jueves, 30 de diciembre de 2010
domingo, 26 de diciembre de 2010
Libros #37: Ramiro Ledesma en la crisis de España.
Él, Emiliano Aguado, escribió este libro en el año 1942 en honor y como homenaje a Ramiro Ledesma Ramos, el que fue su amigo y jefe político. No me voy a detener en datos biográficos de Ramiro ya que a lo largo de unas cuantas entradas en este blog ha quedado perfectamente definida su vida política e intelectual, así que pasemos directamente a hacer una breve reseña de lo que nos vamos a encontrar en este libro, así como la opinión que me merece.
Esta obra no debe faltar en la biblioteca de todo aquél al que la figura de Ledesma le suscite interés y simpatía, ya que se trata de una combinación de biografía personal y política, escrita por uno de los más fieles seguidores y colaboradores de Ramiro. Así que nadie mejor que alguien que estuvo codo a codo con él en los momentos buenos y en los menos buenos, en las luchas callejeras y en la redacción de las diversas revistas que el zamorano fundó. Un camarada, un fiel amigo, un luchador nato, un intelectual no apoltronado en una cátedra viéndolas venir, ese era Emiliano Aguado. Tras finalizar la guerra civil española, cuando Falange no era más que un nombre y una parafernalia, cuando la figura de Ramiro Ledesma pasó al olvido ya que era un personaje incómodo para el "Movimiento", Emiliano sacó a pasear su mejor pluma y dándole forma de libro nos presenta a Ramiro Ledesma Ramos prácticamente de manera "hagiográfica". Una obra que nace del corazón, de lo más profundo de los sentimientos humanos, el libro que todos querríamos dedicarle a un maestro que a la vez sea amigo.
La prosa desde mi punto de vista roza el barroquismo, aunque esto no es más que una opinión de alguien educado en el siglo XXI y víctima de la LOGSE, pero de un estilo pulcro, conciso y emotivo. Así nos presenta Emiliano Aguado a una de las figuras políticas e intelectuales más importantes del siglo XX español, aunque por razones que ahora no vienen al caso, haya quedado relegado al más absoluto olvido. Basten estas líneas que a continuación transcribo, para que vosotros, los que estéis leyendo ahora este artículo, os hagáis una idea de qué encontraréis en este libro. Nada mejor que un pequeño extracto de la última parte del mismo, la conclusión, para suscitar la curiosidad de quien se quiera acercar a la vida y obra de Ramiro y dar por finalizado este breve comentario a "Ramiro Ledesma en la crisis de España":
Y a lo largo de seis años, en medio de la tempestad y en los brazos seductores del azar y del ensueño, Ramiro ha recorrido solo todos los rincones de su alma y todas las torturas de su Patria. El recuerdo nos trae ahora aquella soledad y la muerte nos alumbra con su misterio la ternura inefable que guardaba en su corazón aquel muchacho, que nos ha dejado una obra llena de tensiones y de frases lapidarias y una vida llena de silencios y presentimientos.
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martes, 21 de diciembre de 2010
Sus putas reformas.
El tema daría para un discurso largo y tendido, pero haciendo caso a los sabios consejos de algunos de los lectores más fieles de mi blog, procuraré no extenderme mucho, intentado exponer de forma clara y concisa mis argumentos en contra de esta bochornosa ley de reforma de las pensiones que este gobierno, autodenominado "socialista" (que por descontado que de socialista no tiene una mierda) está intentando meternos doblada y con vaselina por salva sea la parte.
