lunes, 30 de julio de 2012

La puta crisis, segunda parte.

En la primera parte de este artículo, publicado el otro día y que podéis leer pinchando aquí, esbocé a vuela pluma y sin entrar en pormenores ni datos contantes y sonantes -para no aburrir (más todavía) a los pocos lectores que tengo- las causas que habían llevado a España a la situación de crisis, ya no solo económica, si no también política y sistémica, en la que nos encontramos inmersos y de la que no hay ni el más mínimo atisbo de que podamos salir de ella en el corto y medio plazo, por muchos brotes verdes que se empeñaran en ver algunos de nuestros dirigentes políticos de los últimos años. Y digo que no saldremos de esta situación en el corto y medio plazo, primero, porque el gobierno y todos los encargados de manejar la cosa pública no saben ni por donde les vienen las andanadas de hostias que les están llegando, por tanto difícilmente las van a esquivar, y segundo, que difícilmente vamos a salir de ninguna situación putrefacta, con las mismas herramientas que nos han llevado a la situación esperpéntica en la que estamos. Para que todo el mundo lo entienda, los defectos y grietas del capitalismo, que no es que sean muchas, es que todo ello es una grieta en sí mismo, no se pueden arreglar con más capitalismo, al igual que un incendio no se extingue echando gasolina en el foco del mismo. Se pongan como se pongan, y digan lo que digan, sin una revolución que dinamite los cimientos y estructuras sobre las que se asientan la política y economía española, no solo no avanzaremos en pro de conseguir que la situación mejore, si no, todo lo contrario, seguiremos llenándonos de fango hasta que quedemos completamente fagotizados por el mismo. Pero todavía no toca dar algunas de las posibles soluciones, cómo no, desde lo polítcamente incorrectísimo, por tanto ciñámonos a la segunda parte de este artículo que no es otra que hacer un análisis crítico y sin complejos de la situación en la que nos encontramos imbuidos.

2.- La situación actual de la crisis en España.

Metemos en una olla a presión el despilfarro económico de las comunidades autónomas desde que éstas fueron consentidas vía Constitución endosada al pueblo español con calzador; las obligaciones que nos impuso la Europa de los mercaderes para que pudiéramos formar parte de ese "selecto club" de los países adscritos a la moneda única, pérdida de soberanía económica incluida; la burbuja inmobiliaria que a raíz de la liberalización del suelo y la desfachatez de banqueros de conceder préstamos hipotecarios a todo individuo que se acercara a pedirlos aprovechando los bajos tipos de interés establecidos por el Banco Central Europeo, fue in crescendo cual bola de nieve ladera abajo ; la transferencia de competencias como sanidad y educación, ya entrado el siglo XXI, que han acabado por asfixiar a las mal gestionadas autonomías; la llegada desproporcionada de inmigrantes legales e ilegales, que, por supuesto no nos pagarán las pensiones (vaya cuento intentaron endosarnos, ¡algunos hasta se lo creían!), y sí suponen una agujero negro para el estado de bienestar de los españoles, acaparando ayudas y más ayudas mientras los oriundos nos quedamos a verlas venir; y por último echamos en la olla la crisis financiera internacional, con la caída de Lehman Brothers (que fue el catalizador de la misma) incluida, le damos un poco de calor y...¡boooom!, explota y nos pilla a todos en fuera de juego, ¿o quizás no a todos?, porque recuerdo que desde hace años, muchos años, en algunos foros, insisto, nada correctos desde el punto de vista político y mediático, se viene advirtiendo de que esto estallará, pero los que aquéllo avisaban y los que nos lo creíamos, éramos y seguimos siendo unos totalitarios, unos fascistas o unos rojos terribles leninistas que queremos volver al primer tercio del siglo XX (de todo me han llamado, para unos soy un fascista irredento, para otros, un rojo con rabo y tridente incluido).

