y releído la teoría del eterno retorno de Nietzsche, pero desde que el mundo desarrollado (o industrializado como se llamaba entonces) abandonó el viejo modelo de sociedad para dar paso al liberalismo político trayendo de la mano al capitalismo económico, se han sucedido, unas tras otra y de manera más o menos cíclica crisis económicas, si no tan brutales como la actual, sí con sus efectos devastadores para los de siempre, ¿para quién?, para los de siempre digo, ¡los que menos tienen!. Pero volvamos al presente, que no sé qué extraña manía tengo de liarme a escribir y al final acabar en algún lugar perdido de un cerro de Úbeda.
¿Qué coño es eso de lo que tanto se habla hoy en día llamado prima de riesgo?, fácil, la diferencia entre lo que paga España de interés en bonos a 10 años y lo que paga Alemania (país de referencia, al que se le supone solvente). Por ejemplo, si Alemania paga un interés de un 1% por su deuda, en vencimiento a 10 años, ojo, y la prima de riesgo está en 600 puntos básicos, España paga un interés del 7%, así de sencillo. ¿Y esto qué supone para España?, pues ni más ni menos que estar pagando un interés por su deuda ¡que ni los préstamos personales (que los bancos daban, sí, digo bien, daban porque ahora no sueltan ni un puto euro) tienen! y que llegará un día en que no podamos hacer frente a nuevos vencimientos de deuda, porque financiarse al 7 u 8% no hay dios que lo soporte. Dicen que cuando la prima de riesgo de un Estado alcanza los 600 puntos, es motivo más que suficiente para la intervención soberana del mismo, véase el caso de Grecia, Irlanda o Portugal, pero aaaamigos, con España no es tan fácil. Nadie se pone de acuerdo de cuánto dinero haría falta para un rescate total a España, 300.000.000.000 €, 500.000.000.000 €, ¡1 billón de euros!, ya me diréis quién es el guapo que se atreve a rescatar a nuestro país, y más, teniendo en cuenta que hay países que como Finlandia o Austria están hasta la mismísima punta de la polla de nosotros, cosa que no me extraña lo más mínimo, si estamos los ciudadanos... cómo no estarán dirigentes políticos y paisanos de países más serios que el nuestro.

Ya sabemos a qué se dedica el Banco Central Europeo, que no es más que un lobby confeccionado a la medida de la banca alemana. Evidentemente no funciona como banco central, que es lo que debería ser, si no que juega única y exclusivamente a favor de los intereses de Alemania en general y de la señora Merkel y sus socios liberales de gobierno en particular. No hay dinero para inyectar en los Estados, pero sí lo hay para darlo a un tipo de interés del 1% a los bancos, para que estos mismos bancos con su dinero fresquito recién salido de la máquina de hacer euros, compren deuda soberana a intereses del 5, 6 ó 7%., ¡vergonzoso!, ¿alguien me puede explicar porqué diantres seguimos soportando todo esto los ciudadanos?. Pero hay más, hace unos días se aprobó y se anunció a bombo y platillo por tierra, mar y aire (es decir, por prensa, radio y televisión) un préstamo de hasta 100.000.000.000 € para rescatar al sistema financiero español. ¡Qué contento estaba el señor Rajoy y sus ministros de Hacienda y Economía!, vaya tres patas para un banco, a cuál más imbécil. Aparte de que ese dinero tendremos que pagarlo los ciudadanos de nuestro bolsillo, de ahí los recortes de 65.000.000.000 € (y lo que queda) aprobados por el gobierno el otro día, ¡no servirá para nada!, y me explico. ¿Qué harán los bancos con ese dinero?, ¿pondrán dinero en circulación para que las pymes y empresas salgan del atolladero?, ¿ayudarán a familias con problemas económicos y que no pueden pagar su hipoteca, para que esta no sea ejecutada y se queden de patitas en la calle con una mano delante y la otra detrás?, ¿se invertirá en investigación, desarrollo e innovación para que España sea más competitiva y sirvamos para algo más que para servir paellas y tintos de verano?, ¿se pondrá a disposición del Estado para que vía economía expansiva se creen puestos de trabajo y se relance la economía? (son solo algunos ejemplos), ¡NO, NO y NO!. Señores, ese dinero que se le presta a los bancos españoles, no es ni más ni menos, que para que estos puedan hacer frente a sus pagos para con los bancos alemanes (principalmente), franceses e ingleses, que en su día les prestaron dinero a manos llenas para seguir inflando la burbuja inmobiliaria y ahora claro, ¡hay que devolverlo!. Y Merkel, siempre tan dispuesta a aumentar el músculo financiero de su país, no va a permitir que se quede ni uno solo de los recibos emitidos por sus bancos sin cobrar, por tanto, le dicta a su perro faldero, director del BCE, que hay que prestarle a España X dinero, éste se lo presta a un interés Y, los españoles ponemos el culo para que nos la metan sin vaselina, nuestros bancos reembolsan según les llega ese dinero íntegramente en los bancos alemanes para saldar su deuda y voilá, ¡jugada maestra!. El pueblo español pierde y la banca gana, como siempre vamos.