Lo primero que tengo que decir y si no lo digo reviento, es que eran estos mismos hijos de la gran finanza internacional (pensabais que iba a decir puta, ¿eh?, pues es lo mismo, ambas se dedican a joder por dinero) los que hace unos años, y no hace tantos, decían que las pensiones nos las iban a pagar los inmigrantes, que gracias a la llegada masiva, descontrolada e ilegal de inmigrantes, en un futuro tendríamos nuestra jubilación asegurada y que no había porqué preocuparse, que todo estaba "atado y bien atado", como decía aquél. ¿Qué más nos daba que estos se llevaran a manos llenas las ayudas sociales que por tierra, mar y aire se derrochaban para con ellos, así como que cobraran sueldos de mierda en perjuicio de los españoles que trabajaban en esos oficios que supuestamente "nadie quería", con tal de que el día de mañana nuestros padres, nosotros y nuestros hijos pudiésemos cobrar una pensión?. Mentira, fariseísmo puro y duro, maniqueísmo del más rancio, pero que en esta sociedad adormecida, drogada por ondas electromagnéticas convertidas en imagen en movimiento, e incapaz de formarse un criterio objetivo por ella misma, colaba, vamos si colaba. ¿Quién no ha oído en televisión, ha escuchado en la radio, ha leído en un panfleto llamado periódico, o ha discutido en una conversación de pasillo en universidades y centros de trabajo la puta frase de "los inmigrantes pagarán nuestras pensiones"?, hay que ser gilipollas en grado superlativo para creerse semejante soplapollez, pues aún así, algunos, y no pocos, se la creyeron. ¿Cómo va a pagar las pensiones un colectivo que en su gran mayoría no cotiza ni un puto euro, debido a su clandestinidad laboral?. Bien, una parte de ellos están dados de alta en la Seguridad Social y cotizan, de acuerdo, ¿cuánto, con lo irrisorio del salario que tienen la mayoría?, cosa por la cual, por cierto, a día de hoy están los sueldos rozando el centro de la tierra, sobre todo en trabajos de poco valor añadido y poca productividad (hablando en términos económicos, entiéndase bien), llámese construcción, limpieza, hostelería, etc. etc.
¿Soluciones?, por citar solo algunas, aportar el dinero destinado a integración social (que se ha demostrado inútil en todos estos años) a las arcas de la Seguridad Social, expulsión de todo aquel inmigrante que haya cometido el más mínimo delito en España y no tener nuestros centros penitenciarios con un 40% de inmigrantes a los que hay que sustentar vitalmente, y no solo eso, si no que tras salir de prisión, tienen derecho a prestación por ¿desempleo? y ahorrarlo para costear nuestras pensiones, todo inmigrante que no pueda demostrar que está empleado en España que sea extraditado ipso facto a su país de origen, y yendo más allá, mientras haya un solo español buscando empleo, que no haya otro de fuera ocupando un puesto de trabajo, páguese dignamente al español y veríamos cómo aumenta el montante de la Seguridad Social en España. En fin, no me voy a embrutecer más en este caso porque mi opinión al respecto ha quedado clarísimamente definida en otros artículos de esta web.
Señores diputados y senadores, barrigas satisfechas todos, integrantes de la casta política más ruin que ha pisado suelo patrio en siglos y siglos de Historia, hacedores de la más sucia política de cloaca, ¿por qué cojones no predicáis con el ejemplo y reformáis vuestro vomitivo sistema de pensiones?, ¿porqué con tan solo siete años desempeñando vuestra inútil función pública tenéis derecho al percibimiento del 80% de pensión y al 100% con once años engañando al Pueblo?. Sí señores, sí, con once años con sus pestilentes culos en un escaño del congreso de los diputados tienen derecho al 100% de la pensión, cuando al resto de los mortales se nos exigen al menos 35 años de trabajo para optar a dicho porcentaje. Por supuesto que sus pensiones están a años luz de las que pueda percibir alguien que se haya tirado picando piedra desde los 14 años hasta los 65 en que pueda jubilarse, esa es otra. Anda y que les jodan. ¿No os parece extraño que para lo único que se ponen de acuerdo este atajo de sátrapas es para blindarse los sueldos y desorbitarse las pensiones?, los 350 diputados pulsan el botón verde, qué bonito, qué anchos se ponen cuando saben que sin dar palo al agua durante 7 años, tienen derecho al 80% de una nada despreciable pensión que por supuestísimo sale del bolsillo de todos nosotros, de los que a diario nos levantamos para ir a trabajar, tenemos que fichar y sudar para que nos ingresen una nómina a final de mes. ¿Para qué pollas sirve un diputado?, ¿y un senador?, ¿porqué hay 350 diputados en nuestro congreso? ¿y 264 senadores?, si total, se atienen a la disciplina de partido (votan lo que su partido les dicta, todo el grupo parlamentario socialista, por ejemplo, aunque con todos ocurre los mismo, vota lo que se les diga, no hay ovejas descarriadas), por tanto, con uno que haya del PP, otro del PSOE, otro de IU y así con cada uno de los partidos con representación parlamentaria, sería más que suficiente, ¿no?. ¿Alguien conoce al diputado o senador que envía su provincia?, ¿se pasea por las calles de vuestras ciudades y vuestros pueblos recogiendo vuestras propuestas, inquietudes e ideas?, ¿no verdad?. ¿A esto le llaman democracia?, ¿a depositar un papel en una urna cada cuatro años?. Asco me da esta democracia.
