viernes, 30 de septiembre de 2011

De nacionalizaciones y desnacionalizaciones.

Satisfacción, esa palabra mejor que ninguna otra es la que refleja lo que sentí cuando me enteré que el Gobierno daba marcha atrás a su descabellada, a la vez que absurda idea de poner a la venta el 30% de Loterías y Apuestas del Estado. Quizás sea conveniente recordar que Loterías y Apuestas del Estado, junto con AENA, otra de las empresas en discordia y que el Gobierno también quiere privatizar en un 49% dejan unos no exiguos beneficios a las arcas del Estado anualmente, aunque claro, ¿quién en su sano juicio compraría una empresa en quiebra?, de ahí que sea en estas dos entidades donde ha puesto el ojo -cada vez más virado a la derecha en el repentino estrabismo que le ha entrado al Gobierno en particular y por extensión a todo el PSOE de un tiempo a esta parte-, el ejecutivo encabezado por Zapatero, para repartirlo entre no se cuántos inversores ávidos de dividendos en un futuro no muy lejano a costa de las empresas públicas españolas, que a día de hoy son de todos y dentro de unos pocos días, meses o años (algunas cosas de palacio van despacio), serán de unos pocos.

Lo que pasa que los argumentos esgrimidos para el parón y marcha atrás de la operación -recordemos que se trata de la mayor oferta pública de venta de la historia de España, y una de las mayores del mundo- no me convencen lo más mínimo,. y me explico. ¿Hace unos meses sí se daban las condiciones en esto que se ha acordado en llamar "los mercados" y ahora mismo no se dan, habiéndose paralizado la OPV?, ¿qué demonios ha cambiado para que hace no tanto tiempo se pusiera en marcha toda la maquinaria burocrática del Estado para dar el pistoletazo de salida para la entrada de capital privado en Loterías y Apuestas del Estado y que ahora se recule como se ha reculado?, que insisto, la decisión tomada esta semana me parece una de las decisiones más sensatas que ha tomado el Gobierno de Zapatero en los 7 años que llevan gobernando, pero, ¿nos toman por imbéciles a los ciudadanos?, hostia, pero si hace 4 días empezaron a aparecer los anuncios en prensa, radio y televisión llamando a los pequeños inversores a hacerse con participaciones de la empresa a privatizar en un porcentaje del 30%, qué pasa, ¿que hace 4 días el mercado sí reunía las condiciones ideales para el lanzamiento de la OPV y 4 días después no?, ¡yo no entiendo nada!, lo mismo es que me falta formación e información en grandes operaciones financieras como la de este calado, pero... me da que no es por eso, es porque realmente algo ha debido pasar y al cuidadano de a pie se nos está ocultando.
Pero bueno, lo importante y como he indicado en las primeras líneas del artículo, lo que me provoca auténtica satisfacción, es que la Lotería Nacional al menos por un tiempo se seguirá llamando Lotería Nacional y no "Lotería del Capital" y que los españoles podremos seguir siendo partícipes de los pingües beneficios que el Estado ingresa debido y gracias a esta sociedad estatal.

