Acabo de leer en la edición digital de El Economista (noticia de última hora a las 22:24) que ha sido encontrado sin vida el cuerpo de la bebé que fue secuestrada hace unos días en Almería. Hace unas horas viendo las noticias por televisión me enteraba de la detención del presunto secuestrador de la cría por la Guardia Civil y le comentaba a mi mujer que antes de que acabara el día tendríamos el desenlace de toda esta historia. Y así ha sido.
Estaba plenamente convencido de que esta investigación en manos de la Benemérita no llevaría más que unas horas y los hechos me han dado la razón. ¿A qué viene todo esto?, pensaréis algunos. Pues os cuento.
No dispongo ahora mismo de los datos estadísticos del número de casos resueltos al año por la Guardia Civil y por el Cuerpo Nacional de Policía (supongo que estarán a disposición del público en algún sitio), pero desde hace un tiempo, en concreto desde la desaparición de Marta del Castillo me pregunto porqué le cuesta tanto a la Policía Nacional resolver casos que aparentemente son sencillos una vez que se detiene al autor material de los hechos. Pues nada, en el caso de Marta, tras años desaparecida y tanto el autor como sus cómplices "requeteinterrogados", incluso juzgados y condenados, todavía ni dios sabe dónde se encuentra el cuerpo de la adolescente sevillana. ¿Tan difícil es obtener esa confesión de los secuestradores y/o asesinos?, está claro que para la Policía Nacional sí entraña soberana dificultad...
Otro caso de reciente actualidad y ardua resolución, cuya investigación ha sido y sigue siendo llevada a cabo por parte del Cuerpo Nacional de Policía, el caso de los hermanos de Córdoba, Ruth y José. Madre mía los meses que se ha estado buscando a esos niños, antes, durante y después incluso de detener al presunto autor del crimen, José Bretón, padre de los hermanos. Vuelvo a repetir la misma pregunta que hacía en el párrafo anterior, ¿tanto le cuesta a la Policía Nacional conseguir que se confiese el cómo, dónde, cuándo y cómo se cometió el delito?.
Sin embargo, la Guardia Civil, cuerpo militar creado allá en el siglo XIX por el Duque de Ahumada, detiene a un individuo esta misma tarde y antes de la medianoche se está recuperando el cuerpo de la niña secuestrada y lamentablemente asesinada. Olé sus cojones y mi más sincera enhorabuena para todos los miembros de la Guardia Civil, ya que casos como éste deben ser motivo de orgullo para todos ellos. A la Guardia Civil se le ha echado mierda por tierra, mar y aire, ya que está en entredicho lo que ocurre en los "cuartelillos" de puertas para adentro cuando se le está tomando declaración a algún detenido. No me importa lo más mínimo lo que ocurra o deje de ocurrir en los "cuartelillos" o comandancias de la Guardia Civil en casos como los que he comentado, de vil asesinato, mientras tengamos resultados efectivos y palpables en el poco tiempo que los consigue la Benemérita, ya que así todos los ciudadanos estaremos más seguros y conscientes de que nuestros cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado hacen su trabajo de manera efectiva, que es lo mínimo que se les debe pedir.
Así que si a la Policía Nacional se le atraganta algún caso (y hay unos cuantos...), abogo porque dejen en manos de sus compañeros de la Guardia Civil (olvidándose de competencias y mierdas varias) la investigación, para poder obtener una resolución rápida del mismo.
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jueves, 27 de diciembre de 2012
sábado, 22 de diciembre de 2012
¿Abraham? ¿Sansón? ¿Dalila?
Como muchos de vosotros ya sabréis, soy asiduo lector de la columna que semanalmente publica Arturo Pérez-Reverte en la revista XL Semanal. Durante mi etapa laboral en el Grupo Vocento la leía negro sobre blanco en papel satinado ya que dicha revista, junto a otras editadas por Vocento abundaban por doquier por el departamento o pasillo que pasaras, pero ahora que he cambiado a los redactores españoles por ingenieros alemanes, laboralmente hablando se entiende, la columna de Pérez-Reverte la leo vía RSS, negro sobre blanco también, pero ya no en papel satinado, si no en una matriz de píxeles.
El domingo pasado, 17 de diciembre de 2012, se publicaba el artículo que hoy transcribo aquí. Trata sobre la Religión en la escuela y estoy completamente alineado con lo escrito en dicho artículo, no por haber sido formado y educado en un colegio Católico durante 12 años de mi vida, que también, si no porque el argumento principal de la columna, entendiéndolo de manera cultural y social, "es de cajón". Creo que poco se puede discutir al respecto, así que no pierdo más el tiempo y os dejo con la "Patente de Corso" de esta semana de Arturo Pérez-Reverte.
Imagino que a estas alturas de la página y sus titulares algún simple habrá pensado: vaya carca, el amigo Reverte, pidiendo el catecismo para los niños. Pero no estoy hablando de eso. Cuando lamento que los padres elijan para sus niños Alternativa en lugar de Religión, no añoro doctrina cristiana ni encaje de bolillos teológico. A mi juicio, la asignatura de Religión debería ser un espacio donde a un niño se le dotara de los mecanismos culturales adecuados para comprender el peso y papel de las religiones en el mundo: Islam, budismo, etcétera. Lo que se trajina. Lo que hay. Y también, naturalmente, el Cristianismo y el peso indudable que la Iglesia Católica, para bien y para mal, ha tenido en veinte siglos de civilización y cultura europea. En las bases de lo que algunos aún llamamos Occidente. Lo mismo que la cultura clásica, el Renacimiento o la Ilustración: somos Homero, Platón y la Enciclopedia tanto como los Evangelios y la Biblia. A ver de qué manera van a poder interpretar las claves de esa cultura europea, disfrutarla y aprovecharla, chicos a los que se limita la posibilidad de conocer sus raíces elementales. Su sedimento de siglos. Por poner un ejemplo fácil: de qué le sirve a un joven visitar el museo del Prado si desconoce los mitos y personajes que figuran en la mayor parte de los cuadros.
Hagan una prueba. Yo la hice, y todavía me tiemblan las manos. Pregunten a una docena de chicos de quince años, formados en esa ESO nefasta que nos legaron los infames Maravall y Solana, con la complicidad posterior de tanto idiota y/o cobarde responsable de Educación -que cada uno se adjudique el adjetivo adecuado- y el remate de los analfabetos que legislan desde Bruselas, cómo se tomaba la vida Job, qué lamentaba Jeremías, qué es multiplicar panes y peces o qué efecto produjeron las trompetas de Jericó. Aunque tampoco crean ustedes que lo de Religión es para tirar cohetes. Que eso garantiza nada. En este mundo descafeinado y edulcorado que ofrecemos a las criaturas, algunos consideran que ya han cumplido con ponerle el Moisés de Disney a los niños. Los más osados van por ahí, figúrense, por ese registro de perfil bajo: pajaritos y flores en el Edén, Ruth y Booz bailando entre espigas de trigo, José perdonando a los hijoputas de sus hermanos. Cosas así. A ver qué profesor tiene huevos, con los papás y los políticos y la sociedad de ahora, a contarles a los niños que Judith degolló a Holofernes tras echarle un polvo, que Noé no habría pasado un control de alcoholemia, que Abraham quiso dar matarile a su nene, o que Sansón, ciego por culpa de un malvado putón verbenero -me sorprende que las ultrafeminatas radicales no hayan exigido todavía borrar tal episodio de la Biblia-, se suicidó llevándose por delante a toda la peña de filisteos y filisteas. Que ésa es otra.
Pero bueno. Ni siquiera Disney, oigan. En lugar de aprender esas y otras cosas apasionantes o divertidas en clase de Religión, los niños van en masa a la de Alternativa, a tocarse las pelotillas -o su correspondiente, las niñas- haciendo manualidades y chorradas. Perdiendo el tiempo de forma miserable. Eso sí: disfraces y fiestas de primavera, de verano, de otoño, de invierno, Halloween y cuanta estupidez se ponga a tiro, no se pierden ni una. Hasta el pavo de Acción de Gracias empiezan a comer en algunos colegios -que hay que ser gilipollas- aunque los enanos no tengan ni idea de qué agradecer, ni a quién. Por lo demás, sobre la asignatura de Alternativa puedo citar un ejemplo cercano, certificado: el curso pasado, a una sobrina mía -este año sus padres, agnósticos y de izquierdas, la han apuntado a Religión- le enseñaron a jugar al bingo.
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El domingo pasado, 17 de diciembre de 2012, se publicaba el artículo que hoy transcribo aquí. Trata sobre la Religión en la escuela y estoy completamente alineado con lo escrito en dicho artículo, no por haber sido formado y educado en un colegio Católico durante 12 años de mi vida, que también, si no porque el argumento principal de la columna, entendiéndolo de manera cultural y social, "es de cajón". Creo que poco se puede discutir al respecto, así que no pierdo más el tiempo y os dejo con la "Patente de Corso" de esta semana de Arturo Pérez-Reverte.
¿Abraham? ¿Sansón? ¿Dalila?
Arturo Pérez-Reverte | XL Semanal | 17 de diciembre de 2012
Me lo comentó el otro día una profesora que trabaja en un colegio laico, mixto, de excelente nivel y prestigio. Con vitola culta y liberal. De los veintitantos niños de ocho a nueve años que tiene en su clase, sólo dos cursan Religión como asignatura optativa. Y en el resto del cole, más menos. Casi todos los padres eligen para sus hijos algo llamado Alternativa. Eso me picó la curiosidad. Lo mismo me da para insultar a alguien el próximo domingo, me dije. Que en los últimos artículos me he amariconado mucho. Así que esta semana hice algunas preguntas y obtuve, como veía venir, apasionantes respuestas. Y conclusiones. La principal, básicamente, es que lo mismo con el Pepé, con el Pesoe o con la madre que nos parió, esto va a seguir siendo una puñetera bazofia para analfabetos. Porque seamos justos. Ni siquiera podemos echar la culpa a los planes infames de educación que unos y otros nos llevan asestando desde hace tiempo. Los primeros responsables, los culpables son los mismos papis. O sea. No sé si me explico. Somos nosotros.
Hagan una prueba. Yo la hice, y todavía me tiemblan las manos. Pregunten a una docena de chicos de quince años, formados en esa ESO nefasta que nos legaron los infames Maravall y Solana, con la complicidad posterior de tanto idiota y/o cobarde responsable de Educación -que cada uno se adjudique el adjetivo adecuado- y el remate de los analfabetos que legislan desde Bruselas, cómo se tomaba la vida Job, qué lamentaba Jeremías, qué es multiplicar panes y peces o qué efecto produjeron las trompetas de Jericó. Aunque tampoco crean ustedes que lo de Religión es para tirar cohetes. Que eso garantiza nada. En este mundo descafeinado y edulcorado que ofrecemos a las criaturas, algunos consideran que ya han cumplido con ponerle el Moisés de Disney a los niños. Los más osados van por ahí, figúrense, por ese registro de perfil bajo: pajaritos y flores en el Edén, Ruth y Booz bailando entre espigas de trigo, José perdonando a los hijoputas de sus hermanos. Cosas así. A ver qué profesor tiene huevos, con los papás y los políticos y la sociedad de ahora, a contarles a los niños que Judith degolló a Holofernes tras echarle un polvo, que Noé no habría pasado un control de alcoholemia, que Abraham quiso dar matarile a su nene, o que Sansón, ciego por culpa de un malvado putón verbenero -me sorprende que las ultrafeminatas radicales no hayan exigido todavía borrar tal episodio de la Biblia-, se suicidó llevándose por delante a toda la peña de filisteos y filisteas. Que ésa es otra.
Pero bueno. Ni siquiera Disney, oigan. En lugar de aprender esas y otras cosas apasionantes o divertidas en clase de Religión, los niños van en masa a la de Alternativa, a tocarse las pelotillas -o su correspondiente, las niñas- haciendo manualidades y chorradas. Perdiendo el tiempo de forma miserable. Eso sí: disfraces y fiestas de primavera, de verano, de otoño, de invierno, Halloween y cuanta estupidez se ponga a tiro, no se pierden ni una. Hasta el pavo de Acción de Gracias empiezan a comer en algunos colegios -que hay que ser gilipollas- aunque los enanos no tengan ni idea de qué agradecer, ni a quién. Por lo demás, sobre la asignatura de Alternativa puedo citar un ejemplo cercano, certificado: el curso pasado, a una sobrina mía -este año sus padres, agnósticos y de izquierdas, la han apuntado a Religión- le enseñaron a jugar al bingo.
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martes, 11 de diciembre de 2012
jueves, 6 de diciembre de 2012
34 años...
Hoy, 6 de diciembre de 2012, se conmemora y algunos celebran el trigésimo cuarto aniversario de la Constitución Española. Sí, he dicho algunos, y quizás haya pecado de exceso, ven en el día de hoy un motivo de celebración, pero para otros, y cada día para más gente, hoy no hay absolutamente nada que celebrar, si no más bien todo lo contrario.
¿Puede haber motivo de celebración y alabanza hacia una mierda escrita, que empezando por lo más doloso que a día de hoy tenemos sobre el tapete, tiene a un cuarto de la población activa sin un puesto de trabajo?. ¿Qué ha sido de ese artículo de su tan querida y tan traída y llevada Constitución que dice que todo español tiene derecho a un puesto de trabajo digno?, me da a mí que a alguien se le ha debido olvidar dicho artículo, o lo que es peor y así me temo, se lo han pasado por el "arco del triunfo". Las preguntas anteriores enlazan perfectamente con otra que sin mucho discurrir todo hijo de vecino puede hacerse: ¿dónde ha quedado el otro artículo de la Carta Magna que propugna que todo español tiene derecho a techo?, pues se ha debido de quedar por el camino o bien, también se lo han vuelto a pasar por el mismo sitio que el anterior.
Con más de cinco millones de españoles sin un puesto de trabajo con el que realizarse personal y familiarmente, y con cientos de miles de desahucios a la espalda en lo que llevamos de crisis, más los que se producían anteriormente y los que todavía están por llegar, ¿todavía alguien ve el más mínimo motivo para celebrar hoy algo?, ¡no me jodas!.
Pero bien, vayamos un poco más atrás en el tiempo y pensemos, ¿dónde ha quedado el tejido industrial que con tanto esfuerzo se levantó en España entre los años sesenta y setenta del pasado siglo y que nos colocó como novena potencia industrial a nivel mundial?, exacto, en estos treinta y cuatro años ha volado. Y ahora nos tenemos que conformar con las migajas que empresas como Renault (por poner un ejemplo paradigmático) y algunas otras nos dan a cambio de vete tú a saber qué concesiones fiscales o qué asco de convenios han tenido que firmar los "sindicatos" para que la producción se quede en España. Y para 1.300 puestos de trabajo (precario) que se van a crear acude el presidente del gobierno, acompañado de un séquito ministerial que vergüenza ajena me dio el día que lo vi abriendo telediarios, regodeándose con la cara de imbécil que tiene, de que nos habían concedido la fabricación de no se qué vehículo para los próximos no se cuantos años, en fin, bochornoso.
No solo lo anterior lo ha arrasado la Constitución y sus treinta y cuatro años de vigencia, si no que la gran mayoría de los derechos adquiridos por los trabajadores durante años de lucha, se los han calzado de un plumazo. Sueldos irrisorios, jornadas laborales interminables, pérdida de dignidad en el puesto de trabajo en muchos sectores y encima, a agachar la cabeza, decir amén, y dar gracias por que al menos tienes un puesto de trabajo que te reporta unos maravillosos 500 ó 600 € al mes.
Estos treinta y cuatro años de Constitución también han traído a la actualidad otro fenómeno que parecía erradicado de España desde hace décadas y que no es otro que el de la emigración. Miles de españoles vuelven de nuevo a coger las maletas para buscarse un futuro fuera de nuestras fronteras. Y no es solo emigración cualificada (personal sanitario, ingenieros, investigadores, etc.) como se cacarea por prensa, radio y televisión, que también, si no mano de obra no cualificada (sector agrícola principalmente) que ante la falta de recursos laborales y desmantelamiento progresivo, al igual que pasa con el industrial, del tejido agrícola patrio, tienen que irse a ganarse fuera las habichuelas para poder mantener dignamente a sus familias.
Lo que sí se ha hecho cojonudamente en estos años de "progreso" es convertir a España en un país que solo sabe servir cañas y poner un ladrillo encima de otro, total, ya lo dijo aquél: ¡que inventen ellos!. Qué asco, joder, qué asco.
No quiero dejar de mencionar también la pérdida de soberanía nacional y económica que en estos treinta y cuatro años de Constitución venimos sufriendo. Organismos supranacionales como la OTAN (¿recordáis aquéllo de OTAN no, bases fuera?), Unión Europea, FMI, BCE, y no se cuántas siglas, apócopes y basura varia más nos han dejado sin un ápice de poder de decisión sobre las cuestiones que nos atañen a los españoles y que nunca deberíamos haber dejado en manos de dichos organismos que todos sabemos a qué oscuros intereses atienden, y el que no lo sepa, que aprenda. ¿Alguien ve medianamente normal que tengamos que cumplir a pies juntillas los dictados de una señora (fea de cojones, para más pistas) que está a miles de kilómetros de aquí y que única y exclusivamente vela por los intereses de sus bancos?, eso, por solo poner un ejemplo...
Así que por esto y mucho, muchísimo más, que no he querido explicitar aquí por no hacer el artículo interminable y soporífero, no tengo más remedio que decirles a todos esos que tanto alaban las bondades, grandeza e inviolabilidad de su Constitución que se la metan por donde amargan los pepinos, es decir, por el culo. Yo no he votado esa Constitución, ni jamás la hubiese votado, así que no me siento representado en lo más mínimo por la misma.
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¿Puede haber motivo de celebración y alabanza hacia una mierda escrita, que empezando por lo más doloso que a día de hoy tenemos sobre el tapete, tiene a un cuarto de la población activa sin un puesto de trabajo?. ¿Qué ha sido de ese artículo de su tan querida y tan traída y llevada Constitución que dice que todo español tiene derecho a un puesto de trabajo digno?, me da a mí que a alguien se le ha debido olvidar dicho artículo, o lo que es peor y así me temo, se lo han pasado por el "arco del triunfo". Las preguntas anteriores enlazan perfectamente con otra que sin mucho discurrir todo hijo de vecino puede hacerse: ¿dónde ha quedado el otro artículo de la Carta Magna que propugna que todo español tiene derecho a techo?, pues se ha debido de quedar por el camino o bien, también se lo han vuelto a pasar por el mismo sitio que el anterior.
Con más de cinco millones de españoles sin un puesto de trabajo con el que realizarse personal y familiarmente, y con cientos de miles de desahucios a la espalda en lo que llevamos de crisis, más los que se producían anteriormente y los que todavía están por llegar, ¿todavía alguien ve el más mínimo motivo para celebrar hoy algo?, ¡no me jodas!.
Pero bien, vayamos un poco más atrás en el tiempo y pensemos, ¿dónde ha quedado el tejido industrial que con tanto esfuerzo se levantó en España entre los años sesenta y setenta del pasado siglo y que nos colocó como novena potencia industrial a nivel mundial?, exacto, en estos treinta y cuatro años ha volado. Y ahora nos tenemos que conformar con las migajas que empresas como Renault (por poner un ejemplo paradigmático) y algunas otras nos dan a cambio de vete tú a saber qué concesiones fiscales o qué asco de convenios han tenido que firmar los "sindicatos" para que la producción se quede en España. Y para 1.300 puestos de trabajo (precario) que se van a crear acude el presidente del gobierno, acompañado de un séquito ministerial que vergüenza ajena me dio el día que lo vi abriendo telediarios, regodeándose con la cara de imbécil que tiene, de que nos habían concedido la fabricación de no se qué vehículo para los próximos no se cuantos años, en fin, bochornoso.