Bajada de sueldos una media del 5% a funcionarios (los menos culpables de la crisis económica, policías, médicos, profesores, enfermeros), eliminación del cheque bebé, subida en dos puntos porcentuales del I.V.A, reforma laboral con la que el trabajador se queda con el culo al aire y pelado frente al empleador, supresión de los 426 euros para parados de larga duración que hayan agotado su prestación por desempleo, futura reforma de las pensiones, subida de impuestos indirectos (luz, gas, carburantes), privatización de un 49% de AENA y del 30% de Loterías y Apuestas del Estado (lo que antes era de todos, ahora será de unos pocos...), ¿dónde cojones está el socialismo del PSOE?, esto es política de ultraderecha liberal pura y dura, ¡y todavía habrá alguien que le vote en las próximas elecciones!. ¿Rajoy?, mismo perro con distinto collar, lo mismo me da que me da lo mismo. ¿Cuál será la política de este tipo?, ¿privatizar hasta a su madre así para empezar?, virgen santísima la que nos espera...
Pero bueno, no es difícil imaginar a qué oscuros intereses atiende todo esto y pobre de aquél que crea que cuando vota a un partido político, éste va a hacer algo por él, jajaja, me meo de la risa que me entra. Hacemos la política que el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, oscuros grupos de poder internacionales, Estados Unidos, Israel y alguno que otro que me dejo en el tintero quieren que se haga, ni más ni menos, suda la polla que sea el partido de izquierdas o derechas, es todo, absolutamente todo lo mismo, ¿no nos damos cuenta?. Que se vayan todos a tomar por culo y nos dejen de tomar el pelo, que no somos gilipollas, aunque a veces, como país, lo parezcamos.
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jueves, 9 de diciembre de 2010
Cartas desde prisión.
Al encontrarse Pedro Varela fuera durante el puente de la Constitución disfrutando de unos días de vacaciones, declaró que se personaría voluntariamente en el centro penitenciario que le correspondiese.
Ante este vil atentado contra la libertad de pensamiento, de expresión y de difusión de ideas, tengo a bien transcribir en esta entrada la última carta escrita por Pedro Varela. Sin más entretenimiento os dejo con las palabras del dueño de Librería Europa, juzgado y condenado por vender libros, sí, habéis leído bien, ¡vender libros!.
Pedro Varela
Cuando usted lea estas líneas me encontraré camino de prisión, cumpliendo una condena privativa de libertad.
¿Cuál ha sido mi crimen? No se asuste, no soy culpable de asaltar bancos (lo cual estaría hasta cierto punto justificado para muchas familias J), comerciar con drogas, falsificar billetes, asesinato con premeditación, ni trata de blancas… sino de un mero delito de opinión.
¿Delito de opinión? Sí, en nuestro país existen, en pleno siglo XXI, y por muy increíble que resulte, libros, escritos, investigaciones, pensamientos, ideas, en definitiva: opiniones prohibidas. ¿Prohibidas? Efectivamente, no hemos encontrado lugar alguno donde así conste; pero los hechos, la REALIDAD, que es lo que cuenta, es que se secuestran libros, son enviados a la hoguera (no de forma figurada) y se condena a prisión a quien los edite o distribuya.
¿Mi delito? Haber puesto al alcance del público libros heterodoxos. Habrá algo más, ¿no? No, nada más. Siquiera soy el autor de los libros, simplemente los he puesto a disposición de los interesados. Es cierto, además de libros he organizado conferencias de los autores y presentaciones de los nuevos títulos, a menudo boicoteadas por la chusma callejera, pero mucho más a menudo aún, por las autoridades togadas y uniformadas.
Cierto, que yo sepa no existe un Índice de libros prohibidos en España. Tampoco hay autores prohibidos ni, en teoría, ideas prohibidas. Ni tan siquiera hemos podido encontrar al Censor o Gran Inquisidor responsable de llevar a cabo dicha represión. Aunque sí a quienes se han auto-investido como tales.
Pero el Poder tiene sus resortes, sus comisarios soviéticos, sus demonizaciones, para conseguir que el público aplauda cuando, tras convencerles de que tiene la rabia, se dispone a neutralizar al disidente para enviarlo a las sombras, colocándolo fuera de la Humanidad y fuera de la ley.