Pero tranquilos, no nos pongamos nerviosos. El problema hasta hace unos meses era el señor Zapatero, el bobalicón de sonrisa eterna, que bien por no tener ni puta idea (altamente probable), o bien por dejadez (tampoco lo descarto) había hecho que en España no confiara ni la madre que la parió. Pero ahí está nuestro salvador, el hombre que según pusiera su culo en el sillón destinado al presidente del gobierno en el Congreso de los Diputados, iba a devolver la confianza a los mercados (en lo que poca gente ha caído, es que la confianza da asco...). Elegido por mayoría absoluta, por obra y gracia de la santa ignorancia del pueblo español, que como voto de castigo a un inútil, pone a otro en el poder que lo supera con creces, ahí lleva unos meses recortando, recortando y recortando, ¿y qué?, ¡que los mercados se ríen de él y de toda su puta estirpe!. Es fácil de entender. Un niño llora, le das un caramelo, se lo come, llora de nuevo, le das otro, vuelve a llorar, y otro caramelo más y el niño tan contento, tiene una estrategia cojonuda mientras no se ponga límite. Con Rajoy y los mercados pasa lo mismo, los mercados piden, este energúmeno les da, vuelven a pedir, les sigue dando, siguen pidiendo, ¡les volvemos a dar!, ¿cuándo coño vamos a poner los huevos sobre la mesa y decir que se acabó?, que no se hace ni una puta reforma más para regocijo de la gran finanza internacional, al servicio de oscuros intereses que lo único que pretenden es desbaratar y destruir nuestros derechos laborales y nuestro ganado a pulso tras años de conquistas, estado de bienestar.

Mientras, más de cinco millones de parados, los índices de pobreza en aumento y llegando a límites desconocidos en España desde el final de la guerra civil, el estado de bienestar nos lo están desmontando poco a poco hasta que no queden ni las raspas, nos suben el IRPF, el IVA, el IBI, todos los impuestos directos e indirectos, bajan el sueldo a funcionarios y empleados públicos, cuando no se les despide directamente, bajan las pensiones, las ayudas a las personas dependientes, seguimos manteniendo una bolsa de inmigrantes que generan unos gastos inasumibles para el Estado en la situación actual y mientras los españoles, nosotros, los que nuestros padres y abuelos se han deslomado trabajando y levantando este país, España, y han cotizado toda su puta vida y nosotros seguimos cotizando (los que todavía tenemos esa suerte), tenemos que llevar a nuestros hijos a guarderías privadas porque en las públicas no hay plazas, ¡pero qué coño es esto!.
¿Y nosotros qué hacemos?, convocar una huelga general la cual secundamos cuatro gatos, invadir plazas y más plazas y levantar las manos como si fuésemos gilipollas pensando que con asambleas interminables donde se discute si quitamos o no quitamos el primer grado penitenciario (sí, sí, que he asistido a algunas y se discutían mamarrachadas y zarandajas de ese estilo) vamos a solucionar algo, cortamos calles, golpeamos cacerolas, ollas y todo tipo de menaje, tocamos bombos y platillos y bailamos al son de los mismos en manifestaciones convocadas por gentes que forman parte del sistema (véase CCOO y UGT) y luego, ¡a tomar cañas como recompensa por el trabajo bien hecho! y vemos fútbol, mucho fútbol, ¡que para algo somos campeones de Europa y del mundo!, ¿pero no nos damos cuenta de que así no vamos a conseguir nada?, lo enumerado anteriormente, a esta gentuza que nos dirige, tanto nacional, como internacionalmente, les molesta lo mismo que le molesta a un elefante, un picotazo de un mosquito en el culo. El pueblo español tiene unos huevos como nadie para aguantar lo inaguantable, pero en el momento que se nos hinchan los cojones bien hinchados, también tenemos experiencia en solucionar crisis políticas y económicas en tapias de cementerios al amanecer.

Bueno, ya está bien que me enciendo. Creo que ha quedado lo suficientemente claro qué nos ha traído hasta aquí y en qué situación estamos. Insisto, esto no es más que un grito de desesperanza y voy escribiendo lo que se me viene a la cabeza, no tiene intención de ser un análisis en profundidad, si no, simplemente una serie de ideas, que quería que quedaran negro sobre blanco y que sirvan a alguien para darse cuenta de cómo está el patio, cómo nos manipulan, engañan y nos dan por el culo. La tercera y última entrega la publicaré en unos días.

viernes, 27 de julio de 2012

La puta crisis, primera parte.