Y por otro lado, la otra gran noticia económica de la semana, que no es otra que el Gobierno nacionaliza por completo Catalunya Caixa, Novacaixa y Unnim. Esta noticia me hubiese provocado la misma satisfacción o más que la anterior en caso de que la nacionalización fuese permanente, pero no señores no, no es permanente ni muchísimo menos, si no que este tipo de operaciones, sacadas de la manga y financiadas por el bolsillo de todos nosotros, solo sirven para sacar del caos a tres entidades financieras que en un futuro no muy lejano serán puestas en manos privadas, una vez saneadas sus cuentas y garantizados todos sus depósitos y capital financiero. ¿Qué quiere decir esto?, sencillo, las Cajas de Ahorro se han privatizado, se están privatizando o se privatizarán próximamente (caso por ejemplo de Liberbank y Mare Nostrum, a las que se ha concedido una moratoria de 25 días para que puedan ser recapitalizadas con fondos privados), pues bien, para que puedan ser privatizadas, arguyendo la misma tesis que he apuntado antes (ni dios va a invertir su dinero en una empresa en quiebra), las entidades tienen que tener cierta solvencia, y si no la tienen, estar muy bien posicionadas, para que en un futuro no muy lejano empiecen a dar beneficios, que es justo lo que estas tres entidades que se citan en la noticia no cumplen. Y ahí es donde entra en juego el Banco de España y nuestro pecunio, sí, sí querido lector, el tuyo y el mío, ya que hemos destinado vía FROB casi 8.000 millones de euros (¡más o menos la cifra que se barajaba que iba a ingresar el Estado por la venta del 30% de loterías!) a sacar del ostracismo a entidades hasta hace 4 días públicas o semipúblicas y que pasado mañana estarán en manos privadas, completamente saneadas gracias a nuestra "desinteresada" colaboración, en fin, una puta vergüenza como podéis ver. Bien, se me dirá que el gobernador del Banco de España ha salido a la palestra a decir que ese dinero se recuperará y ¡hasta con interés!, en primer lugar diré que eso habría que verlo, que ya se sabe que cuando se tratan este tipo de asuntos, poca claridad y menos transparencia hay, y en segundo lugar, vale, se recupera, pero ¿por qué tenemos que financiar con 8.000 millones de euros una serie de empresas (que al fin y al cabo es lo que son), para hacerlas el día de mañana rentables y que así algún avispado inversor pueda poner su perverso ojo en ellas?, ¿por qué no se financia a otro tipo de empresas, sobre todo pequeñas y medianas (que forman el gran tejido empleador de un país con la economía de España) para que puedan salir del bache en el que justo estos mismos individuos a los que se financia a las futuras empresas que van a comprar nos han metido?.

Cada día me da más asco y estoy más hasta los mismísimos cojones del capitalismo liberal y todo lo que ello acarrea, si es que me puede dar más asco del que ya me da. Yo abogo por la nacionalización completa de la banca, y por supuesto, de las empresas que forman la columna vertebral de cualquier Estado que se precie (transporte, energía, telecomunicaciones, obra civil, aeronáutca, etc). No es la primera vez que lo digo o lo escribo en esta misma tribuna, pero no me canso de repetirlo y lo haré las veces que hagan falta, ¡Nacionalización es la solución!.



miércoles, 28 de septiembre de 2011

Libros #51: La hora de los sensatos.

En la última entrada de la sección de libros dije que la siguiente sería sobre el segundo libro de Leopoldo Abadía sobre la crisis económica, y como lo prometido es deuda, voy a exponer en pocas líneas el hilo argumental del libro, así como la opinión que me ha merecido.
Como dije en mi artículo anterior, conocí a Leopoldo Abadía a través de un audio en MP3 que me descargué, donde éste daba una conferencia sobre el "embolado" en el que se había metido el mundo tras la gran catástrofe financiera acaecida en Estados Unidos, allá por los años 2007 y 2008, por culpa de su mano ancha para dar a diestro y siniestro hipotecas a todo hijo de vecino que se acercara a una entidad bancaria, de ahí apareció el término "ninja" con el que Leopoldo y algún que otro economista y periodista se ha referido a todos aquéllos individuos que sin ninguna posesión, sin ingresos fijos y menos aún con un trabajo estable eran "premiados" por los bancos con suculentos créditos hipotecarios para que no solo compraran su casa, si no que le hicieran una buena reforma, se compraran un coche y con lo que les sobrara, se fuesen de vacaciones con toda la familia.