No solo lo anterior lo ha arrasado la Constitución y sus treinta y cuatro años de vigencia, si no que la gran mayoría de los derechos adquiridos por los trabajadores durante años de lucha, se los han calzado de un plumazo. Sueldos irrisorios, jornadas laborales interminables, pérdida de dignidad en el puesto de trabajo en muchos sectores y encima, a agachar la cabeza, decir amén, y dar gracias por que al menos tienes un puesto de trabajo que te reporta unos maravillosos 500 ó 600 € al mes.
Estos treinta y cuatro años de Constitución también han traído a la actualidad otro fenómeno que parecía erradicado de España desde hace décadas y que no es otro que el de la emigración. Miles de españoles vuelven de nuevo a coger las maletas para buscarse un futuro fuera de nuestras fronteras. Y no es solo emigración cualificada (personal sanitario, ingenieros, investigadores, etc.) como se cacarea por prensa, radio y televisión, que también, si no mano de obra no cualificada (sector agrícola principalmente) que ante la falta de recursos laborales y desmantelamiento progresivo, al igual que pasa con el industrial, del tejido agrícola patrio, tienen que irse a ganarse fuera las habichuelas para poder mantener dignamente a sus familias.
Lo que sí se ha hecho cojonudamente en estos años de "progreso" es convertir a España en un país que solo sabe servir cañas y poner un ladrillo encima de otro, total, ya lo dijo aquél: ¡que inventen ellos!. Qué asco, joder, qué asco.
No quiero dejar de mencionar también la pérdida de soberanía nacional y económica que en estos treinta y cuatro años de Constitución venimos sufriendo. Organismos supranacionales como la OTAN (¿recordáis aquéllo de OTAN no, bases fuera?), Unión Europea, FMI, BCE, y no se cuántas siglas, apócopes y basura varia más nos han dejado sin un ápice de poder de decisión sobre las cuestiones que nos atañen a los españoles y que nunca deberíamos haber dejado en manos de dichos organismos que todos sabemos a qué oscuros intereses atienden, y el que no lo sepa, que aprenda. ¿Alguien ve medianamente normal que tengamos que cumplir a pies juntillas los dictados de una señora (fea de cojones, para más pistas) que está a miles de kilómetros de aquí y que única y exclusivamente vela por los intereses de sus bancos?, eso, por solo poner un ejemplo...
Así que por esto y mucho, muchísimo más, que no he querido explicitar aquí por no hacer el artículo interminable y soporífero, no tengo más remedio que decirles a todos esos que tanto alaban las bondades, grandeza e inviolabilidad de su Constitución que se la metan por donde amargan los pepinos, es decir, por el culo. Yo no he votado esa Constitución, ni jamás la hubiese votado, así que no me siento representado en lo más mínimo por la misma.
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martes, 4 de diciembre de 2012
Lo que pasa en nuestras calles...
Me veo en la obligación moral de hacer eco aquí de una noticia que acabo de leer en www.tribunadeeuropa.com que literalmente me ha puesto el vello de punta. Transcribo el contenido de la misma, así como el vídeo que la acompaña, con la intención de remover, al igual que se me ha removido a mí, alguna que otra conciencia. No me enrollo más, ya que la noticia es lo suficientemente explícita:
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Lo que pasa en nuestras calles...
4 de diciembre de 2012 | Tribuna de Europa
El publicista que trabajó gratis para Cáritas para reflejar la nueva pobreza:
Una experiencia personal llevó al profesional -que había filmado spots para grandes firmas y artistas- a mover toda la maquinaria para filmar un conmovedor vídeo para Cáritas.
A lo largo de su vida había forjado una carrera como publicista de éxito, en la que había logrado grabar algunos anuncios para grandes firmas españolas y videoclips para cantantes como Alejandro Sanz. Como cualquier profesional de su especialidad, Alejandro Toledo cobraba por cada proyecto en el que trabajaba. Pero una fuerte experiencia personal le llevó a colaborar gratis con Cáritas, filmando un spot publicitario conmovedor que refleja la difícil situación de miles de familias en Madrid a causa de la crisis y la labor de esta institución.
“Hay que animarse a echar una mano”, exorta el vídeo de Cáritas Madrid, un spot que refleja la crudeza de una pequeña familia, formada por un padre y una hija, que se ven obligados a dormir en un cajero por la falta de recursos. Su pequeño rayo de esperanza llega de la mano de Cáritas, que sin pedir nada a cambio les ofrece la comida necesaria para subsistir cada día, como lo hace con miles de personas en la Comunidad de Madrid.
En una entrevista publicada en El Mundo, Alejandro Toledo cuenta cómo un día vio a un compañero de profesión, perfectamente vestido y arreglado, entrando en un comedor social de Cáritas para pedir comida. Al imaginarse él mismo en esa situación, propuso a Cáritas Madrid la realización gratuita del spot.
Marlboro, Mercedes, Loewe, Renfe o Ford son algunas de las grandes firmas para las que Toledo ha trabajado a lo largo de su carrera profesional. La implicación de todas las partes en el rodaje del vídeo hizo posible que el coste final para Cáritas fuera el de cero euros. El material de rodaje fue aportado por él mismo, el actor principal es un artista callejero, y su propia hija es la protagonista reflejada en un spot valorado en unos 40.000 euros.
Gente alejada de la tradicional imagen de la pobreza, familias completas a la que la crisis ha conducido a una situación extrema soliviantada por la acción de Cáritas, son cada vez más protagonistas de las imágenes diarias que a diario se pueden ver en estos comedores sociales.
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domingo, 2 de diciembre de 2012
Libros #69: ¡Arriba España!
De nuevo Ediciones Nueva República pone en manos del lector interesado un libro imprescindible para conocer la historia de Falange Española. Se trata esta vez de ¡Arriba España!, seguido de Catecismo del Estado nuevo, donde Juan Bautista Pérez de Cabo nos acerca de primera mano, por tratarse éste de uno de los más activos militantes falangistas en los difíciles años 30, a lo que desde su humilde punto de vista fue aquélla Falange que en sus orígenes, antes de convertirse en la comparsa teatral del franquismo, solo cobijaba a estudiantes, obreros e intelectuales.
Es esta la tercera edición (la primera fue en 1935 y la segunda, cuatro años después) de un pequeño libro prácticamente desconocido por la gran mayoría del público, incluso algún que otro estudioso de la Falange primigenia lo ha pasado por alto, debido al "anonimato" del autor, que en estos dos pequeños ensayos comienza y termina su obra literaria, por dedicarse Pérez de Cabo a otros menesteres laborales que nada tenían que ver con las letras.
Me ha gustado el libro. No es una biografía más de José Antonio Primo de Rivera, ni una obra de rigor doctrinal falangista, ni tampoco un recorrido cronológico al uso por las aventuras y desventuras de ese grupo de idealistas que hicieron piña en torno al José Antonio, con la férrea convicción de que otra España era posible. Uno de ellos era Juan Bautista Pérez de Cabo, un buen hombre en el sentido más amplio del término que en sus ratos libres, tras su trabajo diario con el que se ganaba más mal que bien el pan y después de las horas que le dedicaba a la militancia política, sacó tiempo para poner negro sobre blanco su visión de aquél que parecía estar llamado a poner a España en el sitio que le correspondía -José Antonio Primo de Rivera- , así como a acercar a todo el que estuviera interesado en echarle una ojeada a su obra, los orígenes de Falange Española, la actualidad de la misma y qué se pretendía llevar a cabo en la España soñada por ese grupo de entusiastas que vestían camisa azul mahón y correajes.
Una vez terminado de escribir el ensayo, el mismo autor se lo entregó personalmente a José Antonio Primo de Rivera para que éste diera su visto bueno, así como su consentimiento y claro está, ayuda financiera para que el libro viera la luz y José Antonio, que valoró positivamente la iniciativa de uno de sus más aguerridos militantes, tras unas pequeñas correcciones más de estilo que de contenido, apoyó a Juan Bautista para que su libro fuese publicado y este fue el resultado. Un libro donde su encanto y grandeza radican en su pureza primigenia y su coherencia inconformista -tal como podemos leer en la contraportada de esta edición de ENR.
Para terminar y como dato tan curioso como tétrico a la vez, he de decir que Juan Bautista Pérez de Cabo, el buen hombre, el falangista que encandiló a José Antonio por su pluma sincera y sencilla y militante dispuesto a dar hasta su propia vida por una idea, acabó fusilado por un pelotón de fusilamiento franquista en un acto de acallar la voz discordante, la voz revolucionaria, la voz más inconformista con la España que estaba diseñando en general Franco, junto a su círculo más cercano y por la que miles y miles de jóvenes falangistas, por supuestísimo que no habían luchado.
En memoria de Juan Bautista Pérez de Cabo y de tantos otros que dieron su vida en defensa de un ideal justo, valga esta pequeña reseña. Twittear
Es esta la tercera edición (la primera fue en 1935 y la segunda, cuatro años después) de un pequeño libro prácticamente desconocido por la gran mayoría del público, incluso algún que otro estudioso de la Falange primigenia lo ha pasado por alto, debido al "anonimato" del autor, que en estos dos pequeños ensayos comienza y termina su obra literaria, por dedicarse Pérez de Cabo a otros menesteres laborales que nada tenían que ver con las letras.
Me ha gustado el libro. No es una biografía más de José Antonio Primo de Rivera, ni una obra de rigor doctrinal falangista, ni tampoco un recorrido cronológico al uso por las aventuras y desventuras de ese grupo de idealistas que hicieron piña en torno al José Antonio, con la férrea convicción de que otra España era posible. Uno de ellos era Juan Bautista Pérez de Cabo, un buen hombre en el sentido más amplio del término que en sus ratos libres, tras su trabajo diario con el que se ganaba más mal que bien el pan y después de las horas que le dedicaba a la militancia política, sacó tiempo para poner negro sobre blanco su visión de aquél que parecía estar llamado a poner a España en el sitio que le correspondía -José Antonio Primo de Rivera- , así como a acercar a todo el que estuviera interesado en echarle una ojeada a su obra, los orígenes de Falange Española, la actualidad de la misma y qué se pretendía llevar a cabo en la España soñada por ese grupo de entusiastas que vestían camisa azul mahón y correajes.
Una vez terminado de escribir el ensayo, el mismo autor se lo entregó personalmente a José Antonio Primo de Rivera para que éste diera su visto bueno, así como su consentimiento y claro está, ayuda financiera para que el libro viera la luz y José Antonio, que valoró positivamente la iniciativa de uno de sus más aguerridos militantes, tras unas pequeñas correcciones más de estilo que de contenido, apoyó a Juan Bautista para que su libro fuese publicado y este fue el resultado. Un libro donde su encanto y grandeza radican en su pureza primigenia y su coherencia inconformista -tal como podemos leer en la contraportada de esta edición de ENR.
Para terminar y como dato tan curioso como tétrico a la vez, he de decir que Juan Bautista Pérez de Cabo, el buen hombre, el falangista que encandiló a José Antonio por su pluma sincera y sencilla y militante dispuesto a dar hasta su propia vida por una idea, acabó fusilado por un pelotón de fusilamiento franquista en un acto de acallar la voz discordante, la voz revolucionaria, la voz más inconformista con la España que estaba diseñando en general Franco, junto a su círculo más cercano y por la que miles y miles de jóvenes falangistas, por supuestísimo que no habían luchado.
En memoria de Juan Bautista Pérez de Cabo y de tantos otros que dieron su vida en defensa de un ideal justo, valga esta pequeña reseña. Twittear
martes, 13 de noviembre de 2012
miércoles, 7 de noviembre de 2012
VII Jornadas de la Disidencia
Los próximos días 16, 17 y 18 de noviembre tendrá lugar la séptima edición de las Jornadas de la Disidencia, organizadas por el Círculo de Estudios la Emboscadura y la editorial Ediciones Nueva República. Son seis ediciones las ya acontecidas y las mismas se han convertido en un referente tanto nacional como europeo en lo que a lucha y acción cultural disidente en el ámbito del nacionalismo revolucionario se refiere.
Quiero aportar mi colaboración con la difusión de esta séptima edición de las Jornadas, publicando el vídeo que para la ocasión ha sido editado y difundido por los organizadores, así como por el Movimiento Social Republicano.
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Quiero aportar mi colaboración con la difusión de esta séptima edición de las Jornadas, publicando el vídeo que para la ocasión ha sido editado y difundido por los organizadores, así como por el Movimiento Social Republicano.
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jueves, 1 de noviembre de 2012
Libros #68: Eugenio o proclamación de la primavera.
Adquirí la reedición de Eugenio o proclamación de la primavera con la que Ediciones Nueva República rindió su particular homenaje al que fuera considerado el Quevedo del siglo XX, Rafael García Serrano, periodista, novelista, poeta, guionista cinematográfico y ante todo y sobre todo, un hombre de espíritu limpio, un hombre íntegro, uno de esos falangistas de la primera hora que de uno u otro modo, se vieron condenados, como tantos otros, al ostracismo ideológico cuando a Falange Española de las JONS, el régimen de Franco la relegó a realizarle única y exclusivamente la "coreografía azul", y a la revolución preconizada por todos estos hombres, comenzó a llamársela "la revolución pendiente" y en esas seguimos...
Eugenio, como se conoce, o más bien, conocía popularmente a esta novela -ya que como tantos otros libros de autores políticamente incorrectos, han sido fulminados de las estanterías de las librerías, y no digamos nada de los planes de estudio de las asignaturas de literatura en colegios e institutos-, fue escrita durante las largas estancias del autor en hospitales de campaña durante la Guerra Civil Española y hay que interpretarla en su contexto histórico. Eran tiempos aquéllos convulsos, una época, donde no se dudaba ni un momento en empuñar un arma por defender lo que uno creía, bien tomando partido por un "bando" o por otro y todo ese heroísmo, toda esa integridad ideológica, acabó desembocando en una cruenta guerra civil. En estas circunstancias escribió García Serrano esta pequeña novela, cuyo personaje principal, Eugenio, encarna la sangre joven que fusil al hombro, se tiró a los campos de España a morir por ella y por un "nuevo amanecer".
Con una prosa que deleita incluso a los que no somos muy amigos de la novela, este libro pone el vello de punta y cuando pasas su última página, te hace mirar la portada ya con añoranza, por el buen momento que has tenido devorando una a una las páginas del libro, cosa que no con muchos libros me ha ocurrido. Y para terminar, os dejo como muestra un botón, un pequeño extracto del libro que contiene la esencia total del mismo, el pasaje que más me emocionó y que más me gustó, ahí queda:
"Muerte de voluntad. Ésta sí que es bella, camarada Eugenio, porque la buscas tú y te la impones con voluntad. Mueres bajo el sol o bajo las estrellas. Pero mueres en combate y tu sangre se hace fértil como una primavera. Nadie dice nada.
Sólo tus camaradas alzan el brazo, escriben tu nombre en letras de oro y gritan: Presente. Tienen los ojos brillantes y no lloran porque han de honrarte con fiesta de pólvora y asalto. Media hora después cantan un himno. Y en las estrofas del himno estás tú -presente-.
Dos horas después están encarcelados. Y tú con ellos - presente-. Y siempre tú - presente-. Con tu último gesto - presente-, con tu última y eterna sangre -presente-.
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Eugenio, como se conoce, o más bien, conocía popularmente a esta novela -ya que como tantos otros libros de autores políticamente incorrectos, han sido fulminados de las estanterías de las librerías, y no digamos nada de los planes de estudio de las asignaturas de literatura en colegios e institutos-, fue escrita durante las largas estancias del autor en hospitales de campaña durante la Guerra Civil Española y hay que interpretarla en su contexto histórico. Eran tiempos aquéllos convulsos, una época, donde no se dudaba ni un momento en empuñar un arma por defender lo que uno creía, bien tomando partido por un "bando" o por otro y todo ese heroísmo, toda esa integridad ideológica, acabó desembocando en una cruenta guerra civil. En estas circunstancias escribió García Serrano esta pequeña novela, cuyo personaje principal, Eugenio, encarna la sangre joven que fusil al hombro, se tiró a los campos de España a morir por ella y por un "nuevo amanecer".
Con una prosa que deleita incluso a los que no somos muy amigos de la novela, este libro pone el vello de punta y cuando pasas su última página, te hace mirar la portada ya con añoranza, por el buen momento que has tenido devorando una a una las páginas del libro, cosa que no con muchos libros me ha ocurrido. Y para terminar, os dejo como muestra un botón, un pequeño extracto del libro que contiene la esencia total del mismo, el pasaje que más me emocionó y que más me gustó, ahí queda:
"Muerte de voluntad. Ésta sí que es bella, camarada Eugenio, porque la buscas tú y te la impones con voluntad. Mueres bajo el sol o bajo las estrellas. Pero mueres en combate y tu sangre se hace fértil como una primavera. Nadie dice nada.
Sólo tus camaradas alzan el brazo, escriben tu nombre en letras de oro y gritan: Presente. Tienen los ojos brillantes y no lloran porque han de honrarte con fiesta de pólvora y asalto. Media hora después cantan un himno. Y en las estrofas del himno estás tú -presente-.
Dos horas después están encarcelados. Y tú con ellos - presente-. Y siempre tú - presente-. Con tu último gesto - presente-, con tu última y eterna sangre -presente-.
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lunes, 29 de octubre de 2012
miércoles, 17 de octubre de 2012
Libros #67: DELENDA EST ISRAEL.
Para todos aquellos que no lo sepan, habría que decir en primer lugar, que Erik Norling es uno de los mayores especialistas en la historia del "fascismo español", además de una de las voces más autorizadas en cualquier tribuna, habida y por haber, que estos temas haya tratado, trate o quiera tratar. Ni que decir tiene que no es un autor subvencionado por ninguna institución, ni un paniaguado a sueldo de cualquier sátrapa dispuesto a dejarse los cuartos con tal de tergiversar, distorsionar y manipular hasta la extenuación la Historia, toda la Historia, y no solo la que concierne a los años 30 y la llegada de los "ismos" a España.
El subtítulo de este pequeño ensayo reza lo siguiente: "El fascismo fundacional español y la cuestión judía". Más claro, explícito e ilustrativo de lo que nos vamos a encontrar a lo largo de las pocas páginas del libro no podía ser, por tanto, sin más adornos ni florituras, adentrémonos en el contenido de la obra y veamos qué nos vamos a encontrar tras una atenta y dilucidadora lectura de la misma.
El primer capítulo es una breve introducción al antisemitismo del que se hacía bandera por parte de algunos "fascismos" europeos, siendo sin ningún género de dudas el Nacional-Socialismo alemán su máxima expresión, aunque cabe decir que hubo otros movimientos fascistas y/o filofascistas en Europa, que también hacían suyo un cierto grado de antisemitismo. En definitiva, que este primer capítulo no es más que una reseña histórica para poner en el contexto de la época el poco o mucho antisemitismo que en España hubiese.
Los siguientes capítulos conforman el "núcleo" del ensayo. En primer lugar aparece en escena Ramiro Ledesma Ramos y sus Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalista. Basten estas líneas extraídas del propio libro para dar carpetazo a este capítulo: "Para el principal representante ideológico del fascismo español, Ramiro Ledesma Ramos, el tema judío apenas existe y su aparición en sus discursos doctrinales es meramente circunstancial". Pero esto no es óbice para reconocer la admiración que Ramiro sentía por el Nacional-Socialismo alemán, además de que nunca se desmarcó de los que defendían posturas antijudías en España, aceptándolos en sus filas como a Onésimo Redondo. Aunque bien es cierto que al menos Ramiro Ledesma no dejó plasmado en ningún sitio que sintiera el más mínimo odio o animadversión hacia los judíos.