Crisis, prima de riesgo, mercados, deuda pública, déficit, recortes, selectivo, intervención, Merkel, Banco Central Europeo, Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial y el resto del coro de la tragedia girega -nunca mejor dicho en los tiempos que corren para el pueblo heleno-, son palabras que quien más, quien menos, está hasta los mismísimos cojones de leer, escuchar y alguno que otro, también de escribir. Hasta hace relativamente poco tiempo, casi nadie, salvo quien se ganaba las habichuelas con ello, sabía, y ni tan siquiera había oído en su puta vida algunas de las palabras con las que doy comienzo a este artículo; pero, ¡oohh!, ¿cómo de mal, de sumamente mal estará la cosa para que términos como el de prima de riesgo o mercados secundarios -insisto, hasta hace cuatro días no los conocía ni cristo-, formen parte ya de tertulias de mierda en la barra de cualquier bar de mala muerte? -con el permiso de Ronaldo y Messi-. Pues sí señores, sí, el término mala se ha quedado pequeño y nos tenemos que ir a su forma superlativa, es decir, pésima, y aún así, nos quedamos cortos, para describir la situación económica, política y social de esta España a la que le quedan cuatro días contados para que no la conozca ni la madre que la parió, una vez coja camino por el desagüe, cuando Alemania tire de la cisterna, hacia los colectores europeos de países residuales donde nos enfangaremos junto a Grecia, Irlanda, Portugal y muy posiblemente alguno más donde sus ciudadanos, y no todos, todavía, y digo bien, todavía, pueden comer pasta y pizza.

¿Qué ha dado lugar a que a día de hoy estemos así?, ¿cómo es posible que en el año 2012, en la cuarta potencia económica europea y la décima en el mundo, cada vez que salgo a fumarme un cigarro a mi terraza, vea a gente buscando y rebuscando en los cubos de basura?, ¿quién coño es el director o directores de la orquesta que está siguiendo al pie de la letra la partitura para destruir a España en particular y a Europa en general?, ¿hacia dónde se encamina España en el medio y largo plazo?, ¿qué futuro de mierda nos espera si seguimos apretándonos el cinturón y bajándonos los pantalones? (pensaba que no se podían hacer ambas cosas a la vez, pero sí, sí se puede a la vista de las circunstancias). Decenas, si no cientos de preguntas de este estilo me asaltan cada día en cuanto cojo un periódico, pongo la manipuladísima televisión, navego por Internet en las más diversas web de información y desinformación de todo tipo, o leo cualquiera de los libros que aprovechando el tirón de la crisis, se han escrito sobre la misma, que para esto las editoriales no andan escasas de reflejos... Me he propuesto dar respuesta a algunas de las preguntas que como digo, me atormentan cada día, aunque aviso al lector que lo que viene a continuación está escrito desde el odio y asco más profundo al liberalismo, al capitalismo, a los trescientos cincuenta diputados de hoy y al gobierno en pleno, a los de la legislatura pasada, a los de la otra y a la de más allá, a senadores, a los presidentes de todas las comunidades autónomas con sus respectivas cuadrillas de chupópteros que ocupan asientos en eso que llaman parlamentos autonómicos, a los alcaldes manirrotos de muchísimos ayuntamientos de España, a los consejos de administración de entidades bancarias intervenidas o sin intervenir y en definitiva, odio y asco hacia todo aquél que por poca que haya sido, haya tenido algo de culpa en esta vorágine de despropósitos en la que estamos inmersos.

Voy a dividir el artículo en tres partes, e intentaré ser lo más breve posible para que a nadie le visite Morfeo antes de que termine de leer el coñazo que queda por venir. Empezaré por donde se tienen que empezar las cosas, por el principio, es decir, el origen de la crisis (me ceñiré a la crisis económica, política y social de España y no global -aunque daré alguna pincelada para entenderlo todo mejor-, lo primero porque me da la realísima gana, lo segundo, porque creo que es la que realmente nos importa a los ciudadanos de esta Nación, y lo tercero, porque bastante tenemos con la nuestra, como andar pendientes de las de los demás), para posteriormente hacer una análisis de la situación actual, y por último, propondré alguna solución, políticamente incorrecta por supuesto, que desde mi punto de vista, evitaría que España fuese a parar a lo más profundo del abismo.

1.- Orígenes de la crisis.