Las escusas que proponen son varias y terribles: algunos de los libros que publico o sus autores (recordémoslo, no soy siquiera autor de los mismos) fomentarían el odio y la animadversión hacia ciertos grupos humanos. Si un autor, por ejemplo, denuncia el poder de la alta finanza internacional en manos de sionistas neoyorquinos, los Grandes Inquisidores hacen una lectura sesgada de la obra para concluir que Pedro Varela (el editor) forzosamente “odia” a dichos sionistas y “los cree culpables de todos los males del mundo” (sentencia judicial). Si otro autor llega a la conclusión de que la inmigración masiva forzada acabará con la diversidad de los pueblos y naciones del planeta y, para empezar, con la Europa blanca que los recibe; realizan una nueva lectura sesgada deduciendo que Pedro Varela, por haber publicado a dicho autor, “fomenta el odio” contra los pobres inmigrantes, que a lo sumo serían objeto y no autores de dicha política de sustitución de la población autóctona europea.
Pero van más lejos. Si un autor investiga a fondo ciertos mitos históricos y llega a la conclusión de que la versión oficial no concuerda con los hechos, ya no pueden perseguir al autor, ni al editor o librero por este hecho (según sentencia 235/2007 del Tribunal Constitucional). ¿Pero se contentan con la decisión del alto tribunal? Desde luego que no. Entonces realizan contorsionismo jurídico para afirmar que Pedro Varela, el editor, aunque puede negarlo o dudarlo, según la Constitución, sin embargo “justifica el (supuesto) holocausto” (¡y por tanto promueve dicho supuesto crimen en el que ni siquiera cree!). “Crimen” que algunos de estos historiadores revisan a fondo para poner en entredicho. Y eso queda evidenciado, continúan alegando, por el hecho de que este editor “fuera de la ley” publica asimismo textos facsímiles de autores alemanes de una época histórica de Europa concreta. ¿Un libro sobre economía nazi y cuál fue su solución al paro y a la crisis económica? Fomenta ¡el holocausto! Un libro sobre las diferencias de IQ (coeficiente intelectual) en las poblaciones de EE.UU. según el investigador judío H. J. Eysenck? ¡Sin duda el editor pretende fomentar el odio a las minorías (bien pronto mayorías) raciales! ¿Un documento histórico como el Mi Lucha de Hitler (es decir como el Libro Rojo de Mao o El Capital de Marx)? Ya no es parte de la Historia universal, sino un instrumento para promover el odio e incitar al crimen… ¿Un autor pone en evidencia la concomitancia entre Sionismo político, lobby judío americano, alta finanza internacional y anti-cristianismo militante (como hace el israelí Israel Shamir)? Lo que pretende el editor del judío Shamir (es decir el que esto suscribe) es que el mundo odie a los sionistas…
Pero la realidad es que para ellos soy un heterodoxo, y por eso me consideran un enemigo ideológico del Sistema. Por eso me quieren fuera de circulación, no por otra cosa.
En realidad se trata de que el público no pueda llegar a leer ciertos textos, pensar por sí mismo y, sobre todo, que a pesar de ello se siga creyendo con la libertad de comprar los libros que le vengan en gana.
Aquí no podemos extendernos y es tema para una próxima carta, pero baste con recordar que la “Invención de delitos raciales” era una de las 11 recomendaciones principales para la transformación y disolución de la Europa Cristiana según los “intelectuales” de la Escuela de Frankfurt. Otra era promover “Grandes migraciones para destruir la identidad cultural de los pueblos”; así como “El vaciamiento de las iglesias”, implementar “Un sistema legal desacreditado con prejuicios contra las víctimas del delito y no contra los victimarios”, fomentar la “Dependencia del Estado y de sus beneficios”, “Control y estupidización de los medios de comunicación” o “Fomentar la desintegración de la familia” entre otros. La elección es ahora entre nacionalismo defensivo e internacionalismo alienante; es decir, según los censores ideológicos, entre “antisemitismo” y “pro-semitismo”. Si no estás con ellos y a su servicio, estás forzosamente en su contra y pretendes enviarlos sin duda a la “cámara de gas”.