El siguiente capítulo nos habla de Onésimo Redondo en particular y del "grupo de Valladolid" en general. A nadie le puede caber la más mínima duda acerca del antisemitismo militante de Onésimo Redondo y sus Juntas Castellanas de Actuación Hispánica y por tanto, en torno a ello gira prácticamente el argumento principal del ensayo. Aparecerán ante nosotros textos, escritos y discursos de Onésimo y su grupo vallisoletano, especialmente de la revista "Libertad". Recordemos también que Onésimo Redondo viajó a Alemania tras obtener una plaza como lector de español en la Universidad de Mannheim en plena expansión del Partido Nacional Socialista Obrero Alemán y quizás allí "bebió" de tesis antijudías. Asistí hace unos meses a la sede de Vieja Escuela Madrid, que en su primer ciclo de conferencias tuvieron como invitado a Luis Miguel Villegas -autor del magnífico libro "Onésimo Redondo. Los albores de La Falange" y uno de los mejores conocedores de la figura de Onésimo Redondo- el cuál, a una de mis cuestiones en el turno de ruegos y preguntas que versaba sobre el viaje de Onésimo a Alemania, nos comentó a los que allí estábamos que no, que el antisemitismo de Onésimo era prácticamente innato, algo visceral y que por supuesto no era algo racial como lo era el del Nacional-Socialismo de Hitler, si no un antijudaísmo anclado en el pasado de España y en su profundo "catolicismo castellano".
También tiene cabida en el libro de Norling, como no podía ser de otra manera, el antisemitismo que atañe a Falange Española, que pasa tres cuartos de lo mismo que pasaba con Ramiro, apenas hay testimonio escrito que incite a pensar que José Antonio Primo de Rivera fuese antijudío. Sin embargo sí aparecen en escena algunos textos aparecidos en Patria Sindicalista, órgano de expresión de la Falange valenciana, donde sí se hace militancia antijudía, aparte de exponernos otros textos de Arriba y algún que otro órgano de expresión falangista como F.E.
Y para terminar el ensayo, se hace referencia a un personaje imprescindible cuando de "fascismo fundacional español" se habla, que no es otro que el magnífico Ernesto Giménez Caballero, donde se exponen las ideas de éste sobre la cuestión judía, interesante capítulo donde los haya. Finalmente y a modo de epílogo, Erik Norling responde a la siguiente pregunta: "¿Un antisemitismo fascista español?", respuesta que por supuesto no desvelaré y os animo a comprar y leer el libro porque realmente merece la pena.
P.D: El título del libro es un guiño a la famosa locución latina, atribuída a Catón el Viejo "Carthago delenda est", que literalmente significa "Cartago debe ser destruída"... Twittear
El subtítulo de este pequeño ensayo reza lo siguiente: "El fascismo fundacional español y la cuestión judía". Más claro, explícito e ilustrativo de lo que nos vamos a encontrar a lo largo de las pocas páginas del libro no podía ser, por tanto, sin más adornos ni florituras, adentrémonos en el contenido de la obra y veamos qué nos vamos a encontrar tras una atenta y dilucidadora lectura de la misma.
El primer capítulo es una breve introducción al antisemitismo del que se hacía bandera por parte de algunos "fascismos" europeos, siendo sin ningún género de dudas el Nacional-Socialismo alemán su máxima expresión, aunque cabe decir que hubo otros movimientos fascistas y/o filofascistas en Europa, que también hacían suyo un cierto grado de antisemitismo. En definitiva, que este primer capítulo no es más que una reseña histórica para poner en el contexto de la época el poco o mucho antisemitismo que en España hubiese.
Los siguientes capítulos conforman el "núcleo" del ensayo. En primer lugar aparece en escena Ramiro Ledesma Ramos y sus Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalista. Basten estas líneas extraídas del propio libro para dar carpetazo a este capítulo: "Para el principal representante ideológico del fascismo español, Ramiro Ledesma Ramos, el tema judío apenas existe y su aparición en sus discursos doctrinales es meramente circunstancial". Pero esto no es óbice para reconocer la admiración que Ramiro sentía por el Nacional-Socialismo alemán, además de que nunca se desmarcó de los que defendían posturas antijudías en España, aceptándolos en sus filas como a Onésimo Redondo. Aunque bien es cierto que al menos Ramiro Ledesma no dejó plasmado en ningún sitio que sintiera el más mínimo odio o animadversión hacia los judíos.
El siguiente capítulo nos habla de Onésimo Redondo en particular y del "grupo de Valladolid" en general. A nadie le puede caber la más mínima duda acerca del antisemitismo militante de Onésimo Redondo y sus Juntas Castellanas de Actuación Hispánica y por tanto, en torno a ello gira prácticamente el argumento principal del ensayo. Aparecerán ante nosotros textos, escritos y discursos de Onésimo y su grupo vallisoletano, especialmente de la revista "Libertad". Recordemos también que Onésimo Redondo viajó a Alemania tras obtener una plaza como lector de español en la Universidad de Mannheim en plena expansión del Partido Nacional Socialista Obrero Alemán y quizás allí "bebió" de tesis antijudías. Asistí hace unos meses a la sede de Vieja Escuela Madrid, que en su primer ciclo de conferencias tuvieron como invitado a Luis Miguel Villegas -autor del magnífico libro "Onésimo Redondo. Los albores de La Falange" y uno de los mejores conocedores de la figura de Onésimo Redondo- el cuál, a una de mis cuestiones en el turno de ruegos y preguntas que versaba sobre el viaje de Onésimo a Alemania, nos comentó a los que allí estábamos que no, que el antisemitismo de Onésimo era prácticamente innato, algo visceral y que por supuesto no era algo racial como lo era el del Nacional-Socialismo de Hitler, si no un antijudaísmo anclado en el pasado de España y en su profundo "catolicismo castellano".
También tiene cabida en el libro de Norling, como no podía ser de otra manera, el antisemitismo que atañe a Falange Española, que pasa tres cuartos de lo mismo que pasaba con Ramiro, apenas hay testimonio escrito que incite a pensar que José Antonio Primo de Rivera fuese antijudío. Sin embargo sí aparecen en escena algunos textos aparecidos en Patria Sindicalista, órgano de expresión de la Falange valenciana, donde sí se hace militancia antijudía, aparte de exponernos otros textos de Arriba y algún que otro órgano de expresión falangista como F.E.
Y para terminar el ensayo, se hace referencia a un personaje imprescindible cuando de "fascismo fundacional español" se habla, que no es otro que el magnífico Ernesto Giménez Caballero, donde se exponen las ideas de éste sobre la cuestión judía, interesante capítulo donde los haya. Finalmente y a modo de epílogo, Erik Norling responde a la siguiente pregunta: "¿Un antisemitismo fascista español?", respuesta que por supuesto no desvelaré y os animo a comprar y leer el libro porque realmente merece la pena.
P.D: El título del libro es un guiño a la famosa locución latina, atribuída a Catón el Viejo "Carthago delenda est", que literalmente significa "Cartago debe ser destruída"... Twittear
lunes, 15 de octubre de 2012
La Sexta...temporada.
Tras un intenso verano tanto en lo personal como en lo profesional, que me ha llevado a tener abandonado el blog durante casi dos meses, he de decir para alegría de algunos, desgracia de otros e indiferencia para la mayoría, que ¡estoy de vuelta!. Sí, así es, retomo de nuevo las riendas de este espacio, exiguo en número de visitas, aunque he de apuntar que con crecimiento constante en el número de las mismas desde su "fundación", pero inmenso en la curiosidad, nivel intelectual y capacidad de crítica de sus asiduos lectores y suscriptores. Sois vosotros la piedra sobre la que se edifica esta "Santa Iglesia" y los que me animáis a que mantenga vivo este reducto de resistencia a lo que nos viene dado e impuesto, de opinión crítica, cien por cien políticamente incorrecto y sin ánimo de ofender ni herir sensibilidad alguna, "porculero" elevado a la enésima potencia cuando "n" tiende a infinito.
No faltarán temas ateniéndome a la actualidad de este "otoño caliente" en lo que a lo político, social y económico se refiere. Ya planea sobre nuestras cabezas la sombra de una posible huelga general para mediados de noviembre, la cual, como no puede ser de otra manera, secundaría. Elecciones en el País Vasco y Galicia en menos que canta un gallo, y a la vuelta de la esquina tras éstas, elecciones en Cataluña para mayor gloria del que parece erigirse como abanderado de la causa independentista catalana, el cuál, con tal de que no se hable de su esperpéntica gestión económica es capaz de vender su alma al diablo y hacerse más papista que el Papa si la actualidad lo requiere. ¡Cuánto hijo de puta hay suelto!. Y hay más, vaya que si hay más; vencimientos inmediatos de deuda que ni dios sabe cómo vamos a pagar, el lerdo éste que tenemos por presidente del gobierno que no da pie con bola, acabará pidiendo el rescate económico de España, entregando así la poca soberanía que todavía nos queda a banqueros, mercaderes y demás hijos de Sión que ya se están regocijando y repartiéndose la parte del pastel que a cada cual le corresponderá y así podría seguir hasta la extenuación enumerando guisados y desaguisados de esta España nuestra.
Pero no voy a seguir, porque me he prometido a mí mismo y a algún que otro lector del blog, que para esta temporada que hoy comienza, los artículos serán más breves, que no menos intensos, ya que es cierto y soy consciente de ello, que algún post llegaba a aburrir hasta a la madre que me parió.
La sección habitual de "Libros" continuará ya que se ha convertido en un pilar fundamental de este blog, aparte de que no me da la gana deshacerme de ella, ya que entre otras muchas cosas, me sirve para tener cronológicamente plasmados los libros que me voy leyendo y/o releyendo. También daré cabida, en mayor porcentaje de lo que lo venía haciendo hasta ahora, a artículos de opinión de otros autores que por su interés y siempre que sea acorde con la "línea editorial" de sabalete.es sean merecedores de tener aquí su hueco. Y por supuesto, que la ciencia, la tecnología, la informática, y demás temáticas propias de esta tribuna, seguirán teniendo su lugar como hasta ahora, así como alguna que otra novedad que iré introduciendo, siempre que el tiempo, que no las ganas, lo permita.
¡Comenzamos! Twittear
No faltarán temas ateniéndome a la actualidad de este "otoño caliente" en lo que a lo político, social y económico se refiere. Ya planea sobre nuestras cabezas la sombra de una posible huelga general para mediados de noviembre, la cual, como no puede ser de otra manera, secundaría. Elecciones en el País Vasco y Galicia en menos que canta un gallo, y a la vuelta de la esquina tras éstas, elecciones en Cataluña para mayor gloria del que parece erigirse como abanderado de la causa independentista catalana, el cuál, con tal de que no se hable de su esperpéntica gestión económica es capaz de vender su alma al diablo y hacerse más papista que el Papa si la actualidad lo requiere. ¡Cuánto hijo de puta hay suelto!. Y hay más, vaya que si hay más; vencimientos inmediatos de deuda que ni dios sabe cómo vamos a pagar, el lerdo éste que tenemos por presidente del gobierno que no da pie con bola, acabará pidiendo el rescate económico de España, entregando así la poca soberanía que todavía nos queda a banqueros, mercaderes y demás hijos de Sión que ya se están regocijando y repartiéndose la parte del pastel que a cada cual le corresponderá y así podría seguir hasta la extenuación enumerando guisados y desaguisados de esta España nuestra.
Pero no voy a seguir, porque me he prometido a mí mismo y a algún que otro lector del blog, que para esta temporada que hoy comienza, los artículos serán más breves, que no menos intensos, ya que es cierto y soy consciente de ello, que algún post llegaba a aburrir hasta a la madre que me parió.
La sección habitual de "Libros" continuará ya que se ha convertido en un pilar fundamental de este blog, aparte de que no me da la gana deshacerme de ella, ya que entre otras muchas cosas, me sirve para tener cronológicamente plasmados los libros que me voy leyendo y/o releyendo. También daré cabida, en mayor porcentaje de lo que lo venía haciendo hasta ahora, a artículos de opinión de otros autores que por su interés y siempre que sea acorde con la "línea editorial" de sabalete.es sean merecedores de tener aquí su hueco. Y por supuesto, que la ciencia, la tecnología, la informática, y demás temáticas propias de esta tribuna, seguirán teniendo su lugar como hasta ahora, así como alguna que otra novedad que iré introduciendo, siempre que el tiempo, que no las ganas, lo permita.
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viernes, 31 de agosto de 2012
¡ENHORABUENA CAMPEONES, AÚPA ATLETI!
Mis más sinceras felicitaciones al Atlético de Madrid, que dos años después de haber conseguido la Supercopa de Europa, ha vuelto a repetir la gesta, conquistando de nuevo el Viejo Continente, y van cuatro veces en dos años. ¡GRACIAS ATLETI!
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Atlético de Madrid, campeón de la Supercopa de Europa 2012
viernes, 3 de agosto de 2012
La puta crisis, tercera y última parte.
En los dos artículos que preceden a éste, los cuales podéis leer aquí (la primera parte) y aquí (la segunda) he realizado un recorrido por lo que desde mi punto de vista ha sido el origen de la crisis económica, política y social que asola a España, así como la situación actual en la que nos encontramos inmersos a día de hoy.
Hoy en día estamos bajo soberanía de lo que se ha acordado en llamar la troika (Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial y Banco Central Europeo) por un lado, y al amparo de los antojos y dictados que nos marca Alemania, bajo la batuta de la señora Merkel, si es que a semejante personaje se le puede llamar señora. En definitiva, que España tiene su soberanía completamente en manos de la finanza internacional que son los que dicen cuándo, cómo y en qué gastarnos los cuatro putos duros que nos prestan. Si a alguien todavía le queda alguna duda de esto que comento, solo tiene que echar la vista unos meses atrás y reflexionar qué han sido si no, las cuatro grandes reformas que ha aprobado el ya quemado gobierno de Mariano Rajoy. Bruselas y los mercados piden, Rajoy les da, entrando en un círculo vicioso que sin un golpe de autoridad y sin poner los cojones sobre la mesa para decir, ¡ya basta!, la espiral podría continuar indefinidamente, tal y como expuse metafóricamente con el niño que llora en el anterior artículo.
Pues viendo tal y como está la cosa, y como no se vislumbra posibilidad alguna de recuperación en el corto y medio plazo, hoy me propongo expresar lo que para mí sería la mejor manera de abandonar la vorágine en la que estamos inmersos. Mi artículo, por descontado, sigue en la línea de los dos anteriores, políticamente incorrecto donde los haya y con ganas de dar por culo a más no poder; y aunque mi tesis principal pueda parecer descabellada (salida de España del euro, aunque no quiero adelantar acontecimientos), no hay más que analizarla objetivamente para darse cuenta de que no es tal, máxime cuando hay voces autorizadas en la materia que ya se posicionan abiertamente a favor de que España abandone la moneda común como remedio a los males que estamos pacdeciendo.
3.- Soluciones para salir de la crisis.
A la vista de todo cristo está que las medidas tomadas tanto por el anterior Ejecutivo como por el actual no nos han llevado a buen puerto, si no todo lo contrario. El índice de paro está en índices desconocidos hasta hoy, el selectivo Ibex 35 está en niveles de hace una década, la prima de riesgo cabalga desbocada y la confianza hacia España es la misma que se podría tener hacia Burundi o cualquier otra república bananera. Estamos pagando por nuestra deuda intereses que rozan la usura y el gobierno, erre que erre haciéndolo el juego a los mercados con este "lameculismo" tan propio de alguien a quien le trae al pairo tanto la independencia de su Nación, como el bienestar de sus ciudadanos. Llegará un momento en que las arcas públicas estén en números rojos, no nos compre deuda soberana ni el maestro armero y España entre en suspensión de pagos, usando si se me permite el término empresarial, aunque quizás tendría que decir concurso de acreedores para ser técnicamente correcto. Por tanto, ¿qué salida le queda a España?.
Ya vimos el otro día que España, al pertenecer a ese selecto club de países bobalicones que en su día se sumaron al carro del euro, no tiene ningún control sobre su moneda. No podemos subir y/o bajar los tipos de interés, no podemos darle a la manivela para hacer dinero cuando nos haga falta, o simplemente cuando nos dé la gana para salvar una situación adversa, y a todo ello hay que sumar el cumplimiento de las estrictas normas económicas a las que estamos sometidos para que no se dispare la inflación y Alemania no se ponga nerviosa (recordemos que el euro tiene paridad con el marco, lo cual beneficia única y exclusivamente a los alemanes). Así que, y al igual que algunas voces reclaman para Grecia y al resto de países que están en la misma situación que nosotros (Portugal e Irlanda, junto a Italia), la solución pasa por romper radicalmente con el euro y que cada Estado vuelva a recuperar su soberanía económica vía a la vuelta a su antigua moneda. ¡Pero qué dices hombre!, pensaréis algunos, sobre todo si vuestras únicas fuentes de información son los medios de comunicación generalistas y controlados por férreos intereses económicos. Estoy harto no, más que eso, de leer y escuchar que una salida del euro sería nefasto para cualquier país, pero lo que todavía no he leído ni escuchado en ningún sitio es porqué sería tan sumamente malo como algunos nos quieren hacer creer.
La salida de España del euro, -no es que sea un antojo mío, si no que hay economistas de la talla de Arcadi Oliveres o Vicenç Navarro que ya han dejado negro sobre blanco su opinión al respecto- es la única solución que a la vista de las circunstancias veo para que España vuelva a la senda del crecimiento y poder recuperar nuestro estado de bienestar. Sí, sí señores, no me he vuelto loco, lo digo con todo el convencimiento del mundo, salgamos de euro lo antes posible para que la situación no se degrade más de lo que ya está y así evitar el hundimiento y quiebra total de lo que todavía queda de España. Pero, ¿qué pasos debemos seguir para una salida de España del euro?, a continuación daré unas pinceladas sobre esto, ya que no quiero hacer eterno el artículo que luego la gente se me aburre y me reconoce abiertamente que no se lo terminaron de leer.
En primer lugar, y quizás lo más importante, sería tener a la cabeza de la Nación a un gobierno con la firmeza suficiente para dar ese paso. Evidentemente con Rajoy al frente del Ejecutivo podemos ir olvidándonos de esto, ya que él y su gobierno, no son más que perros falderos de las instancias supranacionales, de carácter económico principalmente, que nos han llevado a esta situación. Pero bueno, supongamos por un momento que tuviésemos la suerte de tener en España un gobierno con dos huevos y autoridad suficiente para tomar ese rumbo sin que le temblara el pulso. Lo siguiente sería empezar a imprimir pesetas de manera clandestina, no me gusta mucho esa palabra, pero es que no quedaría más remedio que hacerlo así para no poner en alerta a todo hijo de vecino y no darles tiempo a tomar medidas en contra de esta decisión de España. Una vez se disponga de un montante suficiente de pesetas para hacer frente a los pagos más acuciantes (funcionariado, empresas acreedoras del Estado, tomar las primeras medidas para hacer economía expansiva, las primeras inversiones públicas, etc.) se tendría que avisar de que España abandona de manera unilateral y de forma irrevocable la moneda única. Ni que decir tiene que no pagaríamos el 100% de la deuda pública contraída. Se podría negociar una quita importante de nuestro dinero debido, siempre y cuando se pueda llegar a un acuerdo ventajoso para España, y en caso de no acercar posiciones con los bancos prestatarios y Estados que cobijan en su seno a dichos bancos, coger al toro por los cuernos y... avisar de que no se pagará ni un euro de deuda (en la historia de España, suman trece las veces que no hemos pagado nuestra deuda y aquí seguimos). La mayor parte de nuestra deuda pública la tienen bancos alemanes, franceses e ingleses, que de no pagar España lo que debe, podría perfectamente quebrar el sistema bancario y financiero de al menos Francia y Alemania por ser estos dos países con los que más deuda contraída tenemos, así que más les valdría aceptar una quita de buena parte de la deuda por la cuenta que les traería.