No sé qué extraña manía les ha entrado a muchos de obcecarse en que el origen de la crisis que padecemos (en España) es debido, casi única y exclusivamente, a las hipotecas subprime (basura) que los irresponsables de los banqueros estadounidenses concedieron a troche y moche a esa figura extraña que se ha consensuado en llamar "ninja". La cosa es que nuestro amigo el ninja -generalmente inmigrante, sin trabajo estable (el que lo tuviera) y sin un puto duro ahorrado- no iba ser menos que su compatriota, otro ninja, que había logrado hacerse con un pisito en propiedad, un coche utilitario, se iba de vacaciones a la playa y llevaba a sus hijos al mejor colegio del distrito gracias al buen samaritano del siglo XXI, que no es otro que cualquier director de sucursal bancaria yankie en aquéllos tiempos, que sin ningún tipo de garantías como contraprestación, ofrecía el 100, 120 y hasta el 150 por ciento del valor de tasación de la vivienda que el ninja quisiese para que pudiera vivir como un estadounidense más. Así que un ninja tras otro iban entrando día a día en las distintas sucursales de EEUU pidiendo préstamos hipotecarios que muy difícilmente los iban a poder pagar. Los bancos yankies, muy avispados siempre en estos menesteres, empaquetaban estas hipotecas de mierda, más bien de mierdón, en productos derivados, les ponían un nombre rimbombante y se lo encasquetaban a otros bancos e inversores -muchos de ellos europeos y por tanto, españoles también- como productos de muy alta rentabilidad, pero lo que no contaban era el riesgo que estaban asumiendo a comprar esta basura de productos. Hasta que la burbuja inmobiliaria estadounidense estalló, los pisos empezaron a bajar de precio, el ninja que por muy ninja que sea de tonto no tiene un pelo, se da cuenta de que su piso vale mucho menos de lo que todavía debe al banco, y con las mismas va a visitar al buen samaritano que le concedió la hipoteca basura (subprime) con las llaves del piso, se las deja encima de la mesa del despacho y con un "ahí están las llaves del piso, métaselas por donde amargan los pepinos, que yo no le voy a dar a usted ni un jodido dólar más" y sale por la puerta del banco más ancho que largo, "¡hijo puta el ninja...!", piensa nuestro joven y trepa director de la sucursal bancaria, "...como me siga metiendo llaves por el culo, ya mismo me llaman para protagonizar la próxima entrega de Robocop", sigue pensando mientras va advirtiendo lo que le viene encima. Pues la misma peregrinación que había al principio de esta historia para conseguir préstamos hipotecarios, la hay para abarrotar las mesas de los directores de sucursales bancarias con llaves de pisos que ya no valen un cagao (en EEUU existe la dación en pago, dejas las llaves y el piso, y se acabó tu historia de amor con el banco).
Quiebra Lehman Brothers allá por 2008, ya que acumuló enormes pérdidas por títulos respaldados por estas hipotecas (los derivados con nombres ininteligibles de los que hablaba antes), el sistema financiero estadounidense está a un paso del colapso total -que gracias a la ayuda del Estado del que tanto abominan estos judíos capitalistas, perdón, quería decir jodidos...se mantiene a flote sin llegar al hundimiento total-, la banca norteamericana y europea principalmente se pone a mirar la cantidad de activos tóxicos que tiene, los grandes bancarios del orbe entran casi en estado catatónico al ver la cantidad de mierda que tienen en sus balances, se miran unos a otros, ni dios se presta dinero, nadie confía en nadie, se lía un olor a podrido en todo el sistema internacional de finanzas que apesta y cataplás, deja de fluir el dinero, se cierra el grifo y no se mueve ni un jodido dólar y mucho menos se mueven euros. Así, grosso modo y contado de una manera un tanto superficial, es lo que dio origen a la crisis internacional que se está llevando por delante el estado de bienestar europeo tal y como lo hemos conocido hasta ahora.

Cierto es que todo lo anterior afectó al sistema financiero español, por mucho que el entonces presidente, de cuyo nombre no quiero acordarme, saliera a la palestra con esa sonrisa de payasísimo que siempre le acompañaba (aunque ya en los últimos meses, tenía el gesto un tanto contrariado, ¿verdad?), diciendo que nuestro sistema financiero era el más solvente del mundo, o algo así dijo el cantamañanas ese que por desgracia tuvimos que soportar casi ocho años, aunque miedo más miedo me da el que llegó hace poco, que si el uno tenía la sonrisa de payaso y daba angustia verle y escucharle, éste parece que está comiendo alfalfa todo el día, por no decir que parece que tiene otra cosa metida en la boca, menos mal que la Merkel no tiene polla, o eso se le supone...así que lo dejaremos en alfalfa, y éste no es que dé angustia verle y escucharle, es que directamente es vomitivo. A lo que iba, que si bien es cierto, evidentemente, que todo este cúmulo de despropósitos afectó y todavía hoy seguimos arrastrando el lastre, al músculo financiero español, la causa de la situación en la que nos encontramos hay que buscarla más atrás, mucho más atrás.