Bien, no voy a perder más el tiempo en referencias a estas cosas ya que para eso escribí el otro día la crítica a su primer libro, donde se nos expone de manera clara y con buen sentido del humor todo esto que acabo de referir, así que directamente a lo que voy, a "La hora de los sensatos".
Bien, se podría considerar éste breve libro (se lee en un par de horas) como la continuación del anterior, sin embargo no es condición necesaria la lectura de "La crisis ninja y otros misterios de la economía actual" para coger rápidamente el argumento de éste que hoy comento ya que aunque todo gira en torno a una misma órbita, los enfoques de sendos libros son completamente distintos, aunque el hilo conductor sea la maldita crisis en la cual aún estamos imbuidos y ni dios sabe cuándo vamos a salir de ella.
En "La hora de los sensatos", Leopoldo, con el mismísimo estilo que en su primera obra, intenta dar soluciones a la actual situación económica desde su propia óptica, me explico. En el libro relata lo que él (junto a un ficticio equipo de colaboradores que se inventa) haría para paliar la grave situación por la que atravesamos dando respuestas a los graves problemas de solvencia económica que tiene España. Por tanto, partimos de la base de que es un libro completamente subjetivo, no es un libro científico donde se explaye en argumentos financieros, matemáticos ni econométricos para justificar sus propuestas, si no más bien, es un libro donde el autor aplica su "sentido común" y sus pocas o muchas ideas sobre economía para salir de la crisis.

No me han gustado sus argumentos, lo primero porque son completamente ficticios, haciendo una comparación que roza lo absurdo entre una economía doméstica, y una economía de Estado, pero no solo en lo que a economía se refiere intenta dar soluciones (ridículas como digo), si no que también quiere impartir doctrina en educación, seguridad ciudadana, lucha antiterrorista, y hasta en el escabroso tema del aborto se inmiscuye... este Leopoldo es un todoterreno. He de decir que los argumentos que da habrán hecho las delicias de todos los "neocon" de España, ya que rezuma olor a derechona liberaloide que da casi angustia, que si el Estado debe gastar justo lo que entra, empresa, empresa, empresa, recortes, recortes y más recortes, vamos, que las propuestas son de manual de escuela liberal del siglo XIX, nada nuevo bajo el sol. Y por supuesto que sigo viendo demasiado miramiento hacia su ombligo, y para muestro un botón, ¿quién le pondría de título a su libro "La hora de los sensatos" refiriéndose a él mismo?, yo quiero pensar que esto es una artimaña de la editorial, porque si no, la cosa está peor de lo que yo pensaba.

Bueno, agradecer a la Biblioteca de Fuencarral su amplio fondo bibliográfico, ya que menos mal que no me he tenido que gastar ni un euro en estos dos últimos libros sobre los que acabo de escribir. ¿Que si lo recomiendo?, pss, para pasar un par de horas entretenidas no está mal, hay que reconocerle el sentido del humor y lo fácil que se lo pone al lector con algunos conceptos que podrían ser complicados, pero vamos, que de soluciones a la crisis nada de nada, al menos, desde mi punto de vista, pero claro, lo mío también es completamente subjetivo, así que allá cada cual con sus conclusiones.



sábado, 17 de septiembre de 2011

Libros #50: La crisis ninja y otros misterios de la economía actual.

Supe de la existencia de Leopoldo Abadía, autor del libro que hoy toca comentar, cuando una noche me descargué una conferencia desde el audiokiosco Ivoox impartida por él sobre la crisis económica, sus orígenes, estado y consecuencias de la misma. Con un gran sentido del humor, el conferenciante expuso a los asistentes a la conferencia -así como a los que no asistimos a ella, pero nos la hemos descargado y escuchado, como es mi caso- las causas que habían llevado a la economía internacional a encontrarse en la situación que se encontraba por aquél entonces (si no recuerdo mal, la conferencia fue impartida en el año 2009, en pleno epicentro de la crisis), explicó quienes eran los famosos "ninja" de los que todo el mundo hablaba, pero que nadie conocía con exactitud, habló de agencias de calificación, de hipotecas subprime (o basura deberíamos decir), de paquetes financieros con nombres imposibles que ni los mismísimos directores de sucursales bancarias y cajas de ahorro sabían exactamente qué mierda contenían los paquetes que ofrecían a los pequeños inversores, y así durante más de una hora estuvo Leopoldo Abadía exponiendo los entresijos del mundo económico de una manera clara y accesible para todo el mundo.