Al mismo tiempo en que se avisara de la salida del euro, si no antes, se tendría que proceder a la nacionalización de todo, y digo bien, todo, el sistema bancario español. Los bancos pasan a formar parte del Estado, nacionalizándose tanto sus activos como sus pasivos.
[NOTA: Aquí quiero hacer un inciso y decir que a día de hoy, y aunque esto no se cuente, los bancos técnicamente tienen nacionalizados sus pasivos, pero no sus activos. ¿Qué quiero decir eso?. Que el Estado está asumiendo todas y cada una de las pérdidas de las entidades bancarias (vía FROB, vía préstamos de hasta 100.000.000.000 € que se nos concede por parte de las autoridades europeas) y sin embargo no les pedimos nada a cambio. ¿Qué oscuros intereses habrá detrás, para que no se deje caer a ninguna entidad financiera?. Nos vienen con el cuento de que qué pasaría con los ahorros que los ciudadanos tuvieran depositados en dichos bancos y que por ello no se las deja caer. Pero vamos a ver, ¿no existe un fondo de garantía de depósitos del Banco de España, que asume los primeros 100.000 €?, ¿y qué ciudadano tiene más de 100.000 € en un banco a día de hoy?, creo que no hace falta dar más argumentos a favor de que se deje caer a los putos bancos como a cualquier otra empresa, lo mismo cuando alguno vea las barbas de su vecino cortar... ¡pone las suyas a remojar!]. Por tanto tendríamos al Banco de España como garante de la soberanía e independencia económica de España, así como a todos los bancos, cajas y entidades financieras nacionalizadas para evitar tejemanejes raros de los que tanto les gustan, con el único fin de presentar positivísimas cuentas de resultados importándoles una puta mierda sus clientes.
Colateralmente a esto, tendrían que quedar nacionalizadas las empresas que forman parte de la infraestructura crítica del Estado. Me refiero al sector energético (al completo), telecomunicaciones, transportes y aguas. No podemos dejar en manos de la especulación financiera y de los mercados las empresas encargadas de dar cobertura a aspectos tan necesarios para un país como los enumerados anteriormente. Recordemos que estamos hablando de empresas que todas, absolutamente todas están presentando balances con beneficios de cientos, si no miles, de millones de euros, por tanto, todo ese beneficio reportaría en el Estado y no se lo repartirían entre los cuatro amigos de siempre.
Tendríamos que cargar impositivamente las importaciones, vía aranceles, o vía instrumento que les dé la gana.
Una vez recuperada nuestra independencia y soberanía, estaríamos en disposición de aplicar la política económica que nos hiciera afrontar la situación de la mejor manera posible. Evidentemente no nos quedaría más remedio que devaluar la moneda y posiblemente a niveles nunca vistos, tendríamos que darle muy mucho a la manivela de hacer pesetas con la consiguiente subida de la inflación, la cual, si no se toman férreas medidas aumentaría hasta límites insospechados y tendrían el Banco de España y sus técnicos que trabajar a matacaballo. Esos serían los aspectos negativos, pero enseguida se empezarían a ver los resultados positivos. Por lo pronto seríamos muchos más competitivos en lo que a exportaciones se refiere, al comprar nuestros productos los países receptores a mucho menor precio, por tanto, eso se refleja positivamente en nuestra balanza de pagos. No que ahora, en la España del euro, ¿qué ocurre?, que para ser competitivos hay que despedir a gente y tirar los salarios, ¿pero no nos damos cuenta que jamás de los jamases vamos a poder competir con países como China, Turquía o India?.
Evidentemente también hay aspectos negativos, como el tener que pagar más por las importaciones (sobre todo petróleo), el enemistarnos con algunos de nuestros socios europeos (no con todos, que no nos engañen) o ver qué pasa con todo el circulante tanto real como virtual, que hay en euros (véase pagar la hipoteca), por citar solo tres casos concretos de los muchos que habría, pero señores, aquí ya entra en juego la decisión y el coraje de un pueblo y sus gobernantes. Se tendría que formar un gobierno de coalición nacional, con una autoridad solvente a la cabeza del mismo y si es necesario durante un tiempo, "nacionalizar a la sociedad", ya que tan solo haciendo de la masa pueblo y del pueblo Nación, conseguiremos todos juntos salir de este "embolao" en el que nos han metido. Véase el caso de Islandia por ejemplo, que aunque con sus particularidades, podría servirnos de referente.
En definitiva, y aprovechando una cita de Nietzsche: "Aquel que tiene un porqué para vivir se puede enfrentar a todos los cómos". Y nosotros y nuetra Historia no es que tengamos un porqué, es que tenemos el deber inexcusable de hacer que España siga siendo España.
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Hoy en día estamos bajo soberanía de lo que se ha acordado en llamar la troika (Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial y Banco Central Europeo) por un lado, y al amparo de los antojos y dictados que nos marca Alemania, bajo la batuta de la señora Merkel, si es que a semejante personaje se le puede llamar señora. En definitiva, que España tiene su soberanía completamente en manos de la finanza internacional que son los que dicen cuándo, cómo y en qué gastarnos los cuatro putos duros que nos prestan. Si a alguien todavía le queda alguna duda de esto que comento, solo tiene que echar la vista unos meses atrás y reflexionar qué han sido si no, las cuatro grandes reformas que ha aprobado el ya quemado gobierno de Mariano Rajoy. Bruselas y los mercados piden, Rajoy les da, entrando en un círculo vicioso que sin un golpe de autoridad y sin poner los cojones sobre la mesa para decir, ¡ya basta!, la espiral podría continuar indefinidamente, tal y como expuse metafóricamente con el niño que llora en el anterior artículo.
Pues viendo tal y como está la cosa, y como no se vislumbra posibilidad alguna de recuperación en el corto y medio plazo, hoy me propongo expresar lo que para mí sería la mejor manera de abandonar la vorágine en la que estamos inmersos. Mi artículo, por descontado, sigue en la línea de los dos anteriores, políticamente incorrecto donde los haya y con ganas de dar por culo a más no poder; y aunque mi tesis principal pueda parecer descabellada (salida de España del euro, aunque no quiero adelantar acontecimientos), no hay más que analizarla objetivamente para darse cuenta de que no es tal, máxime cuando hay voces autorizadas en la materia que ya se posicionan abiertamente a favor de que España abandone la moneda común como remedio a los males que estamos pacdeciendo.
3.- Soluciones para salir de la crisis.
A la vista de todo cristo está que las medidas tomadas tanto por el anterior Ejecutivo como por el actual no nos han llevado a buen puerto, si no todo lo contrario. El índice de paro está en índices desconocidos hasta hoy, el selectivo Ibex 35 está en niveles de hace una década, la prima de riesgo cabalga desbocada y la confianza hacia España es la misma que se podría tener hacia Burundi o cualquier otra república bananera. Estamos pagando por nuestra deuda intereses que rozan la usura y el gobierno, erre que erre haciéndolo el juego a los mercados con este "lameculismo" tan propio de alguien a quien le trae al pairo tanto la independencia de su Nación, como el bienestar de sus ciudadanos. Llegará un momento en que las arcas públicas estén en números rojos, no nos compre deuda soberana ni el maestro armero y España entre en suspensión de pagos, usando si se me permite el término empresarial, aunque quizás tendría que decir concurso de acreedores para ser técnicamente correcto. Por tanto, ¿qué salida le queda a España?.
Ya vimos el otro día que España, al pertenecer a ese selecto club de países bobalicones que en su día se sumaron al carro del euro, no tiene ningún control sobre su moneda. No podemos subir y/o bajar los tipos de interés, no podemos darle a la manivela para hacer dinero cuando nos haga falta, o simplemente cuando nos dé la gana para salvar una situación adversa, y a todo ello hay que sumar el cumplimiento de las estrictas normas económicas a las que estamos sometidos para que no se dispare la inflación y Alemania no se ponga nerviosa (recordemos que el euro tiene paridad con el marco, lo cual beneficia única y exclusivamente a los alemanes). Así que, y al igual que algunas voces reclaman para Grecia y al resto de países que están en la misma situación que nosotros (Portugal e Irlanda, junto a Italia), la solución pasa por romper radicalmente con el euro y que cada Estado vuelva a recuperar su soberanía económica vía a la vuelta a su antigua moneda. ¡Pero qué dices hombre!, pensaréis algunos, sobre todo si vuestras únicas fuentes de información son los medios de comunicación generalistas y controlados por férreos intereses económicos. Estoy harto no, más que eso, de leer y escuchar que una salida del euro sería nefasto para cualquier país, pero lo que todavía no he leído ni escuchado en ningún sitio es porqué sería tan sumamente malo como algunos nos quieren hacer creer.
La salida de España del euro, -no es que sea un antojo mío, si no que hay economistas de la talla de Arcadi Oliveres o Vicenç Navarro que ya han dejado negro sobre blanco su opinión al respecto- es la única solución que a la vista de las circunstancias veo para que España vuelva a la senda del crecimiento y poder recuperar nuestro estado de bienestar. Sí, sí señores, no me he vuelto loco, lo digo con todo el convencimiento del mundo, salgamos de euro lo antes posible para que la situación no se degrade más de lo que ya está y así evitar el hundimiento y quiebra total de lo que todavía queda de España. Pero, ¿qué pasos debemos seguir para una salida de España del euro?, a continuación daré unas pinceladas sobre esto, ya que no quiero hacer eterno el artículo que luego la gente se me aburre y me reconoce abiertamente que no se lo terminaron de leer.
En primer lugar, y quizás lo más importante, sería tener a la cabeza de la Nación a un gobierno con la firmeza suficiente para dar ese paso. Evidentemente con Rajoy al frente del Ejecutivo podemos ir olvidándonos de esto, ya que él y su gobierno, no son más que perros falderos de las instancias supranacionales, de carácter económico principalmente, que nos han llevado a esta situación. Pero bueno, supongamos por un momento que tuviésemos la suerte de tener en España un gobierno con dos huevos y autoridad suficiente para tomar ese rumbo sin que le temblara el pulso. Lo siguiente sería empezar a imprimir pesetas de manera clandestina, no me gusta mucho esa palabra, pero es que no quedaría más remedio que hacerlo así para no poner en alerta a todo hijo de vecino y no darles tiempo a tomar medidas en contra de esta decisión de España. Una vez se disponga de un montante suficiente de pesetas para hacer frente a los pagos más acuciantes (funcionariado, empresas acreedoras del Estado, tomar las primeras medidas para hacer economía expansiva, las primeras inversiones públicas, etc.) se tendría que avisar de que España abandona de manera unilateral y de forma irrevocable la moneda única. Ni que decir tiene que no pagaríamos el 100% de la deuda pública contraída. Se podría negociar una quita importante de nuestro dinero debido, siempre y cuando se pueda llegar a un acuerdo ventajoso para España, y en caso de no acercar posiciones con los bancos prestatarios y Estados que cobijan en su seno a dichos bancos, coger al toro por los cuernos y... avisar de que no se pagará ni un euro de deuda (en la historia de España, suman trece las veces que no hemos pagado nuestra deuda y aquí seguimos). La mayor parte de nuestra deuda pública la tienen bancos alemanes, franceses e ingleses, que de no pagar España lo que debe, podría perfectamente quebrar el sistema bancario y financiero de al menos Francia y Alemania por ser estos dos países con los que más deuda contraída tenemos, así que más les valdría aceptar una quita de buena parte de la deuda por la cuenta que les traería.
Al mismo tiempo en que se avisara de la salida del euro, si no antes, se tendría que proceder a la nacionalización de todo, y digo bien, todo, el sistema bancario español. Los bancos pasan a formar parte del Estado, nacionalizándose tanto sus activos como sus pasivos.
[NOTA: Aquí quiero hacer un inciso y decir que a día de hoy, y aunque esto no se cuente, los bancos técnicamente tienen nacionalizados sus pasivos, pero no sus activos. ¿Qué quiero decir eso?. Que el Estado está asumiendo todas y cada una de las pérdidas de las entidades bancarias (vía FROB, vía préstamos de hasta 100.000.000.000 € que se nos concede por parte de las autoridades europeas) y sin embargo no les pedimos nada a cambio. ¿Qué oscuros intereses habrá detrás, para que no se deje caer a ninguna entidad financiera?. Nos vienen con el cuento de que qué pasaría con los ahorros que los ciudadanos tuvieran depositados en dichos bancos y que por ello no se las deja caer. Pero vamos a ver, ¿no existe un fondo de garantía de depósitos del Banco de España, que asume los primeros 100.000 €?, ¿y qué ciudadano tiene más de 100.000 € en un banco a día de hoy?, creo que no hace falta dar más argumentos a favor de que se deje caer a los putos bancos como a cualquier otra empresa, lo mismo cuando alguno vea las barbas de su vecino cortar... ¡pone las suyas a remojar!]. Por tanto tendríamos al Banco de España como garante de la soberanía e independencia económica de España, así como a todos los bancos, cajas y entidades financieras nacionalizadas para evitar tejemanejes raros de los que tanto les gustan, con el único fin de presentar positivísimas cuentas de resultados importándoles una puta mierda sus clientes.
Colateralmente a esto, tendrían que quedar nacionalizadas las empresas que forman parte de la infraestructura crítica del Estado. Me refiero al sector energético (al completo), telecomunicaciones, transportes y aguas. No podemos dejar en manos de la especulación financiera y de los mercados las empresas encargadas de dar cobertura a aspectos tan necesarios para un país como los enumerados anteriormente. Recordemos que estamos hablando de empresas que todas, absolutamente todas están presentando balances con beneficios de cientos, si no miles, de millones de euros, por tanto, todo ese beneficio reportaría en el Estado y no se lo repartirían entre los cuatro amigos de siempre.
Tendríamos que cargar impositivamente las importaciones, vía aranceles, o vía instrumento que les dé la gana.
Una vez recuperada nuestra independencia y soberanía, estaríamos en disposición de aplicar la política económica que nos hiciera afrontar la situación de la mejor manera posible. Evidentemente no nos quedaría más remedio que devaluar la moneda y posiblemente a niveles nunca vistos, tendríamos que darle muy mucho a la manivela de hacer pesetas con la consiguiente subida de la inflación, la cual, si no se toman férreas medidas aumentaría hasta límites insospechados y tendrían el Banco de España y sus técnicos que trabajar a matacaballo. Esos serían los aspectos negativos, pero enseguida se empezarían a ver los resultados positivos. Por lo pronto seríamos muchos más competitivos en lo que a exportaciones se refiere, al comprar nuestros productos los países receptores a mucho menor precio, por tanto, eso se refleja positivamente en nuestra balanza de pagos. No que ahora, en la España del euro, ¿qué ocurre?, que para ser competitivos hay que despedir a gente y tirar los salarios, ¿pero no nos damos cuenta que jamás de los jamases vamos a poder competir con países como China, Turquía o India?.
Evidentemente también hay aspectos negativos, como el tener que pagar más por las importaciones (sobre todo petróleo), el enemistarnos con algunos de nuestros socios europeos (no con todos, que no nos engañen) o ver qué pasa con todo el circulante tanto real como virtual, que hay en euros (véase pagar la hipoteca), por citar solo tres casos concretos de los muchos que habría, pero señores, aquí ya entra en juego la decisión y el coraje de un pueblo y sus gobernantes. Se tendría que formar un gobierno de coalición nacional, con una autoridad solvente a la cabeza del mismo y si es necesario durante un tiempo, "nacionalizar a la sociedad", ya que tan solo haciendo de la masa pueblo y del pueblo Nación, conseguiremos todos juntos salir de este "embolao" en el que nos han metido. Véase el caso de Islandia por ejemplo, que aunque con sus particularidades, podría servirnos de referente.
En definitiva, y aprovechando una cita de Nietzsche: "Aquel que tiene un porqué para vivir se puede enfrentar a todos los cómos". Y nosotros y nuetra Historia no es que tengamos un porqué, es que tenemos el deber inexcusable de hacer que España siga siendo España.
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lunes, 30 de julio de 2012
La puta crisis, segunda parte.
En la primera parte de este artículo, publicado el otro día y que podéis leer pinchando aquí, esbocé a vuela pluma y sin entrar en pormenores ni datos contantes y sonantes -para no aburrir (más todavía) a los pocos lectores que tengo- las causas que habían llevado a España a la situación de crisis, ya no solo económica, si no también política y sistémica, en la que nos encontramos inmersos y de la que no hay ni el más mínimo atisbo de que podamos salir de ella en el corto y medio plazo, por muchos brotes verdes que se empeñaran en ver algunos de nuestros dirigentes políticos de los últimos años. Y digo que no saldremos de esta situación en el corto y medio plazo, primero, porque el gobierno y todos los encargados de manejar la cosa pública no saben ni por donde les vienen las andanadas de hostias que les están llegando, por tanto difícilmente las van a esquivar, y segundo, que difícilmente vamos a salir de ninguna situación putrefacta, con las mismas herramientas que nos han llevado a la situación esperpéntica en la que estamos. Para que todo el mundo lo entienda, los defectos y grietas del capitalismo, que no es que sean muchas, es que todo ello es una grieta en sí mismo, no se pueden arreglar con más capitalismo, al igual que un incendio no se extingue echando gasolina en el foco del mismo. Se pongan como se pongan, y digan lo que digan, sin una revolución que dinamite los cimientos y estructuras sobre las que se asientan la política y economía española, no solo no avanzaremos en pro de conseguir que la situación mejore, si no, todo lo contrario, seguiremos llenándonos de fango hasta que quedemos completamente fagotizados por el mismo. Pero todavía no toca dar algunas de las posibles soluciones, cómo no, desde lo polítcamente incorrectísimo, por tanto ciñámonos a la segunda parte de este artículo que no es otra que hacer un análisis crítico y sin complejos de la situación en la que nos encontramos imbuidos.
2.- La situación actual de la crisis en España.
Metemos en una olla a presión el despilfarro económico de las comunidades autónomas desde que éstas fueron consentidas vía Constitución endosada al pueblo español con calzador; las obligaciones que nos impuso la Europa de los mercaderes para que pudiéramos formar parte de ese "selecto club" de los países adscritos a la moneda única, pérdida de soberanía económica incluida; la burbuja inmobiliaria que a raíz de la liberalización del suelo y la desfachatez de banqueros de conceder préstamos hipotecarios a todo individuo que se acercara a pedirlos aprovechando los bajos tipos de interés establecidos por el Banco Central Europeo, fue in crescendo cual bola de nieve ladera abajo ; la transferencia de competencias como sanidad y educación, ya entrado el siglo XXI, que han acabado por asfixiar a las mal gestionadas autonomías; la llegada desproporcionada de inmigrantes legales e ilegales, que, por supuesto no nos pagarán las pensiones (vaya cuento intentaron endosarnos, ¡algunos hasta se lo creían!), y sí suponen una agujero negro para el estado de bienestar de los españoles, acaparando ayudas y más ayudas mientras los oriundos nos quedamos a verlas venir; y por último echamos en la olla la crisis financiera internacional, con la caída de Lehman Brothers (que fue el catalizador de la misma) incluida, le damos un poco de calor y...¡boooom!, explota y nos pilla a todos en fuera de juego, ¿o quizás no a todos?, porque recuerdo que desde hace años, muchos años, en algunos foros, insisto, nada correctos desde el punto de vista político y mediático, se viene advirtiendo de que esto estallará, pero los que aquéllo avisaban y los que nos lo creíamos, éramos y seguimos siendo unos totalitarios, unos fascistas o unos rojos terribles leninistas que queremos volver al primer tercio del siglo XX (de todo me han llamado, para unos soy un fascista irredento, para otros, un rojo con rabo y tridente incluido).