20 de noviembre de 1975. Muere el general Francisco Franco, el hombre que con mano de hierro rigió los designios de este país durante casi cuarenta años. Fiesta y jolgorio para unos, lágrimas y lamentos para otros. La cuestión es que en tres años, el pueblo español, con la falta de formación política de siempre, sin cultura democrática alguna, y al más puro estilo borreguil, votó sí a la Constitución de 1978, redactada a matacaballo y nacida para contentar a todos, pero que no ha contentado ni al espíritu santo. ¿A qué viene esta lección sobre la transición española?, pensaréis algunos. En las autonomías tenéis la respuesta. España se convirtió en 17 miniestados, gestionados y administrados por una casta política irresponsable, y me da igual si son rojos, azules o rosas fucsias, para mí, son todos lo mismo, un hatajo de "señorías" y "excelencias", que lo único que nos pueden enseñar y hacer por nosotros, es decirnos a qué sabe la mierda, ya que la tienen todo el día en la boca. El Estado de las autonomías es un lastre que España lleva arrastrando desde que se aprobaron los primeros estatutos de autonomía, con catalanes y vascos en primera línea de fuego, seguidos por gallegos, andaluces, murcianos, riojanos y el resto de reinos de taifas que se sumaron a la maravilla estatutil (no sé si esa palabra existe pero me da igual, se me entiende perfectamente).
Creo que no me puedo hacer a la idea del despilfarro que para las arcas públicas ha supuesto este mercado de abastos que son las autonomías y máxime desde que el señor Aznar, otro expresidente que tal baila (no diré nada de él, ya que seguro que por mucho que diga y me embrutezca contra el mismo, me quedaré corto) transfirió las competencias en materia de educación y sanidad (que supone el mayor monto de gasto para las diversas comunidades), ¡lo que parece que a muchos de los que hoy critican el traspaso de competencias se les ha olvidado!, sí, sí, fue Ansar, digo, Aznar quien lo impulsó y de aquéllos polvos, vienen estos lodos.

Pero sigamos, ya que hay más y he dicho que no me quiero extender mucho, pasen y vean. ¿A quién se le ocurrió la maravillosa idea de meter a España en esa entelequia que no es otra cosa que el euro, la moneda única?, y aquí aparece un nuevo expresidente. Un "socialista" hecho a la medida de los servicios de inteligencia del franquismo. Un niño bien, que hasta fumaba puros, ¡coño, como los nuestros!, pensarían algunos allá por los comienzos de los años 70. ¿Cuántas veces fue detenido el señor Felipe González por la temida policía del régimen?, ¿cuánto tiempo pasó en los lúgubres calabozos de la Dirección General de Seguridad?, me da que ninguno por mucho que algunos biógrafos apasionados se empeñen en decir lo contrario. Tampoco voy a hacer mucha leña del árbol caído, ya que bastante tinta sobre papel hay al respecto de los mimos y cuidados de los que disfrutaba este señor por parte del régimen de Franco. Total, tiene sentido, preferían a un "socialista" domesticado, que a un rojo incorregible como era Carrillo, hay que joderse, que bicho malo nunca muere, aprovechando que hablamos del responsable máximo de los crímenes de Paracuellos. Por cierto, he entrecomillado lo de socialista, porque para mí ese menda no es socialista ni dios que lo ha visto. Un socialista jamás hubiese legalizado las ETT's, hubiese privatizado empresas públicas ni hubiese autorizado ese coladero de dinero que pierde el Estado que son las SICAV, donde las grandes fortunas de este país cotizan a un mísero e irrisorio ¡uno por ciento!, aparte de que a base de recortes en los derechos laborales se ganó a pulso cuatro huelgas generales, creo que fueron, así que de socialista, más bien poco por ser generosos.

Todo esto venía por la entrada de España en el euro. Ese ha sido el mayor y más grave error que un gobernante haya podido cometer jamás en este bendito país. ¿Cómo se les ocurrió acogernos a una moneda  a la que se le puso paridad con el marco alemán?, ¿qué tenía que ver nuestra añorada peseta, a nivel de valor económico con el marco alemán?, nada, absolutamente nada, pues lo mismo pasa con el euro, ya que al fin y al cabo, el euro es un marco que no se llama marco. Y esto, aún siendo grave, no es lo peor. ¿Nadie se dio cuenta de que íbamos a perder completamente la soberanía económica?, ¿que no podríamos devaluar la moneda en caso de que en algún momento necesitáramos recurrir a dicha herramienta económica?, ¿que no podríamos darle a la manivela de hacer dinero si así lo requería el estado de nuestra economía?, pues parece ser que ningún lumbreras, ni de los últimos años de gobierno socialista, ni de los primeros años de gobierno de los populares, se dio cuenta del grave error que estábamos cometiendo. Pero esperar, que hay más. Europa nos obligó a convertirnos en un país donde nuestra principal actividad económica básicamente consiste en servir cañas y alojar a guiris deseosos de sol y cerveza barata en épocas estivales, aparte de poner un ladrillo encima de otro y levantar pisos allá donde quede un hueco para levantarlos. Destruimos nuestro tejido industrial (me cago en las putas reconversiones), destruimos nuestro tejido agrícola y ganadero (¿cuántos millones de litros de leche hemos tirado?, ¿cuántas cosechas nos han obligado a quemar?, ¡ni se sabe!) y España se convirtió en eso, en el club de alterne de ingleses y alemanes y un país cada día más vendido al "american way of life" donde el consumo, el consumo y el consumo, es lo prioritario, ¡válgame dios!, con la sangre, sudor y lágrimas que les costó a nuestros abuelos levantar España, ¡van estos hijos de puta y en cuestión de 3 ó 4 lustros, se lo cargan!