Pues por todo lo anterior, después de escuchar hace no mucho tiempo la conferencia, sentí curiosidad por el tal Leopoldo y me puse a investigar quién era y con qué autoridad hablaba de todos estos asuntos que tanto preocupan a buena parte de la sociedad en los tiempos que corren. Y así pude ver que el susodicho ha escrito tres libros con sus opiniones, reflexiones y análisis sobre la mayor crisis financiera que ha conocido padre en la historia de la humanidad (la del 29 también fue de órdago, pero ésta está teniendo mucha más repercusión en la sociedad ya que en el año 29, al menos en España, ¿quién tenía hipoteca?, ¿quién compraba fondos de renta variable en este país...?). "La crisis ninja y otros misterios de la economía actual" es el primero de ellos y como a mí me gusta hacer las cosas bien, por orden, que creo que es como se deben hacer, es el primero que me he leído, a lo que ha seguido el segundo, del que ya daré cuenta en estas páginas, y el tercero todavía no me lo he leído porque no está en la biblioteca pública que suelo frecuentar, así que me tendré que buscar la vida por otro lado ya que no pienso comprármelo.

Lo primero que nos explica el autor es el porqué del libro, cómo se gestó y cuáles fueron sus raíces, que no son otras que un informe que escribió para sí, con el objeto de comprender él mismo la crisis económica, causas, consecuencias, etc. y que lo hizo circular entre amigos y familiares, y así, pasando de mano en mano, y de buzón de correo electrónico en buzón de correo electrónico, cuando se quiso dar cuenta, casi todo el mundo hablaba de su famoso informe. Prensa, radio y televisión empezaron a ponerse en contacto con él para contar con sus intervenciones y el resto pues ya lo podéis imaginar, una editorial se puso en contacto con el Sr. Abadía, le pidió que plasmara esas ideas en forma de libro, le hicieron la campaña pertinente de marketing y publicidad y el resultado es más de 150.000 ejemplares vendidos según datos de la propia editorial.
Continúa escribiendo sobre lo que he dicho al principio, ninjas, hipotecas subprime, bonos basura, presupuestos generales del Estado, déficit, superávit, vamos, más o menos el mismo contenido que el relatado en su discurso en la conferencia, nada nuevo bajo el sol.
A mí el libro no me ha gustado especialmente, no porque no merezca la pena leerlo ya que de cualquier libro se aprende algo, pero sí es cierto que al ser un libro dirigido al gran público se queda algo escaso en algunos apartados, conceptos y teorías, aparte de que no me ha hecho ninguna gracia el enfoque que le ha dado, habla el autor demasiado de él mismo, los vinos con el bocata de jamón que se toma en la cafetería de su pueblo y los buenos amigos que tiene, la cantidad de manteles y servilletas de esa misma cafetería que han gastado escribiendo en ellas para luego plasmarlas de manera ordenada y en definitiva, así está todo el rato y a mí eso no me hace ni la más mínima gracia en un libro (aunque qué se puede esperar de alguien que accede a salir en la portada de su propio libro, sin ser unas memorias ni una biografía. A mí me recuerda a la revista de Ana Rosa, que en todas y cada una de las portadas sale la susodicha, ¡hay que joderse!).

Para hacerse una idea general de qué pasó en Estados Unidos y que de aquéllos polvos vienen estos lodos, no está mal, incluso es recomendable, pero si lo que se busca es una explicación más técnica económicamente hablando o más política incluso, ¿por qué no?, este libro no nos sirve para nada. Ahora bien, el sentido del humor que encontré en la conferencia lo mantiene intacto, todo hay que decirlo y el libro se lee de un tirón y de forma muy amena, de ahí que me haya leído el segundo y no descarte leerme el tercero de la saga. Pero para ser coherente conmigo mismo, he de decir que me ha defraudado mucho, esperaba algo más del libro.
Y como indicaba anteriormente, en Libros #51 criticaré el segundo libro, el cual adelanto que también me ha dejado un sabor agridulce de boca...


domingo, 11 de septiembre de 2011

11-S, diez años en un mundo diferente.