¿Y ahora qué?, pues ahora aquí estamos, soportando sobre nuestras más que maltratadas espaldas el peso de la irresponsabilidad de algunos. Y lo que más me indigna es que todo esto no es nuevo, no sé si será mi mente perversa, o el haber leído y releído la teoría del eterno retorno de Nietzsche, pero desde que el mundo desarrollado (o industrializado como se llamaba entonces) abandonó el viejo modelo de sociedad para dar paso al liberalismo político trayendo de la mano al capitalismo económico, se han sucedido, unas tras otra y de manera más o menos cíclica crisis económicas, si no tan brutales como la actual, sí con sus efectos devastadores para los de siempre, ¿para quién?, para los de siempre digo, ¡los que menos tienen!. Pero volvamos al presente, que no sé qué extraña manía tengo de liarme a escribir y al final acabar en algún lugar perdido de un cerro de Úbeda.
¿Qué coño es eso de lo que tanto se habla hoy en día llamado prima de riesgo?, fácil, la diferencia entre lo que paga España de interés en bonos a 10 años y lo que paga Alemania (país de referencia, al que se le supone solvente). Por ejemplo, si Alemania paga un interés de un 1% por su deuda, en vencimiento a 10 años, ojo, y la prima de riesgo está en 600 puntos básicos, España paga un interés del 7%, así de sencillo. ¿Y esto qué supone para España?, pues ni más ni menos que estar pagando un interés por su deuda ¡que ni los préstamos personales (que los bancos daban, sí, digo bien, daban porque ahora no sueltan ni un puto euro) tienen! y que llegará un día en que no podamos hacer frente a nuevos vencimientos de deuda, porque financiarse al 7 u 8% no hay dios que lo soporte. Dicen que cuando la prima de riesgo de un Estado alcanza los 600 puntos, es motivo más que suficiente para la intervención soberana del mismo, véase el caso de Grecia, Irlanda o Portugal, pero aaaamigos, con España no es tan fácil. Nadie se pone de acuerdo de cuánto dinero haría falta para un rescate total a España, 300.000.000.000 €, 500.000.000.000 €, ¡1 billón de euros!, ya me diréis quién es el guapo que se atreve a rescatar a nuestro país, y más, teniendo en cuenta que hay países que como Finlandia o Austria están hasta la mismísima punta de la polla de nosotros, cosa que no me extraña lo más mínimo, si estamos los ciudadanos... cómo no estarán dirigentes políticos y paisanos de países más serios que el nuestro.
Ya sabemos a qué se dedica el Banco Central Europeo, que no es más que un lobby confeccionado a la medida de la banca alemana. Evidentemente no funciona como banco central, que es lo que debería ser, si no que juega única y exclusivamente a favor de los intereses de Alemania en general y de la señora Merkel y sus socios liberales de gobierno en particular. No hay dinero para inyectar en los Estados, pero sí lo hay para darlo a un tipo de interés del 1% a los bancos, para que estos mismos bancos con su dinero fresquito recién salido de la máquina de hacer euros, compren deuda soberana a intereses del 5, 6 ó 7%., ¡vergonzoso!, ¿alguien me puede explicar porqué diantres seguimos soportando todo esto los ciudadanos?. Pero hay más, hace unos días se aprobó y se anunció a bombo y platillo por tierra, mar y aire (es decir, por prensa, radio y televisión) un préstamo de hasta 100.000.000.000 € para rescatar al sistema financiero español. ¡Qué contento estaba el señor Rajoy y sus ministros de Hacienda y Economía!, vaya tres patas para un banco, a cuál más imbécil. Aparte de que ese dinero tendremos que pagarlo los ciudadanos de nuestro bolsillo, de ahí los recortes de 65.000.000.000 € (y lo que queda) aprobados por el gobierno el otro día, ¡no servirá para nada!, y me explico. ¿Qué harán los bancos con ese dinero?, ¿pondrán dinero en circulación para que las pymes y empresas salgan del atolladero?, ¿ayudarán a familias con problemas económicos y que no pueden pagar su hipoteca, para que esta no sea ejecutada y se queden de patitas en la calle con una mano delante y la otra detrás?, ¿se invertirá en investigación, desarrollo e innovación para que España sea más competitiva y sirvamos para algo más que para servir paellas y tintos de verano?, ¿se pondrá a disposición del Estado para que vía economía expansiva se creen puestos de trabajo y se relance la economía? (son solo algunos ejemplos), ¡NO, NO y NO!. Señores, ese dinero que se le presta a los bancos españoles, no es ni más ni menos, que para que estos puedan hacer frente a sus pagos para con los bancos alemanes (principalmente), franceses e ingleses, que en su día les prestaron dinero a manos llenas para seguir inflando la burbuja inmobiliaria y ahora claro, ¡hay que devolverlo!. Y Merkel, siempre tan dispuesta a aumentar el músculo financiero de su país, no va a permitir que se quede ni uno solo de los recibos emitidos por sus bancos sin cobrar, por tanto, le dicta a su perro faldero, director del BCE, que hay que prestarle a España X dinero, éste se lo presta a un interés Y, los españoles ponemos el culo para que nos la metan sin vaselina, nuestros bancos reembolsan según les llega ese dinero íntegramente en los bancos alemanes para saldar su deuda y voilá, ¡jugada maestra!. El pueblo español pierde y la banca gana, como siempre vamos.
Pero tranquilos, no nos pongamos nerviosos. El problema hasta hace unos meses era el señor Zapatero, el bobalicón de sonrisa eterna, que bien por no tener ni puta idea (altamente probable), o bien por dejadez (tampoco lo descarto) había hecho que en España no confiara ni la madre que la parió. Pero ahí está nuestro salvador, el hombre que según pusiera su culo en el sillón destinado al presidente del gobierno en el Congreso de los Diputados, iba a devolver la confianza a los mercados (en lo que poca gente ha caído, es que la confianza da asco...). Elegido por mayoría absoluta, por obra y gracia de la santa ignorancia del pueblo español, que como voto de castigo a un inútil, pone a otro en el poder que lo supera con creces, ahí lleva unos meses recortando, recortando y recortando, ¿y qué?, ¡que los mercados se ríen de él y de toda su puta estirpe!. Es fácil de entender. Un niño llora, le das un caramelo, se lo come, llora de nuevo, le das otro, vuelve a llorar, y otro caramelo más y el niño tan contento, tiene una estrategia cojonuda mientras no se ponga límite. Con Rajoy y los mercados pasa lo mismo, los mercados piden, este energúmeno les da, vuelven a pedir, les sigue dando, siguen pidiendo, ¡les volvemos a dar!, ¿cuándo coño vamos a poner los huevos sobre la mesa y decir que se acabó?, que no se hace ni una puta reforma más para regocijo de la gran finanza internacional, al servicio de oscuros intereses que lo único que pretenden es desbaratar y destruir nuestros derechos laborales y nuestro ganado a pulso tras años de conquistas, estado de bienestar.
Mientras, más de cinco millones de parados, los índices de pobreza en aumento y llegando a límites desconocidos en España desde el final de la guerra civil, el estado de bienestar nos lo están desmontando poco a poco hasta que no queden ni las raspas, nos suben el IRPF, el IVA, el IBI, todos los impuestos directos e indirectos, bajan el sueldo a funcionarios y empleados públicos, cuando no se les despide directamente, bajan las pensiones, las ayudas a las personas dependientes, seguimos manteniendo una bolsa de inmigrantes que generan unos gastos inasumibles para el Estado en la situación actual y mientras los españoles, nosotros, los que nuestros padres y abuelos se han deslomado trabajando y levantando este país, España, y han cotizado toda su puta vida y nosotros seguimos cotizando (los que todavía tenemos esa suerte), tenemos que llevar a nuestros hijos a guarderías privadas porque en las públicas no hay plazas, ¡pero qué coño es esto!.
¿Y nosotros qué hacemos?, convocar una huelga general la cual secundamos cuatro gatos, invadir plazas y más plazas y levantar las manos como si fuésemos gilipollas pensando que con asambleas interminables donde se discute si quitamos o no quitamos el primer grado penitenciario (sí, sí, que he asistido a algunas y se discutían mamarrachadas y zarandajas de ese estilo) vamos a solucionar algo, cortamos calles, golpeamos cacerolas, ollas y todo tipo de menaje, tocamos bombos y platillos y bailamos al son de los mismos en manifestaciones convocadas por gentes que forman parte del sistema (véase CCOO y UGT) y luego, ¡a tomar cañas como recompensa por el trabajo bien hecho! y vemos fútbol, mucho fútbol, ¡que para algo somos campeones de Europa y del mundo!, ¿pero no nos damos cuenta de que así no vamos a conseguir nada?, lo enumerado anteriormente, a esta gentuza que nos dirige, tanto nacional, como internacionalmente, les molesta lo mismo que le molesta a un elefante, un picotazo de un mosquito en el culo. El pueblo español tiene unos huevos como nadie para aguantar lo inaguantable, pero en el momento que se nos hinchan los cojones bien hinchados, también tenemos experiencia en solucionar crisis políticas y económicas en tapias de cementerios al amanecer.
Bueno, ya está bien que me enciendo. Creo que ha quedado lo suficientemente claro qué nos ha traído hasta aquí y en qué situación estamos. Insisto, esto no es más que un grito de desesperanza y voy escribiendo lo que se me viene a la cabeza, no tiene intención de ser un análisis en profundidad, si no, simplemente una serie de ideas, que quería que quedaran negro sobre blanco y que sirvan a alguien para darse cuenta de cómo está el patio, cómo nos manipulan, engañan y nos dan por el culo. La tercera y última entrega la publicaré en unos días. Twittear
2.- La situación actual de la crisis en España.
Metemos en una olla a presión el despilfarro económico de las comunidades autónomas desde que éstas fueron consentidas vía Constitución endosada al pueblo español con calzador; las obligaciones que nos impuso la Europa de los mercaderes para que pudiéramos formar parte de ese "selecto club" de los países adscritos a la moneda única, pérdida de soberanía económica incluida; la burbuja inmobiliaria que a raíz de la liberalización del suelo y la desfachatez de banqueros de conceder préstamos hipotecarios a todo individuo que se acercara a pedirlos aprovechando los bajos tipos de interés establecidos por el Banco Central Europeo, fue in crescendo cual bola de nieve ladera abajo ; la transferencia de competencias como sanidad y educación, ya entrado el siglo XXI, que han acabado por asfixiar a las mal gestionadas autonomías; la llegada desproporcionada de inmigrantes legales e ilegales, que, por supuesto no nos pagarán las pensiones (vaya cuento intentaron endosarnos, ¡algunos hasta se lo creían!), y sí suponen una agujero negro para el estado de bienestar de los españoles, acaparando ayudas y más ayudas mientras los oriundos nos quedamos a verlas venir; y por último echamos en la olla la crisis financiera internacional, con la caída de Lehman Brothers (que fue el catalizador de la misma) incluida, le damos un poco de calor y...¡boooom!, explota y nos pilla a todos en fuera de juego, ¿o quizás no a todos?, porque recuerdo que desde hace años, muchos años, en algunos foros, insisto, nada correctos desde el punto de vista político y mediático, se viene advirtiendo de que esto estallará, pero los que aquéllo avisaban y los que nos lo creíamos, éramos y seguimos siendo unos totalitarios, unos fascistas o unos rojos terribles leninistas que queremos volver al primer tercio del siglo XX (de todo me han llamado, para unos soy un fascista irredento, para otros, un rojo con rabo y tridente incluido).
¿Y ahora qué?, pues ahora aquí estamos, soportando sobre nuestras más que maltratadas espaldas el peso de la irresponsabilidad de algunos. Y lo que más me indigna es que todo esto no es nuevo, no sé si será mi mente perversa, o el haber leído y releído la teoría del eterno retorno de Nietzsche, pero desde que el mundo desarrollado (o industrializado como se llamaba entonces) abandonó el viejo modelo de sociedad para dar paso al liberalismo político trayendo de la mano al capitalismo económico, se han sucedido, unas tras otra y de manera más o menos cíclica crisis económicas, si no tan brutales como la actual, sí con sus efectos devastadores para los de siempre, ¿para quién?, para los de siempre digo, ¡los que menos tienen!. Pero volvamos al presente, que no sé qué extraña manía tengo de liarme a escribir y al final acabar en algún lugar perdido de un cerro de Úbeda.
¿Qué coño es eso de lo que tanto se habla hoy en día llamado prima de riesgo?, fácil, la diferencia entre lo que paga España de interés en bonos a 10 años y lo que paga Alemania (país de referencia, al que se le supone solvente). Por ejemplo, si Alemania paga un interés de un 1% por su deuda, en vencimiento a 10 años, ojo, y la prima de riesgo está en 600 puntos básicos, España paga un interés del 7%, así de sencillo. ¿Y esto qué supone para España?, pues ni más ni menos que estar pagando un interés por su deuda ¡que ni los préstamos personales (que los bancos daban, sí, digo bien, daban porque ahora no sueltan ni un puto euro) tienen! y que llegará un día en que no podamos hacer frente a nuevos vencimientos de deuda, porque financiarse al 7 u 8% no hay dios que lo soporte. Dicen que cuando la prima de riesgo de un Estado alcanza los 600 puntos, es motivo más que suficiente para la intervención soberana del mismo, véase el caso de Grecia, Irlanda o Portugal, pero aaaamigos, con España no es tan fácil. Nadie se pone de acuerdo de cuánto dinero haría falta para un rescate total a España, 300.000.000.000 €, 500.000.000.000 €, ¡1 billón de euros!, ya me diréis quién es el guapo que se atreve a rescatar a nuestro país, y más, teniendo en cuenta que hay países que como Finlandia o Austria están hasta la mismísima punta de la polla de nosotros, cosa que no me extraña lo más mínimo, si estamos los ciudadanos... cómo no estarán dirigentes políticos y paisanos de países más serios que el nuestro.
Ya sabemos a qué se dedica el Banco Central Europeo, que no es más que un lobby confeccionado a la medida de la banca alemana. Evidentemente no funciona como banco central, que es lo que debería ser, si no que juega única y exclusivamente a favor de los intereses de Alemania en general y de la señora Merkel y sus socios liberales de gobierno en particular. No hay dinero para inyectar en los Estados, pero sí lo hay para darlo a un tipo de interés del 1% a los bancos, para que estos mismos bancos con su dinero fresquito recién salido de la máquina de hacer euros, compren deuda soberana a intereses del 5, 6 ó 7%., ¡vergonzoso!, ¿alguien me puede explicar porqué diantres seguimos soportando todo esto los ciudadanos?. Pero hay más, hace unos días se aprobó y se anunció a bombo y platillo por tierra, mar y aire (es decir, por prensa, radio y televisión) un préstamo de hasta 100.000.000.000 € para rescatar al sistema financiero español. ¡Qué contento estaba el señor Rajoy y sus ministros de Hacienda y Economía!, vaya tres patas para un banco, a cuál más imbécil. Aparte de que ese dinero tendremos que pagarlo los ciudadanos de nuestro bolsillo, de ahí los recortes de 65.000.000.000 € (y lo que queda) aprobados por el gobierno el otro día, ¡no servirá para nada!, y me explico. ¿Qué harán los bancos con ese dinero?, ¿pondrán dinero en circulación para que las pymes y empresas salgan del atolladero?, ¿ayudarán a familias con problemas económicos y que no pueden pagar su hipoteca, para que esta no sea ejecutada y se queden de patitas en la calle con una mano delante y la otra detrás?, ¿se invertirá en investigación, desarrollo e innovación para que España sea más competitiva y sirvamos para algo más que para servir paellas y tintos de verano?, ¿se pondrá a disposición del Estado para que vía economía expansiva se creen puestos de trabajo y se relance la economía? (son solo algunos ejemplos), ¡NO, NO y NO!. Señores, ese dinero que se le presta a los bancos españoles, no es ni más ni menos, que para que estos puedan hacer frente a sus pagos para con los bancos alemanes (principalmente), franceses e ingleses, que en su día les prestaron dinero a manos llenas para seguir inflando la burbuja inmobiliaria y ahora claro, ¡hay que devolverlo!. Y Merkel, siempre tan dispuesta a aumentar el músculo financiero de su país, no va a permitir que se quede ni uno solo de los recibos emitidos por sus bancos sin cobrar, por tanto, le dicta a su perro faldero, director del BCE, que hay que prestarle a España X dinero, éste se lo presta a un interés Y, los españoles ponemos el culo para que nos la metan sin vaselina, nuestros bancos reembolsan según les llega ese dinero íntegramente en los bancos alemanes para saldar su deuda y voilá, ¡jugada maestra!. El pueblo español pierde y la banca gana, como siempre vamos.
Pero tranquilos, no nos pongamos nerviosos. El problema hasta hace unos meses era el señor Zapatero, el bobalicón de sonrisa eterna, que bien por no tener ni puta idea (altamente probable), o bien por dejadez (tampoco lo descarto) había hecho que en España no confiara ni la madre que la parió. Pero ahí está nuestro salvador, el hombre que según pusiera su culo en el sillón destinado al presidente del gobierno en el Congreso de los Diputados, iba a devolver la confianza a los mercados (en lo que poca gente ha caído, es que la confianza da asco...). Elegido por mayoría absoluta, por obra y gracia de la santa ignorancia del pueblo español, que como voto de castigo a un inútil, pone a otro en el poder que lo supera con creces, ahí lleva unos meses recortando, recortando y recortando, ¿y qué?, ¡que los mercados se ríen de él y de toda su puta estirpe!. Es fácil de entender. Un niño llora, le das un caramelo, se lo come, llora de nuevo, le das otro, vuelve a llorar, y otro caramelo más y el niño tan contento, tiene una estrategia cojonuda mientras no se ponga límite. Con Rajoy y los mercados pasa lo mismo, los mercados piden, este energúmeno les da, vuelven a pedir, les sigue dando, siguen pidiendo, ¡les volvemos a dar!, ¿cuándo coño vamos a poner los huevos sobre la mesa y decir que se acabó?, que no se hace ni una puta reforma más para regocijo de la gran finanza internacional, al servicio de oscuros intereses que lo único que pretenden es desbaratar y destruir nuestros derechos laborales y nuestro ganado a pulso tras años de conquistas, estado de bienestar.
Mientras, más de cinco millones de parados, los índices de pobreza en aumento y llegando a límites desconocidos en España desde el final de la guerra civil, el estado de bienestar nos lo están desmontando poco a poco hasta que no queden ni las raspas, nos suben el IRPF, el IVA, el IBI, todos los impuestos directos e indirectos, bajan el sueldo a funcionarios y empleados públicos, cuando no se les despide directamente, bajan las pensiones, las ayudas a las personas dependientes, seguimos manteniendo una bolsa de inmigrantes que generan unos gastos inasumibles para el Estado en la situación actual y mientras los españoles, nosotros, los que nuestros padres y abuelos se han deslomado trabajando y levantando este país, España, y han cotizado toda su puta vida y nosotros seguimos cotizando (los que todavía tenemos esa suerte), tenemos que llevar a nuestros hijos a guarderías privadas porque en las públicas no hay plazas, ¡pero qué coño es esto!.