Y bien, completamente quemado, fusilado y agotado el último gobierno "socialista", llegan las elecciones del 96 las cuales gana un gañán, alguien que si este país fuese serio, no hubiese pasado de concejal de festejos en un pueblo de no mucha población. Sí, hablo de Aznar, el que si por él hubiese sido, vende hasta a su madre con tal de sacar cuatro perras, para jactarse de que con él había superávit en las cuentas públicas. Vendió a cuatro duros, y por supuesto, a sus amigos del alma, las empresas públicas más solventes que tenía España, las cuales nos reportaban pingües beneficios que hoy en día nos vendrían como el maná que preconizan las escrituras. Pero no queda ahí la cosa. Sus ansias de crecimiento exponencial (insostenible como ha quedado demostrado) le llevaron a aprobar en el 98 una ley por todos conocida como ley del suelo. ¿En qué consiste esa ley?, pues básicamente en que se puede construir en donde al empresario de turno se le ponga en los cojones, con la connivencia y firma, por supuesto, del alcalde caciquil, presidente autonómico corrupto, o ministro amigo de lo ajeno (ladrón en román paladino)
Se construía y se compraba, préstamos (muy parecidos por no decir iguales a los de nuestros amigos los ninjas) por aquí y por allá, yo le financio su vivienda, la reforma de la misma, un cochecito nuevo y las vacaciones en Nueva York, que es muy chic cruzar el charco y pasar unos días en la Gran Manzana, ¿no ha ido por allí?, y usted solo tiene que darme 500 ó 600 euros durante los próximos 40 años y aquí paz y después gloria. ¿Qué son 600 euros hoy en día (años 2002 ó 2003 por ejemplo) tal y como está España?, ¡hay trabajo para todos!, ¡hasta inmigrantes a porrillo están llegando porque los españoles hay trabajos que no quieren hacer, y nos pagarán las pensiones!, ¡que vengan, que vengan miles, qué digo miles, millones de ellos! y así fue creciendo la pelota (y las mentiras) y como de las cosas de los dineros (cuando no son tuyos) no se escapa ni el copón bendito, ¡zas!, de lleno, estalló aquí también la burbuja inmobiliaria y...

...ahí empieza la segunda parte del artículo, que lo dejamos para otro día que son las 4 de la madrugada y quiero dormir. Además, me estoy poniendo de muy mala hostia escribiendo todo esto, por tanto, prefiero hacer un alto en el camino, así que en los próximos días, más y procuraré que mejor.

jueves, 26 de julio de 2012

Libros #66: ¿Qué es ser Nacional-Revolucionario?

El autor de "¿Qué es ser Nacional-Revolucionario?" no es otro que Juan Antonio Llopart Senent. Implicado en la lucha política desde los 15 años, edad a la que comenzó su militancia política en el hoy extinguido Frente de la Juventud, fue elegido delegado de las Juventudes del Frente Nacional a los 22 años. Decidió abandonar esta formación política para fundar Tercera Vía Solidarista y tras su disolución fundó la Asociación Cultural Alternativa Europea. También militó en el sindicato anarcosindicalista CGT durante unos años.
Actualmente es presidente nacional del Movimiento Social Republicano  y propietario de Ediciones Nueva República, editorial ésta que edita el libro que hoy comento en esta entrada.

Nadie mejor que Juan Antonio Llopart, atendiendo a su biografía política, con años y años dedicados a la lucha Nacional-Revolucionaria, para traernos un libro que habla justo de eso -sin complejos de ningún tipo-, de Nacional-Revolucionarios. Dejemos que él mismo nos aclare los motivos que le empujaron a escribir este pequeño ensayo:

"Hace ya algún tiempo que algunas personas me preguntaron si podía preparar una conferencia introductoria sobre qué era ser Nacional-Revolucionario. Me pedían, además, que lo expusiera de una forma sencilla y entendible. Me argumentaron  que era necesaria, debido a la confusión que había -y que hay- sobre los Nacional-Revolucionarios (...). Ante tal propuesta, y creyendo, yo también, que sí era necesario clarificar en la medida de lo posible este entuerto que algunos habían creado acerca de lo que era ser NR, accedí gustosamente a ello. 
El libro que tienes ahora en tus manos, no es más que el texto de esa conferencia con algunas modificaciones y alguna pequeña ampliación. Intenté, tal y como me propusieron, explicar de forma simple las diferencias de los NR con distintas corrientes políticas, su espacio político y su línea ideológica (...)."