¡Juan Manuel, pon Tele 5 que un avión se ha estrellado contra una torre en Estados Unidos y están saliendo las imágenes!, de esa manera, a gritos de mi madre desde la cocina dirigidos al salón, donde estaba yo viendo no me acuerdo qué en televisión, tras haber terminado de comer y antes de ponerme a estudiar Análisis Matemático I que me quedó para septiembre en 1º de carrera y tenia el examen a la vuelta de la esquina, llegaron a mí las primerísimas informaciones del mayor atentado terrorista de la historia de la humanidad. Ya fuese por morbo, por curiosidad o simplemente para que mi madre no se desgañitara para nada, cogí el mando de la televisión y pulsé el número 5 y efectivamente, en la imagen, una pantalla mostraba una pavorosa humareda que estaba saliendo de la torre norte del World Trade Center de Nueva York mientras la periodista y presentadora en esos días del telediario de las 14:30 de Tele 5, Àngels Barceló, improvisaba una elocución de lo poco que en esos momentos se sabía sobre lo ocurrido.
No llevaba ni un par de minutos con dicho canal sintonizado, cuando de repente, en esa misma pantalla situada tras la presentadora del telediario y que mostraba aquélla siniestra imagen de la parte superior de la torre norte del World Trade Center ardiendo apareció algo en escena, un avión que en cuestión de décimas de segundo impactó contra la otra torre, la sur, dejándome completamente "flipado". ¡Mamá, mamá, que esto ya no es un accidente, que se ha impactado otro avión contra la otra torre y aquí no caben casualidades, esto es un atentado!. Aluvión informativo, nervios en Àngels Barceló que hasta ese momento no era consciente del "marrón" que le había caído, mi mando echaba humo, no tanto como las torres, pero lo echaba de la manera de cambiar de canal buscando más y más información, nuevos datos.

Dicen que cuando ocurren acontecimientos de este calibre, todo el mundo se acuerda dónde estaba, qué estaba haciendo y cómo se enteró, cuando se enterara, de una noticia como esta. Y lo corroboro, al menos en mi experiencia personal, que ese aviso de mi madre, esa cara que se me debió quedar cuando vi aparecer aquél avión y estrellarse contra la torre sur, el aluvión informativo al que fuimos sometidos ese día, datos, algunos reales, otros contradictorios y algunos completamente falsos, etcétera, no se me olvidarán jamás, al menos mientras me quede uso de razón.
Todos los años por esta fecha, se nos bombardea de nuevo con las mismas imágenes, algunas inéditas aparecen todos los años, no sé por cuanto tiempo más van a seguir apareciendo imágenes inéditas de todo aquéllo, cosa que no deja de sorprenderme cuanto menos, que diez años después, todavía haya algo nuevo por ver, pero así son las cosas y así nos las cuentan...

Diez años ya de aquel 11 de septiembre de 2001, día en que algunos analistas políticos marcan el punto de inflexión entre el siglo XX y el XXI, día en que al mundo le quedaban pocos años para que no lo conociera ni la madre que lo parió, a partir de ese momento una ola de sangre, muerte y destrucción recorrerá Afganistán e Irak, países invadidos tras burdas mentiras generadas por la maquinaria "thinktanquista" de la administración Bush, sus amigos falderos y gran parte de los dirigentes subidos a esa corriente nefasta de pensamiento que algunos han llamado "neocon" (véase José María Aznar...). Qué de puta madre le vinieron los atentados del 11-S a algunos amigos del Sr. Rumsfield, los cuales según se ha publicado en medios solventes, que yo no me invento nada, vieron aumentar las acciones de sus empresas en desorbitados porcentajes de cuyas cifras no quiero acordarme, ¡que me pongo de una mala hostia si lo hago...!.
En fin, que yo por naturaleza no me suelo creer nada así de buenas a primeras, y mucho menos si me viene servido en bandeja por prensa, radio y televisión, por supuesto completamente parciales todos ya que no van a morder la mano de quien les da de comer, por tanto, sigo sintiendo cierto escepticismo por todo lo que ocurrió aquel famoso día del que hoy se han cumplido 10 años. Es lo que tiene haber leído con especial atención e interés el magnífico libro publicado por Bruno Cardeñosa "11-S, historia de una infamia", haber buceado por cientos de páginas de Internet sobre el tema, haber escuchado, visto y leído diversas entrevistas a todo tipo de expertos en explosivos, pilotos, arquitectos, peritos y un largo etcétera de profesionales que desmienten la versión oficial y qué coño, discurrir con un poco de criterio y abstracción para darse cuenta de que algo, no sé el qué exactamente, huele a podrido, máxime teniendo en cuenta algunos precedentes que a algunos os sonarán, Maine, Pearl Harbour, ¿verdad?...