¿Y nosotros qué hacemos?, convocar una huelga general la cual secundamos cuatro gatos, invadir plazas y más plazas y levantar las manos como si fuésemos gilipollas pensando que con asambleas interminables donde se discute si quitamos o no quitamos el primer grado penitenciario (sí, sí, que he asistido a algunas y se discutían mamarrachadas y zarandajas de ese estilo) vamos a solucionar algo, cortamos calles, golpeamos cacerolas, ollas y todo tipo de menaje, tocamos bombos y platillos y bailamos al son de los mismos en manifestaciones convocadas por gentes que forman parte del sistema (véase CCOO y UGT) y luego, ¡a tomar cañas como recompensa por el trabajo bien hecho! y vemos fútbol, mucho fútbol, ¡que para algo somos campeones de Europa y del mundo!, ¿pero no nos damos cuenta de que así no vamos a conseguir nada?, lo enumerado anteriormente, a esta gentuza que nos dirige, tanto nacional, como internacionalmente, les molesta lo mismo que le molesta a un elefante, un picotazo de un mosquito en el culo. El pueblo español tiene unos huevos como nadie para aguantar lo inaguantable, pero en el momento que se nos hinchan los cojones bien hinchados, también tenemos experiencia en solucionar crisis políticas y económicas en tapias de cementerios al amanecer.
Bueno, ya está bien que me enciendo. Creo que ha quedado lo suficientemente claro qué nos ha traído hasta aquí y en qué situación estamos. Insisto, esto no es más que un grito de desesperanza y voy escribiendo lo que se me viene a la cabeza, no tiene intención de ser un análisis en profundidad, si no, simplemente una serie de ideas, que quería que quedaran negro sobre blanco y que sirvan a alguien para darse cuenta de cómo está el patio, cómo nos manipulan, engañan y nos dan por el culo. La tercera y última entrega la publicaré en unos días. Twittear
viernes, 27 de julio de 2012
La puta crisis, primera parte.
Crisis, prima de riesgo, mercados, deuda pública, déficit, recortes, selectivo, intervención, Merkel, Banco Central Europeo, Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial y el resto del coro de la tragedia girega -nunca mejor dicho en los tiempos que corren para el pueblo heleno-, son palabras que quien más, quien menos, está hasta los mismísimos cojones de leer, escuchar y alguno que otro, también de escribir. Hasta hace relativamente poco tiempo, casi nadie, salvo quien se ganaba las habichuelas con ello, sabía, y ni tan siquiera había oído en su puta vida algunas de las palabras con las que doy comienzo a este artículo; pero, ¡oohh!, ¿cómo de mal, de sumamente mal estará la cosa para que términos como el de prima de riesgo o mercados secundarios -insisto, hasta hace cuatro días no los conocía ni cristo-, formen parte ya de tertulias de mierda en la barra de cualquier bar de mala muerte? -con el permiso de Ronaldo y Messi-. Pues sí señores, sí, el término mala se ha quedado pequeño y nos tenemos que ir a su forma superlativa, es decir, pésima, y aún así, nos quedamos cortos, para describir la situación económica, política y social de esta España a la que le quedan cuatro días contados para que no la conozca ni la madre que la parió, una vez coja camino por el desagüe, cuando Alemania tire de la cisterna, hacia los colectores europeos de países residuales donde nos enfangaremos junto a Grecia, Irlanda, Portugal y muy posiblemente alguno más donde sus ciudadanos, y no todos, todavía, y digo bien, todavía, pueden comer pasta y pizza.
¿Qué ha dado lugar a que a día de hoy estemos así?, ¿cómo es posible que en el año 2012, en la cuarta potencia económica europea y la décima en el mundo, cada vez que salgo a fumarme un cigarro a mi terraza, vea a gente buscando y rebuscando en los cubos de basura?, ¿quién coño es el director o directores de la orquesta que está siguiendo al pie de la letra la partitura para destruir a España en particular y a Europa en general?, ¿hacia dónde se encamina España en el medio y largo plazo?, ¿qué futuro de mierda nos espera si seguimos apretándonos el cinturón y bajándonos los pantalones? (pensaba que no se podían hacer ambas cosas a la vez, pero sí, sí se puede a la vista de las circunstancias). Decenas, si no cientos de preguntas de este estilo me asaltan cada día en cuanto cojo un periódico, pongo la manipuladísima televisión, navego por Internet en las más diversas web de información y desinformación de todo tipo, o leo cualquiera de los libros que aprovechando el tirón de la crisis, se han escrito sobre la misma, que para esto las editoriales no andan escasas de reflejos... Me he propuesto dar respuesta a algunas de las preguntas que como digo, me atormentan cada día, aunque aviso al lector que lo que viene a continuación está escrito desde el odio y asco más profundo al liberalismo, al capitalismo, a los trescientos cincuenta diputados de hoy y al gobierno en pleno, a los de la legislatura pasada, a los de la otra y a la de más allá, a senadores, a los presidentes de todas las comunidades autónomas con sus respectivas cuadrillas de chupópteros que ocupan asientos en eso que llaman parlamentos autonómicos, a los alcaldes manirrotos de muchísimos ayuntamientos de España, a los consejos de administración de entidades bancarias intervenidas o sin intervenir y en definitiva, odio y asco hacia todo aquél que por poca que haya sido, haya tenido algo de culpa en esta vorágine de despropósitos en la que estamos inmersos.
Voy a dividir el artículo en tres partes, e intentaré ser lo más breve posible para que a nadie le visite Morfeo antes de que termine de leer el coñazo que queda por venir. Empezaré por donde se tienen que empezar las cosas, por el principio, es decir, el origen de la crisis (me ceñiré a la crisis económica, política y social de España y no global -aunque daré alguna pincelada para entenderlo todo mejor-, lo primero porque me da la realísima gana, lo segundo, porque creo que es la que realmente nos importa a los ciudadanos de esta Nación, y lo tercero, porque bastante tenemos con la nuestra, como andar pendientes de las de los demás), para posteriormente hacer una análisis de la situación actual, y por último, propondré alguna solución, políticamente incorrecta por supuesto, que desde mi punto de vista, evitaría que España fuese a parar a lo más profundo del abismo.
1.- Orígenes de la crisis.
No sé qué extraña manía les ha entrado a muchos de obcecarse en que el origen de la crisis que padecemos (en España) es debido, casi única y exclusivamente, a las hipotecas subprime (basura) que los irresponsables de los banqueros estadounidenses concedieron a troche y moche a esa figura extraña que se ha consensuado en llamar "ninja". La cosa es que nuestro amigo el ninja -generalmente inmigrante, sin trabajo estable (el que lo tuviera) y sin un puto duro ahorrado- no iba ser menos que su compatriota, otro ninja, que había logrado hacerse con un pisito en propiedad, un coche utilitario, se iba de vacaciones a la playa y llevaba a sus hijos al mejor colegio del distrito gracias al buen samaritano del siglo XXI, que no es otro que cualquier director de sucursal bancaria yankie en aquéllos tiempos, que sin ningún tipo de garantías como contraprestación, ofrecía el 100, 120 y hasta el 150 por ciento del valor de tasación de la vivienda que el ninja quisiese para que pudiera vivir como un estadounidense más. Así que un ninja tras otro iban entrando día a día en las distintas sucursales de EEUU pidiendo préstamos hipotecarios que muy difícilmente los iban a poder pagar. Los bancos yankies, muy avispados siempre en estos menesteres, empaquetaban estas hipotecas de mierda, más bien de mierdón, en productos derivados, les ponían un nombre rimbombante y se lo encasquetaban a otros bancos e inversores -muchos de ellos europeos y por tanto, españoles también- como productos de muy alta rentabilidad, pero lo que no contaban era el riesgo que estaban asumiendo a comprar esta basura de productos. Hasta que la burbuja inmobiliaria estadounidense estalló, los pisos empezaron a bajar de precio, el ninja que por muy ninja que sea de tonto no tiene un pelo, se da cuenta de que su piso vale mucho menos de lo que todavía debe al banco, y con las mismas va a visitar al buen samaritano que le concedió la hipoteca basura (subprime) con las llaves del piso, se las deja encima de la mesa del despacho y con un "ahí están las llaves del piso, métaselas por donde amargan los pepinos, que yo no le voy a dar a usted ni un jodido dólar más" y sale por la puerta del banco más ancho que largo, "¡hijo puta el ninja...!", piensa nuestro joven y trepa director de la sucursal bancaria, "...como me siga metiendo llaves por el culo, ya mismo me llaman para protagonizar la próxima entrega de Robocop", sigue pensando mientras va advirtiendo lo que le viene encima. Pues la misma peregrinación que había al principio de esta historia para conseguir préstamos hipotecarios, la hay para abarrotar las mesas de los directores de sucursales bancarias con llaves de pisos que ya no valen un cagao (en EEUU existe la dación en pago, dejas las llaves y el piso, y se acabó tu historia de amor con el banco).
Quiebra Lehman Brothers allá por 2008, ya que acumuló enormes pérdidas por títulos respaldados por estas hipotecas (los derivados con nombres ininteligibles de los que hablaba antes), el sistema financiero estadounidense está a un paso del colapso total -que gracias a la ayuda del Estado del que tanto abominan estos judíos capitalistas, perdón, quería decir jodidos...se mantiene a flote sin llegar al hundimiento total-, la banca norteamericana y europea principalmente se pone a mirar la cantidad de activos tóxicos que tiene, los grandes bancarios del orbe entran casi en estado catatónico al ver la cantidad de mierda que tienen en sus balances, se miran unos a otros, ni dios se presta dinero, nadie confía en nadie, se lía un olor a podrido en todo el sistema internacional de finanzas que apesta y cataplás, deja de fluir el dinero, se cierra el grifo y no se mueve ni un jodido dólar y mucho menos se mueven euros. Así, grosso modo y contado de una manera un tanto superficial, es lo que dio origen a la crisis internacional que se está llevando por delante el estado de bienestar europeo tal y como lo hemos conocido hasta ahora.
Cierto es que todo lo anterior afectó al sistema financiero español, por mucho que el entonces presidente, de cuyo nombre no quiero acordarme, saliera a la palestra con esa sonrisa de payasísimo que siempre le acompañaba (aunque ya en los últimos meses, tenía el gesto un tanto contrariado, ¿verdad?), diciendo que nuestro sistema financiero era el más solvente del mundo, o algo así dijo el cantamañanas ese que por desgracia tuvimos que soportar casi ocho años, aunque miedo más miedo me da el que llegó hace poco, que si el uno tenía la sonrisa de payaso y daba angustia verle y escucharle, éste parece que está comiendo alfalfa todo el día, por no decir que parece que tiene otra cosa metida en la boca, menos mal que la Merkel no tiene polla, o eso se le supone...así que lo dejaremos en alfalfa, y éste no es que dé angustia verle y escucharle, es que directamente es vomitivo. A lo que iba, que si bien es cierto, evidentemente, que todo este cúmulo de despropósitos afectó y todavía hoy seguimos arrastrando el lastre, al músculo financiero español, la causa de la situación en la que nos encontramos hay que buscarla más atrás, mucho más atrás.
20 de noviembre de 1975. Muere el general Francisco Franco, el hombre que con mano de hierro rigió los designios de este país durante casi cuarenta años. Fiesta y jolgorio para unos, lágrimas y lamentos para otros. La cuestión es que en tres años, el pueblo español, con la falta de formación política de siempre, sin cultura democrática alguna, y al más puro estilo borreguil, votó sí a la Constitución de 1978, redactada a matacaballo y nacida para contentar a todos, pero que no ha contentado ni al espíritu santo. ¿A qué viene esta lección sobre la transición española?, pensaréis algunos. En las autonomías tenéis la respuesta. España se convirtió en 17 miniestados, gestionados y administrados por una casta política irresponsable, y me da igual si son rojos, azules o rosas fucsias, para mí, son todos lo mismo, un hatajo de "señorías" y "excelencias", que lo único que nos pueden enseñar y hacer por nosotros, es decirnos a qué sabe la mierda, ya que la tienen todo el día en la boca. El Estado de las autonomías es un lastre que España lleva arrastrando desde que se aprobaron los primeros estatutos de autonomía, con catalanes y vascos en primera línea de fuego, seguidos por gallegos, andaluces, murcianos, riojanos y el resto de reinos de taifas que se sumaron a la maravilla estatutil (no sé si esa palabra existe pero me da igual, se me entiende perfectamente).
Creo que no me puedo hacer a la idea del despilfarro que para las arcas públicas ha supuesto este mercado de abastos que son las autonomías y máxime desde que el señor Aznar, otro expresidente que tal baila (no diré nada de él, ya que seguro que por mucho que diga y me embrutezca contra el mismo, me quedaré corto) transfirió las competencias en materia de educación y sanidad (que supone el mayor monto de gasto para las diversas comunidades), ¡lo que parece que a muchos de los que hoy critican el traspaso de competencias se les ha olvidado!, sí, sí, fue Ansar, digo, Aznar quien lo impulsó y de aquéllos polvos, vienen estos lodos.
Pero sigamos, ya que hay más y he dicho que no me quiero extender mucho, pasen y vean. ¿A quién se le ocurrió la maravillosa idea de meter a España en esa entelequia que no es otra cosa que el euro, la moneda única?, y aquí aparece un nuevo expresidente. Un "socialista" hecho a la medida de los servicios de inteligencia del franquismo. Un niño bien, que hasta fumaba puros, ¡coño, como los nuestros!, pensarían algunos allá por los comienzos de los años 70. ¿Cuántas veces fue detenido el señor Felipe González por la temida policía del régimen?, ¿cuánto tiempo pasó en los lúgubres calabozos de la Dirección General de Seguridad?, me da que ninguno por mucho que algunos biógrafos apasionados se empeñen en decir lo contrario. Tampoco voy a hacer mucha leña del árbol caído, ya que bastante tinta sobre papel hay al respecto de los mimos y cuidados de los que disfrutaba este señor por parte del régimen de Franco. Total, tiene sentido, preferían a un "socialista" domesticado, que a un rojo incorregible como era Carrillo, hay que joderse, que bicho malo nunca muere, aprovechando que hablamos del responsable máximo de los crímenes de Paracuellos. Por cierto, he entrecomillado lo de socialista, porque para mí ese menda no es socialista ni dios que lo ha visto. Un socialista jamás hubiese legalizado las ETT's, hubiese privatizado empresas públicas ni hubiese autorizado ese coladero de dinero que pierde el Estado que son las SICAV, donde las grandes fortunas de este país cotizan a un mísero e irrisorio ¡uno por ciento!, aparte de que a base de recortes en los derechos laborales se ganó a pulso cuatro huelgas generales, creo que fueron, así que de socialista, más bien poco por ser generosos.
Todo esto venía por la entrada de España en el euro. Ese ha sido el mayor y más grave error que un gobernante haya podido cometer jamás en este bendito país. ¿Cómo se les ocurrió acogernos a una moneda a la que se le puso paridad con el marco alemán?, ¿qué tenía que ver nuestra añorada peseta, a nivel de valor económico con el marco alemán?, nada, absolutamente nada, pues lo mismo pasa con el euro, ya que al fin y al cabo, el euro es un marco que no se llama marco. Y esto, aún siendo grave, no es lo peor. ¿Nadie se dio cuenta de que íbamos a perder completamente la soberanía económica?, ¿que no podríamos devaluar la moneda en caso de que en algún momento necesitáramos recurrir a dicha herramienta económica?, ¿que no podríamos darle a la manivela de hacer dinero si así lo requería el estado de nuestra economía?, pues parece ser que ningún lumbreras, ni de los últimos años de gobierno socialista, ni de los primeros años de gobierno de los populares, se dio cuenta del grave error que estábamos cometiendo. Pero esperar, que hay más. Europa nos obligó a convertirnos en un país donde nuestra principal actividad económica básicamente consiste en servir cañas y alojar a guiris deseosos de sol y cerveza barata en épocas estivales, aparte de poner un ladrillo encima de otro y levantar pisos allá donde quede un hueco para levantarlos. Destruimos nuestro tejido industrial (me cago en las putas reconversiones), destruimos nuestro tejido agrícola y ganadero (¿cuántos millones de litros de leche hemos tirado?, ¿cuántas cosechas nos han obligado a quemar?, ¡ni se sabe!) y España se convirtió en eso, en el club de alterne de ingleses y alemanes y un país cada día más vendido al "american way of life" donde el consumo, el consumo y el consumo, es lo prioritario, ¡válgame dios!, con la sangre, sudor y lágrimas que les costó a nuestros abuelos levantar España, ¡van estos hijos de puta y en cuestión de 3 ó 4 lustros, se lo cargan!
Y bien, completamente quemado, fusilado y agotado el último gobierno "socialista", llegan las elecciones del 96 las cuales gana un gañán, alguien que si este país fuese serio, no hubiese pasado de concejal de festejos en un pueblo de no mucha población. Sí, hablo de Aznar, el que si por él hubiese sido, vende hasta a su madre con tal de sacar cuatro perras, para jactarse de que con él había superávit en las cuentas públicas. Vendió a cuatro duros, y por supuesto, a sus amigos del alma, las empresas públicas más solventes que tenía España, las cuales nos reportaban pingües beneficios que hoy en día nos vendrían como el maná que preconizan las escrituras. Pero no queda ahí la cosa. Sus ansias de crecimiento exponencial (insostenible como ha quedado demostrado) le llevaron a aprobar en el 98 una ley por todos conocida como ley del suelo. ¿En qué consiste esa ley?, pues básicamente en que se puede construir en donde al empresario de turno se le ponga en los cojones, con la connivencia y firma, por supuesto, del alcalde caciquil, presidente autonómico corrupto, o ministro amigo de lo ajeno (ladrón en román paladino)
Se construía y se compraba, préstamos (muy parecidos por no decir iguales a los de nuestros amigos los ninjas) por aquí y por allá, yo le financio su vivienda, la reforma de la misma, un cochecito nuevo y las vacaciones en Nueva York, que es muy chic cruzar el charco y pasar unos días en la Gran Manzana, ¿no ha ido por allí?, y usted solo tiene que darme 500 ó 600 euros durante los próximos 40 años y aquí paz y después gloria. ¿Qué son 600 euros hoy en día (años 2002 ó 2003 por ejemplo) tal y como está España?, ¡hay trabajo para todos!, ¡hasta inmigrantes a porrillo están llegando porque los españoles hay trabajos que no quieren hacer, y nos pagarán las pensiones!, ¡que vengan, que vengan miles, qué digo miles, millones de ellos! y así fue creciendo la pelota (y las mentiras) y como de las cosas de los dineros (cuando no son tuyos) no se escapa ni el copón bendito, ¡zas!, de lleno, estalló aquí también la burbuja inmobiliaria y...
...ahí empieza la segunda parte del artículo, que lo dejamos para otro día que son las 4 de la madrugada y quiero dormir. Además, me estoy poniendo de muy mala hostia escribiendo todo esto, por tanto, prefiero hacer un alto en el camino, así que en los próximos días, más y procuraré que mejor.