Si un editor promueve autores y pone a disposición del público libros que denuncian dicho plan criminal, debe ir a la cárcel. ¿Se puede hablar de prevaricación del Poder en este caso? En cualquier caso han optado por la vía de la ultrasolución. La prevaricación de parlamentarios, fiscales, jueces o investigadores policiales no sólo es un delito gravísimo; también lo son, al margen de cuál sea la sentencia, las consecuencias del enjuiciamiento mismo, que implica la privación de libertad de un hombre, la cancelación efectiva de los derechos y libertades públicas de quienes querían acceder a esos libros secuestrados, y el cuestionamiento de la autoridad moral del editor, condenado a prisión como un vulgar criminal. Los argumentos para dar vía libre al procedimiento y condena contra el que esto suscribe (lo afirmado en la denuncia y condena “no es algo que pueda considerarse ab initio ajeno al tipo penal de la prevaricación, al menos como hipótesis”) han sido empleados por fiscales y funcionarios policiales audaces contra Varela. Seguramente hay muchas personas contrarias a las iniciativas del Poder para limitar la libertad de lectura, investigación, información, expresión, edición o difusión, sea cual sea el “crimen” con el que lo disfracen. Sin duda, muchas más que aquéllas que favorecen la represión, minoría ofuscada que detenta los resortes del poder real. Lo cual tal vez explique en parte esta maniobra represiva aparentemente imparable que nos anega.
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miércoles, 8 de diciembre de 2010
Libros #36: Conversaciones con Ramiro.
Me resulta curiosa la fórmula usada por Pituca a la hora de exponer su ensayo sobre Ramiro, ya usada en otro libro suyo anterior sobre la figura de José Antonio Primo de Rivera, "Conversaciones con el Ausente y otros temas", libro que todavía no he leído pero que algún día lo haré, ya que aún no habiéndome apasionado éste que hoy comento aquí, sí me ha resultado de cierto interés. Atendiendo al título, no es difícil imaginar la forma en que la autora nos acerca al pensamiento de Ledesma. Un grupo de amigos se acercan al Camposanto de los Mártires de Aravaca y comienzan a dialogar con un misterioso personaje que establece conversación con ellos sobre los más diversos temas, religión, política, sociedad, economía, etc. de la actualidad. Evidentemente éste personaje no es otro que el mismísimo Ramiro Ledesma Ramos y sus "palabras" en la conversación no son otra cosa que extractos de su obra política que dejó escrita en revistas, La Conquista del Estado, JONS, La Patria Libre y Nuestra Revolución, y libros, Discurso a las Juventudes de España y ¿Fascismo en España?. Ahí radica el mérito que le concedo a Pituca, su trabajo no sólo consiste en seleccionar las frases de Ramiro, si no darles forma y sentido literario. Un libro escrito por una escritora joven para los jóvenes que se quieran acercar a la obra de Ramiro. Por tanto, no se trata de un libro teórico ni una biografía política del zamorano.
Tras la "conversación" mantenida en Aravaca, continúa el libro con un relato titulado "Entre la vida y la muerte", una especie de diario, de cierto interés, sobre los últimos días de Ramiro, desde su detención hasta su muerte el día 29 de octubre de 1936.
Un prólogo de José Utrera Molina, falangista, dos veces ministro de Franco, posicionándose en el ala más "azul" dentro de las familias del ŕegimen nos acercan al contenido del libro y alaban la labor literaria de Pituca para con esta obra. Cierran el libro tres epílogos, de Santiago Fernández Olivares, Erik Norling y Blas Piñar.
Ya he dicho en alguna otra ocasión en este blog que la figura política de Ramiro Ledesma Ramos es una figura controvertida, polémica y no siempre bien interpretada debido a la dificultad de dicha interpretación. Discrepo de la autora en algún pasaje de la conversación, y por poner un ejemplo, el diálogo da a entender a un Ramiro católico ferviente basándose en un texto de éste, pero claro, sacado de contexto, cuando podemos encontrar otros textos de Ramiro donde se hace un claro ataque al "patriotismo de sacristía". Del mismo modo actúa Blas Piñar en su epílogo, aunque éste, Blas Piñar, sí hace mención a algún texto si no siendo antireligioso, sí al menos laico de Ramiro.
Y para terminar, diré desde mi humilde opinión, que en el libro sobran las nueve fotografías donde aparece la autora para mayor gloria suya y por supuesto que también me estorba una entrevista que le hizo a Pituca Isabel Magnet Gijón. ¿Para qué meter esto, fotografías de la autora y la entrevista en el libro?, es algo que todavía me estoy preguntando...
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