A mí, del 11-S solo me queda clara una cosa, y es lo que apunto en el título de este artículo, y no es más que eso, que estamos en un mundo diferente ¿o quizás no tanto?..., y creo que no es necesario extenderme más, que cada cual discurra y saque sus propias conclusiones.



jueves, 8 de septiembre de 2011

Libros #49: El Fascio.

Ediciones Nueva República pone a nuestra disposición por primera vez todos los textos de la revista El Fascio en formato libro, compilados por Rafael Viéitez de Prado y prologados por el mejor conocedor de La Falange de preguerra, José Luis Jerez Riesco. Antes que nada he de decir que este pequeño libro se torna en un documento de indudable interés histórico para quien quiera asomarse a la historia, imbuida en los convulsos años de la II República, de aquellos primeros falangistas y jonsistas.

Tan efímera como tortuosa fue la vida de esta publicación, que nació con la firme intención de convertirse en el órgano de expresión del "fascismo" español y aunque sea triste decirlo y más asumirlo, no fue más que un auténtico fracaso y falta de visión de aquellos que pusieron toda la carne en el asador para sacar la revista adelante. Efímera porque tan solo apareció un número de El Fascio, el cual vio la luz el jueves 16 de marzo del año 1933 -coincidiendo, no por azar, con el tercer aniversario de la muerte del general Miguel Primo de Rivera- y a un precio de 15 céntimos, pero solamente vieron la luz algunos pocos ejemplares, ya que la mayoría de ellos fueron secuestrados -solo en Madrid, más de 40.000 ejemplares- por la policía y prohibida su difusión, de ahí que haya aplicado también el calificativo de tortuosa a la vida de la revista. Bien por el revuelo que causó el anuncio de la publicación de El Fascio en las filas del PSOE, UGT y demás partidos y sindicatos adscritos a la causa izquierdista, bien por el temor de la derechona de perder votos y adeptas por su derecha más extrema, la cuestión es que el primer y único número de la revista pasó sin pena ni gloria, eso los números que pudieron pasar, ya que como he comentado antes, la revista fue secuestra por las fuerzas del orden público de la época a instancias del Gobierno que tocaba en ese momento.

Auspiciada, financiada, publicitada y dirigida por el periodista "miguelprimorriverista" Manuel Delgado Barreto, director del diario La Nación y la revista Bromas y Veras, y con el apoyo incondicional de José Antonio Primo de Rivera y de sus primeros adeptos que meses más tarde constituirían Falange Española, véase por ejemplo Rafael Sánchez Mazas, El Fascio como decía anteriormente nació con el firme propósito de convertirse en el órgano de difusión de la ideología fascista en España. Tan solo con ver la cabecera de la revista le debería quedar completamente claro a todo el mundo cuál era la línea editorial y la ideología propugnada por aquella publicación, aunque luego leyendo sus páginas con atención y criticidad se ve un batiburrillo de ideas que el mismísimo Ramiro Ledesma Ramos, colaborador de El Fascio, dice textualmente en su ensayo sobre los orígenes del fascismo español, ¿Fascismo en España?:

"Repitamos que fue una gran ventaja que la aventura de El Fascio terminase apenas nacida. Se iba desde él a una segunda edición del antiguo upetismo, que, naturalmente, para quienes representaban un sentido nuevo, nacional-sindicalista y revolucionario, hubiera significado el mayor de los contratiempos.
Hubiera representado, asimismo, la renuncia a hacer del movimiento una cosa propia, una cosa de la juventud nacional, con su doctrina, su táctica y sus propósitos, en absoluto desligados de la carroña pasadista y superviviente."