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¿Qué ha dado lugar a que a día de hoy estemos así?, ¿cómo es posible que en el año 2012, en la cuarta potencia económica europea y la décima en el mundo, cada vez que salgo a fumarme un cigarro a mi terraza, vea a gente buscando y rebuscando en los cubos de basura?, ¿quién coño es el director o directores de la orquesta que está siguiendo al pie de la letra la partitura para destruir a España en particular y a Europa en general?, ¿hacia dónde se encamina España en el medio y largo plazo?, ¿qué futuro de mierda nos espera si seguimos apretándonos el cinturón y bajándonos los pantalones? (pensaba que no se podían hacer ambas cosas a la vez, pero sí, sí se puede a la vista de las circunstancias). Decenas, si no cientos de preguntas de este estilo me asaltan cada día en cuanto cojo un periódico, pongo la manipuladísima televisión, navego por Internet en las más diversas web de información y desinformación de todo tipo, o leo cualquiera de los libros que aprovechando el tirón de la crisis, se han escrito sobre la misma, que para esto las editoriales no andan escasas de reflejos... Me he propuesto dar respuesta a algunas de las preguntas que como digo, me atormentan cada día, aunque aviso al lector que lo que viene a continuación está escrito desde el odio y asco más profundo al liberalismo, al capitalismo, a los trescientos cincuenta diputados de hoy y al gobierno en pleno, a los de la legislatura pasada, a los de la otra y a la de más allá, a senadores, a los presidentes de todas las comunidades autónomas con sus respectivas cuadrillas de chupópteros que ocupan asientos en eso que llaman parlamentos autonómicos, a los alcaldes manirrotos de muchísimos ayuntamientos de España, a los consejos de administración de entidades bancarias intervenidas o sin intervenir y en definitiva, odio y asco hacia todo aquél que por poca que haya sido, haya tenido algo de culpa en esta vorágine de despropósitos en la que estamos inmersos.
Voy a dividir el artículo en tres partes, e intentaré ser lo más breve posible para que a nadie le visite Morfeo antes de que termine de leer el coñazo que queda por venir. Empezaré por donde se tienen que empezar las cosas, por el principio, es decir, el origen de la crisis (me ceñiré a la crisis económica, política y social de España y no global -aunque daré alguna pincelada para entenderlo todo mejor-, lo primero porque me da la realísima gana, lo segundo, porque creo que es la que realmente nos importa a los ciudadanos de esta Nación, y lo tercero, porque bastante tenemos con la nuestra, como andar pendientes de las de los demás), para posteriormente hacer una análisis de la situación actual, y por último, propondré alguna solución, políticamente incorrecta por supuesto, que desde mi punto de vista, evitaría que España fuese a parar a lo más profundo del abismo.
1.- Orígenes de la crisis.
No sé qué extraña manía les ha entrado a muchos de obcecarse en que el origen de la crisis que padecemos (en España) es debido, casi única y exclusivamente, a las hipotecas subprime (basura) que los irresponsables de los banqueros estadounidenses concedieron a troche y moche a esa figura extraña que se ha consensuado en llamar "ninja". La cosa es que nuestro amigo el ninja -generalmente inmigrante, sin trabajo estable (el que lo tuviera) y sin un puto duro ahorrado- no iba ser menos que su compatriota, otro ninja, que había logrado hacerse con un pisito en propiedad, un coche utilitario, se iba de vacaciones a la playa y llevaba a sus hijos al mejor colegio del distrito gracias al buen samaritano del siglo XXI, que no es otro que cualquier director de sucursal bancaria yankie en aquéllos tiempos, que sin ningún tipo de garantías como contraprestación, ofrecía el 100, 120 y hasta el 150 por ciento del valor de tasación de la vivienda que el ninja quisiese para que pudiera vivir como un estadounidense más. Así que un ninja tras otro iban entrando día a día en las distintas sucursales de EEUU pidiendo préstamos hipotecarios que muy difícilmente los iban a poder pagar. Los bancos yankies, muy avispados siempre en estos menesteres, empaquetaban estas hipotecas de mierda, más bien de mierdón, en productos derivados, les ponían un nombre rimbombante y se lo encasquetaban a otros bancos e inversores -muchos de ellos europeos y por tanto, españoles también- como productos de muy alta rentabilidad, pero lo que no contaban era el riesgo que estaban asumiendo a comprar esta basura de productos. Hasta que la burbuja inmobiliaria estadounidense estalló, los pisos empezaron a bajar de precio, el ninja que por muy ninja que sea de tonto no tiene un pelo, se da cuenta de que su piso vale mucho menos de lo que todavía debe al banco, y con las mismas va a visitar al buen samaritano que le concedió la hipoteca basura (subprime) con las llaves del piso, se las deja encima de la mesa del despacho y con un "ahí están las llaves del piso, métaselas por donde amargan los pepinos, que yo no le voy a dar a usted ni un jodido dólar más" y sale por la puerta del banco más ancho que largo, "¡hijo puta el ninja...!", piensa nuestro joven y trepa director de la sucursal bancaria, "...como me siga metiendo llaves por el culo, ya mismo me llaman para protagonizar la próxima entrega de Robocop", sigue pensando mientras va advirtiendo lo que le viene encima. Pues la misma peregrinación que había al principio de esta historia para conseguir préstamos hipotecarios, la hay para abarrotar las mesas de los directores de sucursales bancarias con llaves de pisos que ya no valen un cagao (en EEUU existe la dación en pago, dejas las llaves y el piso, y se acabó tu historia de amor con el banco).
Quiebra Lehman Brothers allá por 2008, ya que acumuló enormes pérdidas por títulos respaldados por estas hipotecas (los derivados con nombres ininteligibles de los que hablaba antes), el sistema financiero estadounidense está a un paso del colapso total -que gracias a la ayuda del Estado del que tanto abominan estos judíos capitalistas, perdón, quería decir jodidos...se mantiene a flote sin llegar al hundimiento total-, la banca norteamericana y europea principalmente se pone a mirar la cantidad de activos tóxicos que tiene, los grandes bancarios del orbe entran casi en estado catatónico al ver la cantidad de mierda que tienen en sus balances, se miran unos a otros, ni dios se presta dinero, nadie confía en nadie, se lía un olor a podrido en todo el sistema internacional de finanzas que apesta y cataplás, deja de fluir el dinero, se cierra el grifo y no se mueve ni un jodido dólar y mucho menos se mueven euros. Así, grosso modo y contado de una manera un tanto superficial, es lo que dio origen a la crisis internacional que se está llevando por delante el estado de bienestar europeo tal y como lo hemos conocido hasta ahora.
Cierto es que todo lo anterior afectó al sistema financiero español, por mucho que el entonces presidente, de cuyo nombre no quiero acordarme, saliera a la palestra con esa sonrisa de payasísimo que siempre le acompañaba (aunque ya en los últimos meses, tenía el gesto un tanto contrariado, ¿verdad?), diciendo que nuestro sistema financiero era el más solvente del mundo, o algo así dijo el cantamañanas ese que por desgracia tuvimos que soportar casi ocho años, aunque miedo más miedo me da el que llegó hace poco, que si el uno tenía la sonrisa de payaso y daba angustia verle y escucharle, éste parece que está comiendo alfalfa todo el día, por no decir que parece que tiene otra cosa metida en la boca, menos mal que la Merkel no tiene polla, o eso se le supone...así que lo dejaremos en alfalfa, y éste no es que dé angustia verle y escucharle, es que directamente es vomitivo. A lo que iba, que si bien es cierto, evidentemente, que todo este cúmulo de despropósitos afectó y todavía hoy seguimos arrastrando el lastre, al músculo financiero español, la causa de la situación en la que nos encontramos hay que buscarla más atrás, mucho más atrás.
20 de noviembre de 1975. Muere el general Francisco Franco, el hombre que con mano de hierro rigió los designios de este país durante casi cuarenta años. Fiesta y jolgorio para unos, lágrimas y lamentos para otros. La cuestión es que en tres años, el pueblo español, con la falta de formación política de siempre, sin cultura democrática alguna, y al más puro estilo borreguil, votó sí a la Constitución de 1978, redactada a matacaballo y nacida para contentar a todos, pero que no ha contentado ni al espíritu santo. ¿A qué viene esta lección sobre la transición española?, pensaréis algunos. En las autonomías tenéis la respuesta. España se convirtió en 17 miniestados, gestionados y administrados por una casta política irresponsable, y me da igual si son rojos, azules o rosas fucsias, para mí, son todos lo mismo, un hatajo de "señorías" y "excelencias", que lo único que nos pueden enseñar y hacer por nosotros, es decirnos a qué sabe la mierda, ya que la tienen todo el día en la boca. El Estado de las autonomías es un lastre que España lleva arrastrando desde que se aprobaron los primeros estatutos de autonomía, con catalanes y vascos en primera línea de fuego, seguidos por gallegos, andaluces, murcianos, riojanos y el resto de reinos de taifas que se sumaron a la maravilla estatutil (no sé si esa palabra existe pero me da igual, se me entiende perfectamente).
Creo que no me puedo hacer a la idea del despilfarro que para las arcas públicas ha supuesto este mercado de abastos que son las autonomías y máxime desde que el señor Aznar, otro expresidente que tal baila (no diré nada de él, ya que seguro que por mucho que diga y me embrutezca contra el mismo, me quedaré corto) transfirió las competencias en materia de educación y sanidad (que supone el mayor monto de gasto para las diversas comunidades), ¡lo que parece que a muchos de los que hoy critican el traspaso de competencias se les ha olvidado!, sí, sí, fue Ansar, digo, Aznar quien lo impulsó y de aquéllos polvos, vienen estos lodos.
Pero sigamos, ya que hay más y he dicho que no me quiero extender mucho, pasen y vean. ¿A quién se le ocurrió la maravillosa idea de meter a España en esa entelequia que no es otra cosa que el euro, la moneda única?, y aquí aparece un nuevo expresidente. Un "socialista" hecho a la medida de los servicios de inteligencia del franquismo. Un niño bien, que hasta fumaba puros, ¡coño, como los nuestros!, pensarían algunos allá por los comienzos de los años 70. ¿Cuántas veces fue detenido el señor Felipe González por la temida policía del régimen?, ¿cuánto tiempo pasó en los lúgubres calabozos de la Dirección General de Seguridad?, me da que ninguno por mucho que algunos biógrafos apasionados se empeñen en decir lo contrario. Tampoco voy a hacer mucha leña del árbol caído, ya que bastante tinta sobre papel hay al respecto de los mimos y cuidados de los que disfrutaba este señor por parte del régimen de Franco. Total, tiene sentido, preferían a un "socialista" domesticado, que a un rojo incorregible como era Carrillo, hay que joderse, que bicho malo nunca muere, aprovechando que hablamos del responsable máximo de los crímenes de Paracuellos. Por cierto, he entrecomillado lo de socialista, porque para mí ese menda no es socialista ni dios que lo ha visto. Un socialista jamás hubiese legalizado las ETT's, hubiese privatizado empresas públicas ni hubiese autorizado ese coladero de dinero que pierde el Estado que son las SICAV, donde las grandes fortunas de este país cotizan a un mísero e irrisorio ¡uno por ciento!, aparte de que a base de recortes en los derechos laborales se ganó a pulso cuatro huelgas generales, creo que fueron, así que de socialista, más bien poco por ser generosos.
Todo esto venía por la entrada de España en el euro. Ese ha sido el mayor y más grave error que un gobernante haya podido cometer jamás en este bendito país. ¿Cómo se les ocurrió acogernos a una moneda a la que se le puso paridad con el marco alemán?, ¿qué tenía que ver nuestra añorada peseta, a nivel de valor económico con el marco alemán?, nada, absolutamente nada, pues lo mismo pasa con el euro, ya que al fin y al cabo, el euro es un marco que no se llama marco. Y esto, aún siendo grave, no es lo peor. ¿Nadie se dio cuenta de que íbamos a perder completamente la soberanía económica?, ¿que no podríamos devaluar la moneda en caso de que en algún momento necesitáramos recurrir a dicha herramienta económica?, ¿que no podríamos darle a la manivela de hacer dinero si así lo requería el estado de nuestra economía?, pues parece ser que ningún lumbreras, ni de los últimos años de gobierno socialista, ni de los primeros años de gobierno de los populares, se dio cuenta del grave error que estábamos cometiendo. Pero esperar, que hay más. Europa nos obligó a convertirnos en un país donde nuestra principal actividad económica básicamente consiste en servir cañas y alojar a guiris deseosos de sol y cerveza barata en épocas estivales, aparte de poner un ladrillo encima de otro y levantar pisos allá donde quede un hueco para levantarlos. Destruimos nuestro tejido industrial (me cago en las putas reconversiones), destruimos nuestro tejido agrícola y ganadero (¿cuántos millones de litros de leche hemos tirado?, ¿cuántas cosechas nos han obligado a quemar?, ¡ni se sabe!) y España se convirtió en eso, en el club de alterne de ingleses y alemanes y un país cada día más vendido al "american way of life" donde el consumo, el consumo y el consumo, es lo prioritario, ¡válgame dios!, con la sangre, sudor y lágrimas que les costó a nuestros abuelos levantar España, ¡van estos hijos de puta y en cuestión de 3 ó 4 lustros, se lo cargan!
Y bien, completamente quemado, fusilado y agotado el último gobierno "socialista", llegan las elecciones del 96 las cuales gana un gañán, alguien que si este país fuese serio, no hubiese pasado de concejal de festejos en un pueblo de no mucha población. Sí, hablo de Aznar, el que si por él hubiese sido, vende hasta a su madre con tal de sacar cuatro perras, para jactarse de que con él había superávit en las cuentas públicas. Vendió a cuatro duros, y por supuesto, a sus amigos del alma, las empresas públicas más solventes que tenía España, las cuales nos reportaban pingües beneficios que hoy en día nos vendrían como el maná que preconizan las escrituras. Pero no queda ahí la cosa. Sus ansias de crecimiento exponencial (insostenible como ha quedado demostrado) le llevaron a aprobar en el 98 una ley por todos conocida como ley del suelo. ¿En qué consiste esa ley?, pues básicamente en que se puede construir en donde al empresario de turno se le ponga en los cojones, con la connivencia y firma, por supuesto, del alcalde caciquil, presidente autonómico corrupto, o ministro amigo de lo ajeno (ladrón en román paladino)
Se construía y se compraba, préstamos (muy parecidos por no decir iguales a los de nuestros amigos los ninjas) por aquí y por allá, yo le financio su vivienda, la reforma de la misma, un cochecito nuevo y las vacaciones en Nueva York, que es muy chic cruzar el charco y pasar unos días en la Gran Manzana, ¿no ha ido por allí?, y usted solo tiene que darme 500 ó 600 euros durante los próximos 40 años y aquí paz y después gloria. ¿Qué son 600 euros hoy en día (años 2002 ó 2003 por ejemplo) tal y como está España?, ¡hay trabajo para todos!, ¡hasta inmigrantes a porrillo están llegando porque los españoles hay trabajos que no quieren hacer, y nos pagarán las pensiones!, ¡que vengan, que vengan miles, qué digo miles, millones de ellos! y así fue creciendo la pelota (y las mentiras) y como de las cosas de los dineros (cuando no son tuyos) no se escapa ni el copón bendito, ¡zas!, de lleno, estalló aquí también la burbuja inmobiliaria y...
...ahí empieza la segunda parte del artículo, que lo dejamos para otro día que son las 4 de la madrugada y quiero dormir. Además, me estoy poniendo de muy mala hostia escribiendo todo esto, por tanto, prefiero hacer un alto en el camino, así que en los próximos días, más y procuraré que mejor.
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jueves, 26 de julio de 2012
Libros #66: ¿Qué es ser Nacional-Revolucionario?
El autor de "¿Qué es ser Nacional-Revolucionario?" no es otro que Juan Antonio Llopart Senent. Implicado en la lucha política desde los 15 años, edad a la que comenzó su militancia política en el hoy extinguido Frente de la Juventud, fue elegido delegado de las Juventudes del Frente Nacional a los 22 años. Decidió abandonar esta formación política para fundar Tercera Vía Solidarista y tras su disolución fundó la Asociación Cultural Alternativa Europea. También militó en el sindicato anarcosindicalista CGT durante unos años.
Actualmente es presidente nacional del Movimiento Social Republicano y propietario de Ediciones Nueva República, editorial ésta que edita el libro que hoy comento en esta entrada.
Nadie mejor que Juan Antonio Llopart, atendiendo a su biografía política, con años y años dedicados a la lucha Nacional-Revolucionaria, para traernos un libro que habla justo de eso -sin complejos de ningún tipo-, de Nacional-Revolucionarios. Dejemos que él mismo nos aclare los motivos que le empujaron a escribir este pequeño ensayo:
"Hace ya algún tiempo que algunas personas me preguntaron si podía preparar una conferencia introductoria sobre qué era ser Nacional-Revolucionario. Me pedían, además, que lo expusiera de una forma sencilla y entendible. Me argumentaron que era necesaria, debido a la confusión que había -y que hay- sobre los Nacional-Revolucionarios (...). Ante tal propuesta, y creyendo, yo también, que sí era necesario clarificar en la medida de lo posible este entuerto que algunos habían creado acerca de lo que era ser NR, accedí gustosamente a ello.
El libro que tienes ahora en tus manos, no es más que el texto de esa conferencia con algunas modificaciones y alguna pequeña ampliación. Intenté, tal y como me propusieron, explicar de forma simple las diferencias de los NR con distintas corrientes políticas, su espacio político y su línea ideológica (...)."
Las lineas anteriores corresponden a un extracto de una nota previa del autor, que está en el libro tras el prólogo de Ramón Bau, donde hace la exposición de motivos del presente libro. Nada mejor que las palabras del propio autor para acercaros lo que podemos encontrar en "¿Qué es ser Nacional-Revolucionario?.
El libro se compone de dos partes, la primera es el texto en sí de Juan Antonio Llopart donde encontraremos la respuesta -respuesta que como he indicado antes, nadie mejor que él, debido a su trayectoria política, puede dar- a la pregunta que da título al libro mediante cinco apartados que son: a) Los nacional-revolucionarios, b) Los valores nacional-revolucionarios, c) Qué caracteriza al partido nacional-revolucionario, d) Los NR y el Área (Área es lo que Juan Antonio utiliza para referirse al maremagnum de partidos por todos conocidos como ultra o extrema-derecha -mal llamados así en su gran mayoría, por cierto-) y e) Por unas bases NR.
La segunda parte se compone dieciséis anexos que se corresponden con sendos textos de contenido netamente Nacional-Revolucionarios. Aparecen ante nosotros escritos de ideólogos del nacionalismo revolucionario europeo como Dominique Vernner y Jean Thiriart, así como textos y doctrinas programáticas de organizaciones y partidos como Joven Europa, los Sindicatos Comunitarios Europeos, Avanguardiadi Popolo, Ordine Nuovo, Nuova Azione, Nouvelle Resistance o el Movimiento Social Republicano entre otras. Una colección de textos altamente representativos de las ideas del revolucionarismo nacionalista europeo desde mediados del siglo XX hasta hoy.
Curiosos los dos últimos anexos dedicados a explicarnos el origen de la cruz céltica y la rata negra como símbolos adoptados por los Nacional-Revolucionarios.
En definitiva, un ensayo imprescindible para conocer de dónde viene, dónde se encuentra y hacia dónde va el nacionalismo revolucionario español, y por extensión, europeo. El libro pertenece a la colección El Partisano Europeo de Ediciones Nueva República y se puede encontrar en la web de la editorial, en Librería Europa o en las pocas librerías de nuestro "Área". Como siempre que se trata de un libro de esta temática, políticamente incorrecta donde las haya, olvidaros de comprarlo en El Corte Inglés o en las grandes cadenas de distribución...ahí queda. Twittear
Actualmente es presidente nacional del Movimiento Social Republicano y propietario de Ediciones Nueva República, editorial ésta que edita el libro que hoy comento en esta entrada.