Las lineas anteriores corresponden a un extracto de una nota previa del autor, que está en el libro tras el prólogo de Ramón Bau, donde hace la exposición de motivos del presente libro. Nada mejor que las palabras del propio autor para acercaros lo que podemos encontrar en "¿Qué es ser Nacional-Revolucionario?.
El libro se compone de dos partes, la primera es el texto en sí de Juan Antonio Llopart donde encontraremos la respuesta -respuesta que como he indicado antes, nadie mejor que él, debido a su trayectoria política, puede dar- a la pregunta que da título al libro mediante cinco apartados que son: a) Los nacional-revolucionarios, b) Los valores nacional-revolucionarios, c) Qué caracteriza al partido nacional-revolucionario, d) Los NR y el Área (Área es lo que Juan Antonio utiliza para referirse al maremagnum de partidos por todos conocidos como ultra o extrema-derecha -mal llamados así en su gran mayoría, por cierto-) y e) Por unas bases NR.

La segunda parte se compone dieciséis anexos que se corresponden con sendos textos de contenido netamente Nacional-Revolucionarios. Aparecen ante nosotros escritos de ideólogos del nacionalismo revolucionario europeo como Dominique Vernner y Jean Thiriart, así como textos y doctrinas programáticas de organizaciones y partidos como Joven Europa, los Sindicatos Comunitarios Europeos, Avanguardiadi Popolo, Ordine Nuovo, Nuova Azione, Nouvelle Resistance o el Movimiento Social Republicano entre otras. Una colección de textos altamente representativos de las ideas del revolucionarismo nacionalista europeo desde mediados del siglo XX hasta hoy.
Curiosos los dos últimos anexos dedicados a explicarnos el origen de la cruz céltica y la rata negra como símbolos adoptados por los Nacional-Revolucionarios.

En definitiva, un ensayo imprescindible para conocer de dónde viene, dónde se encuentra y hacia dónde va el nacionalismo revolucionario español, y por extensión, europeo. El libro pertenece a la colección El Partisano Europeo de Ediciones Nueva República y se puede encontrar en la web de la editorial, en Librería Europa o en las pocas librerías de nuestro "Área". Como siempre que se trata de un libro de esta temática, políticamente incorrecta donde las haya, olvidaros de comprarlo en El Corte Inglés o en las grandes cadenas de distribución...ahí queda.

miércoles, 25 de julio de 2012

Libros #65: La riqueza en el régimen liberal, comunista y fascista.

Leyendo el magnífico libro "José Antonio, fascista", del profesor José Luis Jerez Riesco, vi en una de las imágenes que acompañan a dicha obra un anuncio aparecido en el órgano de expresión de Falange Española de las JONS que animaba a leer el ensayo de Ernesto Álvarez de Perán titulado "La riqueza en el régimen liberal, comunista y fascista". En concreto el anuncio apareció en el semanario Arriba, número 32, de 13 de febrero de 1936 y en el mismo se puede leer lo siguiente de manera literal: "Recomendamos la nueva obra de E. Álvarez de Perán titulada: La riqueza en el régimen LIBERAL, COMUNISTA Y FASCISTA que defiende científicamente los puntos del programa de FALANGE como única solución de problemas actualmente planteados en una posición inslostenible a causa de la INCOMPATIBILIDAD DE LA POLÍTICA LIBERAL CON EL BIEN SOCIAL".

No lo dudé un momento, fue ver el anuncio y decidirme a buscar el libro en los únicos sitios donde lo podía encontrar -por tratarse de una obra editada en el año 1935-, Iberlibro, Uniliber o TodoColección. Tuve suerte y lo encontré al mejor precio en Iberlibro, y tras unos días de espera, pasó a formar parte de mi biblioteca personal y pocos días más tarde fue leído con la atención que se le debe prestar a un libro de las características de éste. Viene que ni pintado traer a colación en estos tiempos de "derrumbe del sistema económico capitalista" esta pequeña obra, ya que aunque escrita en 1935, contiene la esencia de las perversiones y taras del sistema liberal que nos han llevado a la situación de crisis que hoy día vive España en particular y los países de la vieja Europa en general.