¿Y ahora qué?, pues ahora aquí estamos, soportando sobre nuestras más que maltratadas espaldas el peso de la irresponsabilidad de algunos. Y lo que más me indigna es que todo esto no es nuevo, no sé si será mi mente perversa, o el haber leído y releído la teoría del eterno retorno de Nietzsche, pero desde que el mundo desarrollado (o industrializado como se llamaba entonces) abandonó el viejo modelo de sociedad para dar paso al liberalismo político trayendo de la mano al capitalismo económico, se han sucedido, unas tras otra y de manera más o menos cíclica crisis económicas, si no tan brutales como la actual, sí con sus efectos devastadores para los de siempre, ¿para quién?, para los de siempre digo, ¡los que menos tienen!. Pero volvamos al presente, que no sé qué extraña manía tengo de liarme a escribir y al final acabar en algún lugar perdido de un cerro de Úbeda.
¿Qué coño es eso de lo que tanto se habla hoy en día llamado prima de riesgo?, fácil, la diferencia entre lo que paga España de interés en bonos a 10 años y lo que paga Alemania (país de referencia, al que se le supone solvente). Por ejemplo, si Alemania paga un interés de un 1% por su deuda, en vencimiento a 10 años, ojo, y la prima de riesgo está en 600 puntos básicos, España paga un interés del 7%, así de sencillo. ¿Y esto qué supone para España?, pues ni más ni menos que estar pagando un interés por su deuda ¡que ni los préstamos personales (que los bancos daban, sí, digo bien, daban porque ahora no sueltan ni un puto euro) tienen! y que llegará un día en que no podamos hacer frente a nuevos vencimientos de deuda, porque financiarse al 7 u 8% no hay dios que lo soporte. Dicen que cuando la prima de riesgo de un Estado alcanza los 600 puntos, es motivo más que suficiente para la intervención soberana del mismo, véase el caso de Grecia, Irlanda o Portugal, pero aaaamigos, con España no es tan fácil. Nadie se pone de acuerdo de cuánto dinero haría falta para un rescate total a España, 300.000.000.000 €, 500.000.000.000 €, ¡1 billón de euros!, ya me diréis quién es el guapo que se atreve a rescatar a nuestro país, y más, teniendo en cuenta que hay países que como Finlandia o Austria están hasta la mismísima punta de la polla de nosotros, cosa que no me extraña lo más mínimo, si estamos los ciudadanos... cómo no estarán dirigentes políticos y paisanos de países más serios que el nuestro.

Ya sabemos a qué se dedica el Banco Central Europeo, que no es más que un lobby confeccionado a la medida de la banca alemana. Evidentemente no funciona como banco central, que es lo que debería ser, si no que juega única y exclusivamente a favor de los intereses de Alemania en general y de la señora Merkel y sus socios liberales de gobierno en particular. No hay dinero para inyectar en los Estados, pero sí lo hay para darlo a un tipo de interés del 1% a los bancos, para que estos mismos bancos con su dinero fresquito recién salido de la máquina de hacer euros, compren deuda soberana a intereses del 5, 6 ó 7%., ¡vergonzoso!, ¿alguien me puede explicar porqué diantres seguimos soportando todo esto los ciudadanos?. Pero hay más, hace unos días se aprobó y se anunció a bombo y platillo por tierra, mar y aire (es decir, por prensa, radio y televisión) un préstamo de hasta 100.000.000.000 € para rescatar al sistema financiero español. ¡Qué contento estaba el señor Rajoy y sus ministros de Hacienda y Economía!, vaya tres patas para un banco, a cuál más imbécil. Aparte de que ese dinero tendremos que pagarlo los ciudadanos de nuestro bolsillo, de ahí los recortes de 65.000.000.000 € (y lo que queda) aprobados por el gobierno el otro día, ¡no servirá para nada!, y me explico. ¿Qué harán los bancos con ese dinero?, ¿pondrán dinero en circulación para que las pymes y empresas salgan del atolladero?, ¿ayudarán a familias con problemas económicos y que no pueden pagar su hipoteca, para que esta no sea ejecutada y se queden de patitas en la calle con una mano delante y la otra detrás?, ¿se invertirá en investigación, desarrollo e innovación para que España sea más competitiva y sirvamos para algo más que para servir paellas y tintos de verano?, ¿se pondrá a disposición del Estado para que vía economía expansiva se creen puestos de trabajo y se relance la economía? (son solo algunos ejemplos), ¡NO, NO y NO!. Señores, ese dinero que se le presta a los bancos españoles, no es ni más ni menos, que para que estos puedan hacer frente a sus pagos para con los bancos alemanes (principalmente), franceses e ingleses, que en su día les prestaron dinero a manos llenas para seguir inflando la burbuja inmobiliaria y ahora claro, ¡hay que devolverlo!. Y Merkel, siempre tan dispuesta a aumentar el músculo financiero de su país, no va a permitir que se quede ni uno solo de los recibos emitidos por sus bancos sin cobrar, por tanto, le dicta a su perro faldero, director del BCE, que hay que prestarle a España X dinero, éste se lo presta a un interés Y, los españoles ponemos el culo para que nos la metan sin vaselina, nuestros bancos reembolsan según les llega ese dinero íntegramente en los bancos alemanes para saldar su deuda y voilá, ¡jugada maestra!. El pueblo español pierde y la banca gana, como siempre vamos.