Yo no podía haber usado mejores palabras para describir lo que El Fascio fue, así que qué mejor manera que extraer una parte de lo que Ramiro dejó escrito sobre esta efímera aventura editorial. Y todo esto aún estando la redacción de la revista más o menos equilibrada en cuanto a lo que "familias" políticas dentro del "área fascista" se refiere, veamos. Ramiro Ledesma Ramos -revolucionario y auténtico-, Juan Aparicio -cultura y clasicismo-, Ernesto Giménez Caballero -perspicaz, vivo, itinerante, fantástico y elucubrador, aparte del introductor del fascismo cultural en España en los últimos años de la década de los veinte-, José Antonio Primo de Rivera -la esperanza truncada de España-, Rafael Sánchez Mazas -poeta, esteta, ideólogo de finura exquisita-, Onésimo Redondo -castellanidad ejemplarizante, empuje, antisemitismo-, y otros tantos, unos conocidos, algunos no tanto que forjaron con su pluma, de forma más o menos acertada la revista que hoy comento aquí.

Me hubiese gustado tener en mis manos el número original, pero ante la imposibilidad de conseguirlo y en caso de que fuese posible, el alto precio que alcanzaría, me basta y me es más que suficiente esta compilación en forma de libro editado por Ediciones Nueva República.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Nuevo curso...y quinta temporada de Sabalete.es

Tras las vacaciones estivales, algo más descansado que antes de éstas y de nuevo, y por no variar, sin vergüenza ninguna y sin ganas de conocerla, aquí estoy otra vez. Para regocijo de unos (los menos) y escarnio de otros (¿abundarán?), me propongo un año más seguir dando la batalla dialéctica, practicando esta especie de "discurso del método" Cartesiano, enfrentándome con mi teclado y mi monitor a un futuro que tanto en lo político, económico y social se prevé harto interesante -que no halagüeño, para nada de hecho-, o al menos esa sensación es la que tengo.

Tras un verano cargado de noticias y acontecimientos varios - anuncio de nuestro queridísimo presidente del gobierno del adelanto de las elecciones generales para el próximo 20-N (¿se volverá a poner de moda dicha fecha?), visita del Papa a Madrid para la celebración de la JMJ (la única entrada del mes de agosto se la dediqué a dicha visita), anuncio de la duquesa más conocida de todos los tiempos de su próximo enlace (me siento identificado con la letra de aquella canción de Boikot que dice...no nos interesa la corona, ni si se mea en las bragas la duquesa...), rescate encubierto del BCE a la economía española (con la contrapartida de imponer constitucionalmente un techo de déficit, pactado con nocturnidad y alevosía por nuestra abominable casta política liberaloide ¡PPSOE le han puesto alguno...! y alguna que otra noticia de órdago que debido a la hora en que esto escribo me vais a perdonar que no me acuerde-, llega la hora de bajar a la tierra, poner los pies en el suelo, armarse de paciencia, valor y coraje para coger al toro por los cuernos y tirar palante, asumir que el moreno de playa se irá en nada y que sin embargo esos kilos de más que hemos cogido, tardarán bastante los hijos de puta en irse, asumir que vuelven los madrugones, tanto para pequeñajos como para los que aún teniendo el espíritu joven, no somos tan pequeños y que cada cual asuma, o intente asumir, todos los males que se le vienen encima con la llegada del nuevo curso, ¡jodido septiembre!.

Pues bien, por hoy no me voy a enrollar mucho más, que luego me dicen por ahí que no hay dios que lea mis artículos, así que aprovecho estas últimas líneas para daros tanto la bienvenida a esta quinta temporada, como las gracias por querer seguir aguantándome un año más. Tan solo comentar -y si no lo digo reviento- que la línea editorial de Sabalete.es sigue manteniéndose incólume, lo que quiere decir que me da exactamente igual si lo que escribo es políticamente correcto o no, no seré yo quien entre a valorar eso puesto que para ello doctores tiene la iglesia...y que siempre y cuando disponga de unos minutos para pasarme por aquí y dejar alguna reflexión, alguna crítica de los libros que me voy leyendo, o simplemente me dé la realísima gana decir algo, lo haré. Así que sin más dilación... ¡COMENZAMOS!