No es muy difícil suponer, atendiendo al título del mismo, que el libro está dividido en tres partes claramente diferenciadas, que no son otras que una visión académica, estudiada, científica (tal y como reza el anuncio de Falange) y pedagógica de los tres principales sistemas político-económicos que regían la mayor parte de países de lo que se ha dado en llamar "Occidente" en aquéllos años. La primera parte está dedicada al análisis, a través de doce capítulos, de la doctrina y la actuación política del sistema liberal.
Aquí se nos detallan con todo lujo de detalles las artimañas usadas por los "liberales" y "capitalistas" para hacer que la sociedad se divida en ricos y pobres, siendo los ricos cada vez más ricos, y los pobres cada vez más pobres (¿no nos suena esto de algo?...). A lo largo de los doce capítulos de esta primera parte que mencionaba anteriormente, Álvarez de Perán nos habla de la tradición y las instituciones liberales, del parlamentarismo y la "libertad", de riqueza mal repartida y de la agonía de esta doctrina entre otras muchas cosas. El análisis del libro daría para otro volumen como el referido aquí, pero no voy a entrar en muchos detalles y me cuidaré de no dar muchas opiniones que tengo al respecto de los temas tratados para no aburrir al personal ni incurrir en pesadez extrema.

La segunda parte está dedicada al comunismo, doctrina que el autor demuestra con generosos argumentos que no está tan lejos del liberalismo, sobre todo si nos atenemos al aspecto puramente económico de ambas concepciones. Es evidente que en el aspecto político y social están a años luz la una de la otra, pero en el económico, es sorprendente ver que no hay tanta distinción. Mientras que en el capitalismo la plusvalía generada por un trabajador va a manos del capitalista, en el comunismo, dicha plusvalía va a parar a manos del Estado, quedándose el obrero a verlas venir tanto en un sistema como en otro (esto es una forma muy básica de exponerlo aquí, pero no quiero entrar en detalles de producción, valor de cambio, valor de uso, plusvalías, etc.). El fin último de los argumentos de Álvarez de Perán es demostrar que el comunismo, al fin y al cabo, no deja de ser capitalismo, de Estado, pero capitalismo puro y duro.

Y por último, le toca el turno al fascismo, doctrina que en su transversalidad, ve el autor la solución a las desigualdades sociales y las injusticias que tienen que sufrir los ciudadanos en cualquiera de los dos sistemas anteriores. En el corporativismo del fascismo italiano de Mussolini, en el socialismo nacional de Adolf Hitler o en el nacional-sindicalismo de Ramiro Ledesma y José Antonio Primo de Rivera ve Álvarez de Perán la salida a la crisis política, social, económica y de valores imperante en el primer tercio del pasado siglo XX. En los catorce capítulos de que consta esta tercera y última parte del libro, el autor hace un análisis exhaustivo de la cosmovisión "fascista", centrado como no podía ser de otra manera atendiendo al argumento central del libro, en el aspecto económico de la misma. Comenzando por una introducción a la doctrina espiritualista del fascismo, continúa hablándonos extensamente sobre la organización del trabajo y la economía fascista, vía producción intensiva y distribución equitativa de la riqueza (cuánto tienen que aprender todos estos "enteraos" a los que se les llena la boca al soltar la palabra fascista como sinónimo de derechoide capitalista), nos sigue exponiendo el ordenamiento de la idea moral, educativa, religiosa y de Patria en la concepción fascista, continúa con capítulos dedicados a la hacienda pública y a la soberanía del Estado, para acabar, tras algunos capítulos intermedios todos ellos igual de interesantes que el resto, dejándonos caer como título del último capítulo la pregunta "¿República o Monarquía?", capítulo éste en el que deja claro que el fascismo, en su concepción de la Historia, del hombre y de la Patria, está muy por encima de esos conceptos anquilosados en el siglo XIX y que llevaron al mundo a lo que había en aquélla época, hambre, miseria y desilusión social (justo, lo que sigue habiendo hoy en día).

domingo, 1 de julio de 2012

¡PURO SENTIMIENTO!, ¡ARRIBA ESPAÑA!


Selección Española, campeona de la Eurocopa 2012

De nuevo, cuatro años después, y dos desde la consecución de la Copa del Mundo, la Selección Española de Fútbol vuelve a conquistar Europa. Valgan estas líneas como mi pequeño y particular homenaje a este equipo, a estos veintitrés magníficos jugadores que con la garra y coraje que caracteriza al pueblo español, han arrancado un trozo de la historia del fútbol para que forme parte de nuestros hitos deportivos. Ojalá todo en España se hiciera como vosotros hacéis fútbol, emocionando a gente que como a mí, que no me apasiona el "deporte rey", pero cuando veo que a algo se le pone pasión y corazón tal y como vosotros habéis hecho en los últimos cuatro años, es difícil no quitarse el sombrero y gritar:

¡¡¡GRACIAS, GRACIAS Y GRACIAS!!!