Nadie mejor que Juan Antonio Llopart, atendiendo a su biografía política, con años y años dedicados a la lucha Nacional-Revolucionaria, para traernos un libro que habla justo de eso -sin complejos de ningún tipo-, de Nacional-Revolucionarios. Dejemos que él mismo nos aclare los motivos que le empujaron a escribir este pequeño ensayo:
"Hace ya algún tiempo que algunas personas me preguntaron si podía preparar una conferencia introductoria sobre qué era ser Nacional-Revolucionario. Me pedían, además, que lo expusiera de una forma sencilla y entendible. Me argumentaron que era necesaria, debido a la confusión que había -y que hay- sobre los Nacional-Revolucionarios (...). Ante tal propuesta, y creyendo, yo también, que sí era necesario clarificar en la medida de lo posible este entuerto que algunos habían creado acerca de lo que era ser NR, accedí gustosamente a ello.
El libro que tienes ahora en tus manos, no es más que el texto de esa conferencia con algunas modificaciones y alguna pequeña ampliación. Intenté, tal y como me propusieron, explicar de forma simple las diferencias de los NR con distintas corrientes políticas, su espacio político y su línea ideológica (...)."
Las lineas anteriores corresponden a un extracto de una nota previa del autor, que está en el libro tras el prólogo de Ramón Bau, donde hace la exposición de motivos del presente libro. Nada mejor que las palabras del propio autor para acercaros lo que podemos encontrar en "¿Qué es ser Nacional-Revolucionario?.
El libro se compone de dos partes, la primera es el texto en sí de Juan Antonio Llopart donde encontraremos la respuesta -respuesta que como he indicado antes, nadie mejor que él, debido a su trayectoria política, puede dar- a la pregunta que da título al libro mediante cinco apartados que son: a) Los nacional-revolucionarios, b) Los valores nacional-revolucionarios, c) Qué caracteriza al partido nacional-revolucionario, d) Los NR y el Área (Área es lo que Juan Antonio utiliza para referirse al maremagnum de partidos por todos conocidos como ultra o extrema-derecha -mal llamados así en su gran mayoría, por cierto-) y e) Por unas bases NR.
La segunda parte se compone dieciséis anexos que se corresponden con sendos textos de contenido netamente Nacional-Revolucionarios. Aparecen ante nosotros escritos de ideólogos del nacionalismo revolucionario europeo como Dominique Vernner y Jean Thiriart, así como textos y doctrinas programáticas de organizaciones y partidos como Joven Europa, los Sindicatos Comunitarios Europeos, Avanguardiadi Popolo, Ordine Nuovo, Nuova Azione, Nouvelle Resistance o el Movimiento Social Republicano entre otras. Una colección de textos altamente representativos de las ideas del revolucionarismo nacionalista europeo desde mediados del siglo XX hasta hoy.
Curiosos los dos últimos anexos dedicados a explicarnos el origen de la cruz céltica y la rata negra como símbolos adoptados por los Nacional-Revolucionarios.
En definitiva, un ensayo imprescindible para conocer de dónde viene, dónde se encuentra y hacia dónde va el nacionalismo revolucionario español, y por extensión, europeo. El libro pertenece a la colección El Partisano Europeo de Ediciones Nueva República y se puede encontrar en la web de la editorial, en Librería Europa o en las pocas librerías de nuestro "Área". Como siempre que se trata de un libro de esta temática, políticamente incorrecta donde las haya, olvidaros de comprarlo en El Corte Inglés o en las grandes cadenas de distribución...ahí queda. Twittear
miércoles, 25 de julio de 2012
Libros #65: La riqueza en el régimen liberal, comunista y fascista.
Leyendo el magnífico libro "José Antonio, fascista", del profesor José Luis Jerez Riesco, vi en una de las imágenes que acompañan a dicha obra un anuncio aparecido en el órgano de expresión de Falange Española de las JONS que animaba a leer el ensayo de Ernesto Álvarez de Perán titulado "La riqueza en el régimen liberal, comunista y fascista". En concreto el anuncio apareció en el semanario Arriba, número 32, de 13 de febrero de 1936 y en el mismo se puede leer lo siguiente de manera literal: "Recomendamos la nueva obra de E. Álvarez de Perán titulada: La riqueza en el régimen LIBERAL, COMUNISTA Y FASCISTA que defiende científicamente los puntos del programa de FALANGE como única solución de problemas actualmente planteados en una posición inslostenible a causa de la INCOMPATIBILIDAD DE LA POLÍTICA LIBERAL CON EL BIEN SOCIAL".
No lo dudé un momento, fue ver el anuncio y decidirme a buscar el libro en los únicos sitios donde lo podía encontrar -por tratarse de una obra editada en el año 1935-, Iberlibro, Uniliber o TodoColección. Tuve suerte y lo encontré al mejor precio en Iberlibro, y tras unos días de espera, pasó a formar parte de mi biblioteca personal y pocos días más tarde fue leído con la atención que se le debe prestar a un libro de las características de éste. Viene que ni pintado traer a colación en estos tiempos de "derrumbe del sistema económico capitalista" esta pequeña obra, ya que aunque escrita en 1935, contiene la esencia de las perversiones y taras del sistema liberal que nos han llevado a la situación de crisis que hoy día vive España en particular y los países de la vieja Europa en general.
No es muy difícil suponer, atendiendo al título del mismo, que el libro está dividido en tres partes claramente diferenciadas, que no son otras que una visión académica, estudiada, científica (tal y como reza el anuncio de Falange) y pedagógica de los tres principales sistemas político-económicos que regían la mayor parte de países de lo que se ha dado en llamar "Occidente" en aquéllos años. La primera parte está dedicada al análisis, a través de doce capítulos, de la doctrina y la actuación política del sistema liberal.
Aquí se nos detallan con todo lujo de detalles las artimañas usadas por los "liberales" y "capitalistas" para hacer que la sociedad se divida en ricos y pobres, siendo los ricos cada vez más ricos, y los pobres cada vez más pobres (¿no nos suena esto de algo?...). A lo largo de los doce capítulos de esta primera parte que mencionaba anteriormente, Álvarez de Perán nos habla de la tradición y las instituciones liberales, del parlamentarismo y la "libertad", de riqueza mal repartida y de la agonía de esta doctrina entre otras muchas cosas. El análisis del libro daría para otro volumen como el referido aquí, pero no voy a entrar en muchos detalles y me cuidaré de no dar muchas opiniones que tengo al respecto de los temas tratados para no aburrir al personal ni incurrir en pesadez extrema.
La segunda parte está dedicada al comunismo, doctrina que el autor demuestra con generosos argumentos que no está tan lejos del liberalismo, sobre todo si nos atenemos al aspecto puramente económico de ambas concepciones. Es evidente que en el aspecto político y social están a años luz la una de la otra, pero en el económico, es sorprendente ver que no hay tanta distinción. Mientras que en el capitalismo la plusvalía generada por un trabajador va a manos del capitalista, en el comunismo, dicha plusvalía va a parar a manos del Estado, quedándose el obrero a verlas venir tanto en un sistema como en otro (esto es una forma muy básica de exponerlo aquí, pero no quiero entrar en detalles de producción, valor de cambio, valor de uso, plusvalías, etc.). El fin último de los argumentos de Álvarez de Perán es demostrar que el comunismo, al fin y al cabo, no deja de ser capitalismo, de Estado, pero capitalismo puro y duro.
Y por último, le toca el turno al fascismo, doctrina que en su transversalidad, ve el autor la solución a las desigualdades sociales y las injusticias que tienen que sufrir los ciudadanos en cualquiera de los dos sistemas anteriores. En el corporativismo del fascismo italiano de Mussolini, en el socialismo nacional de Adolf Hitler o en el nacional-sindicalismo de Ramiro Ledesma y José Antonio Primo de Rivera ve Álvarez de Perán la salida a la crisis política, social, económica y de valores imperante en el primer tercio del pasado siglo XX. En los catorce capítulos de que consta esta tercera y última parte del libro, el autor hace un análisis exhaustivo de la cosmovisión "fascista", centrado como no podía ser de otra manera atendiendo al argumento central del libro, en el aspecto económico de la misma. Comenzando por una introducción a la doctrina espiritualista del fascismo, continúa hablándonos extensamente sobre la organización del trabajo y la economía fascista, vía producción intensiva y distribución equitativa de la riqueza (cuánto tienen que aprender todos estos "enteraos" a los que se les llena la boca al soltar la palabra fascista como sinónimo de derechoide capitalista), nos sigue exponiendo el ordenamiento de la idea moral, educativa, religiosa y de Patria en la concepción fascista, continúa con capítulos dedicados a la hacienda pública y a la soberanía del Estado, para acabar, tras algunos capítulos intermedios todos ellos igual de interesantes que el resto, dejándonos caer como título del último capítulo la pregunta "¿República o Monarquía?", capítulo éste en el que deja claro que el fascismo, en su concepción de la Historia, del hombre y de la Patria, está muy por encima de esos conceptos anquilosados en el siglo XIX y que llevaron al mundo a lo que había en aquélla época, hambre, miseria y desilusión social (justo, lo que sigue habiendo hoy en día). Twittear
No lo dudé un momento, fue ver el anuncio y decidirme a buscar el libro en los únicos sitios donde lo podía encontrar -por tratarse de una obra editada en el año 1935-, Iberlibro, Uniliber o TodoColección. Tuve suerte y lo encontré al mejor precio en Iberlibro, y tras unos días de espera, pasó a formar parte de mi biblioteca personal y pocos días más tarde fue leído con la atención que se le debe prestar a un libro de las características de éste. Viene que ni pintado traer a colación en estos tiempos de "derrumbe del sistema económico capitalista" esta pequeña obra, ya que aunque escrita en 1935, contiene la esencia de las perversiones y taras del sistema liberal que nos han llevado a la situación de crisis que hoy día vive España en particular y los países de la vieja Europa en general.
No es muy difícil suponer, atendiendo al título del mismo, que el libro está dividido en tres partes claramente diferenciadas, que no son otras que una visión académica, estudiada, científica (tal y como reza el anuncio de Falange) y pedagógica de los tres principales sistemas político-económicos que regían la mayor parte de países de lo que se ha dado en llamar "Occidente" en aquéllos años. La primera parte está dedicada al análisis, a través de doce capítulos, de la doctrina y la actuación política del sistema liberal.
Aquí se nos detallan con todo lujo de detalles las artimañas usadas por los "liberales" y "capitalistas" para hacer que la sociedad se divida en ricos y pobres, siendo los ricos cada vez más ricos, y los pobres cada vez más pobres (¿no nos suena esto de algo?...). A lo largo de los doce capítulos de esta primera parte que mencionaba anteriormente, Álvarez de Perán nos habla de la tradición y las instituciones liberales, del parlamentarismo y la "libertad", de riqueza mal repartida y de la agonía de esta doctrina entre otras muchas cosas. El análisis del libro daría para otro volumen como el referido aquí, pero no voy a entrar en muchos detalles y me cuidaré de no dar muchas opiniones que tengo al respecto de los temas tratados para no aburrir al personal ni incurrir en pesadez extrema.
La segunda parte está dedicada al comunismo, doctrina que el autor demuestra con generosos argumentos que no está tan lejos del liberalismo, sobre todo si nos atenemos al aspecto puramente económico de ambas concepciones. Es evidente que en el aspecto político y social están a años luz la una de la otra, pero en el económico, es sorprendente ver que no hay tanta distinción. Mientras que en el capitalismo la plusvalía generada por un trabajador va a manos del capitalista, en el comunismo, dicha plusvalía va a parar a manos del Estado, quedándose el obrero a verlas venir tanto en un sistema como en otro (esto es una forma muy básica de exponerlo aquí, pero no quiero entrar en detalles de producción, valor de cambio, valor de uso, plusvalías, etc.). El fin último de los argumentos de Álvarez de Perán es demostrar que el comunismo, al fin y al cabo, no deja de ser capitalismo, de Estado, pero capitalismo puro y duro.
Y por último, le toca el turno al fascismo, doctrina que en su transversalidad, ve el autor la solución a las desigualdades sociales y las injusticias que tienen que sufrir los ciudadanos en cualquiera de los dos sistemas anteriores. En el corporativismo del fascismo italiano de Mussolini, en el socialismo nacional de Adolf Hitler o en el nacional-sindicalismo de Ramiro Ledesma y José Antonio Primo de Rivera ve Álvarez de Perán la salida a la crisis política, social, económica y de valores imperante en el primer tercio del pasado siglo XX. En los catorce capítulos de que consta esta tercera y última parte del libro, el autor hace un análisis exhaustivo de la cosmovisión "fascista", centrado como no podía ser de otra manera atendiendo al argumento central del libro, en el aspecto económico de la misma. Comenzando por una introducción a la doctrina espiritualista del fascismo, continúa hablándonos extensamente sobre la organización del trabajo y la economía fascista, vía producción intensiva y distribución equitativa de la riqueza (cuánto tienen que aprender todos estos "enteraos" a los que se les llena la boca al soltar la palabra fascista como sinónimo de derechoide capitalista), nos sigue exponiendo el ordenamiento de la idea moral, educativa, religiosa y de Patria en la concepción fascista, continúa con capítulos dedicados a la hacienda pública y a la soberanía del Estado, para acabar, tras algunos capítulos intermedios todos ellos igual de interesantes que el resto, dejándonos caer como título del último capítulo la pregunta "¿República o Monarquía?", capítulo éste en el que deja claro que el fascismo, en su concepción de la Historia, del hombre y de la Patria, está muy por encima de esos conceptos anquilosados en el siglo XIX y que llevaron al mundo a lo que había en aquélla época, hambre, miseria y desilusión social (justo, lo que sigue habiendo hoy en día). Twittear
domingo, 1 de julio de 2012
¡PURO SENTIMIENTO!, ¡ARRIBA ESPAÑA!
Selección Española, campeona de la Eurocopa 2012
De nuevo, cuatro años después, y dos desde la consecución de la Copa del Mundo, la Selección Española de Fútbol vuelve a conquistar Europa. Valgan estas líneas como mi pequeño y particular homenaje a este equipo, a estos veintitrés magníficos jugadores que con la garra y coraje que caracteriza al pueblo español, han arrancado un trozo de la historia del fútbol para que forme parte de nuestros hitos deportivos. Ojalá todo en España se hiciera como vosotros hacéis fútbol, emocionando a gente que como a mí, que no me apasiona el "deporte rey", pero cuando veo que a algo se le pone pasión y corazón tal y como vosotros habéis hecho en los últimos cuatro años, es difícil no quitarse el sombrero y gritar:
¡¡¡GRACIAS, GRACIAS Y GRACIAS!!!
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sábado, 2 de junio de 2012
Estadística del nuevo Euromillones.
El día 10 de mayo de 2011 entraba en vigor la nueva normativa de la lotería Euromillones. Las novedades en la forma de jugar, la frecuencia de los sorteos, las nuevas probabilidades de obtener premio y las tablas con las categorías de los mismos quedaron expuestas en este mismo blog en la entrada "Nuevo Euromillones".
Desde la entrada en vigor de las novedades hasta el día de hoy, se han sucedido 112 sorteos y el objeto de este post es mostrar los 15 números más frecuentes en estos sorteos, así como las 3 estrellas más frecuentes de los mismos. En un fichero de texto plano, voy anotando sorteo a sorteo la combinación ganadora para posteriormente hacer mediante un pequeño programa escrito en C, un análisis estadístico de los números y estrellas más frecuentes, y en relación a ello y del resto de números y estrellas que no forman parte de los 15 (números) ó 3 (estrellas) más frecuentes, generarme yo mi propia combinación. Como he mencionado en algún que otro artículo, no sirve para nada, ya que el azar no se puede modelizar y por tanto, no es más que un entretenimiento matemático e informático, si no, pensar la cantidad de estadísticos, matemáticos e ingenieros millonarios que habría en el mundo...
Bien, pues la relación de los 15 números y las 3 estrellas más frecuentes desde el día 10 de mayo de 2011, hasta hoy, día 2 de junio de 2012, tras 112 sorteos son, tal y como muestra la salida en consola de mi programa:
>>> El numero mas frecuente 1 es: 28 (18 veces)
>>> El numero mas frecuente 2 es: 12 (17 veces)
>>> El numero mas frecuente 3 es: 14 (16 veces)
>>> El numero mas frecuente 4 es: 23 (15 veces)
>>> El numero mas frecuente 5 es: 25 (15 veces)
>>> El numero mas frecuente 6 es: 50 (15 veces)
>>> El numero mas frecuente 7 es: 16 (14 veces)
>>> El numero mas frecuente 8 es: 1 (13 veces)
>>> El numero mas frecuente 9 es: 4 (13 veces)
>>> El numero mas frecuente 10 es: 10 (13 veces)
>>> El numero mas frecuente 11 es: 17 (13 veces)
>>> El numero mas frecuente 12 es: 19 (13 veces)
>>> El numero mas frecuente 13 es: 20 (13 veces)
>>> El numero mas frecuente 14 es: 30 (13 veces)
>>> El numero mas frecuente 15 es: 36 (13 veces)
>>> La estrella mas frecuente 1 es: 2 (30 veces)
>>> La estrella mas frecuente 2 es: 8 (27 veces)
>>> La estrella mas frecuente 3 es: 11 (24 veces)
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Desde la entrada en vigor de las novedades hasta el día de hoy, se han sucedido 112 sorteos y el objeto de este post es mostrar los 15 números más frecuentes en estos sorteos, así como las 3 estrellas más frecuentes de los mismos. En un fichero de texto plano, voy anotando sorteo a sorteo la combinación ganadora para posteriormente hacer mediante un pequeño programa escrito en C, un análisis estadístico de los números y estrellas más frecuentes, y en relación a ello y del resto de números y estrellas que no forman parte de los 15 (números) ó 3 (estrellas) más frecuentes, generarme yo mi propia combinación. Como he mencionado en algún que otro artículo, no sirve para nada, ya que el azar no se puede modelizar y por tanto, no es más que un entretenimiento matemático e informático, si no, pensar la cantidad de estadísticos, matemáticos e ingenieros millonarios que habría en el mundo...
Bien, pues la relación de los 15 números y las 3 estrellas más frecuentes desde el día 10 de mayo de 2011, hasta hoy, día 2 de junio de 2012, tras 112 sorteos son, tal y como muestra la salida en consola de mi programa:
>>> El numero mas frecuente 2 es: 12 (17 veces)
>>> El numero mas frecuente 3 es: 14 (16 veces)
>>> El numero mas frecuente 4 es: 23 (15 veces)
>>> El numero mas frecuente 5 es: 25 (15 veces)
>>> El numero mas frecuente 6 es: 50 (15 veces)
>>> El numero mas frecuente 7 es: 16 (14 veces)
>>> El numero mas frecuente 8 es: 1 (13 veces)
>>> El numero mas frecuente 9 es: 4 (13 veces)
>>> El numero mas frecuente 10 es: 10 (13 veces)
>>> El numero mas frecuente 11 es: 17 (13 veces)
>>> El numero mas frecuente 12 es: 19 (13 veces)
>>> El numero mas frecuente 13 es: 20 (13 veces)
>>> El numero mas frecuente 14 es: 30 (13 veces)
>>> El numero mas frecuente 15 es: 36 (13 veces)
>>> La estrella mas frecuente 1 es: 2 (30 veces)
>>> La estrella mas frecuente 2 es: 8 (27 veces)
>>> La estrella mas frecuente 3 es: 11 (24 veces)
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