Pero tranquilos, no nos pongamos nerviosos. El problema hasta hace unos meses era el señor Zapatero, el bobalicón de sonrisa eterna, que bien por no tener ni puta idea (altamente probable), o bien por dejadez (tampoco lo descarto) había hecho que en España no confiara ni la madre que la parió. Pero ahí está nuestro salvador, el hombre que según pusiera su culo en el sillón destinado al presidente del gobierno en el Congreso de los Diputados, iba a devolver la confianza a los mercados (en lo que poca gente ha caído, es que la confianza da asco...). Elegido por mayoría absoluta, por obra y gracia de la santa ignorancia del pueblo español, que como voto de castigo a un inútil, pone a otro en el poder que lo supera con creces, ahí lleva unos meses recortando, recortando y recortando, ¿y qué?, ¡que los mercados se ríen de él y de toda su puta estirpe!. Es fácil de entender. Un niño llora, le das un caramelo, se lo come, llora de nuevo, le das otro, vuelve a llorar, y otro caramelo más y el niño tan contento, tiene una estrategia cojonuda mientras no se ponga límite. Con Rajoy y los mercados pasa lo mismo, los mercados piden, este energúmeno les da, vuelven a pedir, les sigue dando, siguen pidiendo, ¡les volvemos a dar!, ¿cuándo coño vamos a poner los huevos sobre la mesa y decir que se acabó?, que no se hace ni una puta reforma más para regocijo de la gran finanza internacional, al servicio de oscuros intereses que lo único que pretenden es desbaratar y destruir nuestros derechos laborales y nuestro ganado a pulso tras años de conquistas, estado de bienestar.

Mientras, más de cinco millones de parados, los índices de pobreza en aumento y llegando a límites desconocidos en España desde el final de la guerra civil, el estado de bienestar nos lo están desmontando poco a poco hasta que no queden ni las raspas, nos suben el IRPF, el IVA, el IBI, todos los impuestos directos e indirectos, bajan el sueldo a funcionarios y empleados públicos, cuando no se les despide directamente, bajan las pensiones, las ayudas a las personas dependientes, seguimos manteniendo una bolsa de inmigrantes que generan unos gastos inasumibles para el Estado en la situación actual y mientras los españoles, nosotros, los que nuestros padres y abuelos se han deslomado trabajando y levantando este país, España, y han cotizado toda su puta vida y nosotros seguimos cotizando (los que todavía tenemos esa suerte), tenemos que llevar a nuestros hijos a guarderías privadas porque en las públicas no hay plazas, ¡pero qué coño es esto!.
¿Y nosotros qué hacemos?, convocar una huelga general la cual secundamos cuatro gatos, invadir plazas y más plazas y levantar las manos como si fuésemos gilipollas pensando que con asambleas interminables donde se discute si quitamos o no quitamos el primer grado penitenciario (sí, sí, que he asistido a algunas y se discutían mamarrachadas y zarandajas de ese estilo) vamos a solucionar algo, cortamos calles, golpeamos cacerolas, ollas y todo tipo de menaje, tocamos bombos y platillos y bailamos al son de los mismos en manifestaciones convocadas por gentes que forman parte del sistema (véase CCOO y UGT) y luego, ¡a tomar cañas como recompensa por el trabajo bien hecho! y vemos fútbol, mucho fútbol, ¡que para algo somos campeones de Europa y del mundo!, ¿pero no nos damos cuenta de que así no vamos a conseguir nada?, lo enumerado anteriormente, a esta gentuza que nos dirige, tanto nacional, como internacionalmente, les molesta lo mismo que le molesta a un elefante, un picotazo de un mosquito en el culo. El pueblo español tiene unos huevos como nadie para aguantar lo inaguantable, pero en el momento que se nos hinchan los cojones bien hinchados, también tenemos experiencia en solucionar crisis políticas y económicas en tapias de cementerios al amanecer.

Bueno, ya está bien que me enciendo. Creo que ha quedado lo suficientemente claro qué nos ha traído hasta aquí y en qué situación estamos. Insisto, esto no es más que un grito de desesperanza y voy escribiendo lo que se me viene a la cabeza, no tiene intención de ser un análisis en profundidad, si no, simplemente una serie de ideas, que quería que quedaran negro sobre blanco y que sirvan a alguien para darse cuenta de cómo está el patio, cómo nos manipulan, engañan y nos dan por el culo. La tercera y última entrega la publicaré en unos días.