jueves, 29 de octubre de 2009

Ramiro Ledesma Ramos, ¡PRESENTE!

Hoy, 29 de octubre de 2009, cuando se cumplen setenta y tres años del asesinato de Ramiro Ledesma Ramos, quiero rendirle un pequeño homenaje a ese gran filósofo, matemático, escritor, político y activista revolucionario en sabalete.es, haciéndome eco de un vídeo y un artículo publicado en la web del Nudo Patriota Español. Sin más entretenimiento, paso a enlazar el vídeo y transcribir el artículo.

Ramiro Ledesma Ramos: En Memoria.




La muerte de Ramiro Ledesma
Nudo Patriota Español | 29 de Octubre de 2009

La ciudad retumbaba con cada tiroteo que se cruzaba en el cuartel de la Montaña quebrando el silencio de la noche, como avisando de la magnitud de la tragedia que se estaba representando. Los milicianos, estrenando fusiles, intentaban que la moral de los rebeldes a la República decayera con las balas, a las que se sumaron pronto los obuses y un altavoz estridente que instaba a la rendición. Pero no sería tan fácil. Harían falta unos días de enconado enfrentamiento para que esta se hiciera definitiva, una vez que el patio del cuartel estuviera plagado de muertos.

En Madrid se veía lo que sucedía en España entera. En unas ciudades eran unos los vencedores temporales, en otras lo eran los contrarios, pero en todas se vivió la tensión de unos días en los que España lloró sangre, batiéndose en duelo inevitable en su interior. Era 19 de julio de 1936, y el fratricidio ya no tenía vuelta atrás.

El eco de los tiros llegaba al número tres de Santa Juliana, como si del redoble de tambores en el fragor de una batalla se tratase, entonando una melodía macabra que a todos estremecía. Al son de estos bélicos acordes, a las dos de la madrugada, paseaba Ramiro Ledesma preocupado por el salón. Parecía cargar sobre sus anchos hombros toda la lucha de los últimos años, desde que fundara las La Conquista del Estado hasta que organizara las JONS, de La Patria Libre a la fusión con Falange Española, de Nuestra Revolución a la reorganización de sus células jonsistas.

Su rigurosa formación matemática, su exhaustivo estudio de la filosofía y sus firmes convicciones políticas eran la base para la reflexión continua con tono sombrío y apasionado, que le daba cierto aire de hosquedad. Y aquel momento requería toda su atención. Se estaban viviendo momentos críticos para la historia de España y él, unido a ella como un hijo fiel a su madre, los sufría -y los sufriría aun con más intensidad- con ella. Junto a él, en la habitación, estaba también Navarro Ruiz, sentado en un sillón ancho, intentando convencerle de que se alejara de Madrid.

- ¿Por qué no te refugias en una embajada? Ya te lo hemos dicho, te buscan y no durarás mucho así…
- Yo no tengo nada que hacer en una embajada.

…Y todo seguía igual. Indefectiblemente lacónico, disfrazaba un profundo sentimiento con parquedad provocada. Llegaba a incomodarle que le insistieran con huir y esconderse. Podía acceder a algunas cosas, pero no iba a esconderse, no iba a sucumbir. Pensaba organizar la acción tal y como había previsto días atrás en el despacho de la calle Príncipe, cuando, preparando el segundo número de Nuestra Revolución, su última iniciativa, le comunicaron la muerte -el asesinato- de Calvo Sotelo. Entonces, haciendo gala de ese espíritu crítico que le permitía ver más allá de los simples hechos, tras quedarse unos instantes inmóvil y silencioso, le dijo a Guillén:

- Puedes dejar de escribir, el número dos no se publicará. Hay que dejar la pluma y tomar las armas, cambiar la teoría por la acción.

Y así fue. El día once había salido el primer número de lo que pretendía ser el banderín de enganche para anarcosindicalistas. Si para sacar a la calle el periódico La Patria Libre tuvo que vender su Royal Enfield, aquella mimada motocicleta en la que recorría España con temeridad, por este periódico iba a dar su vida. Por sacarlo adelante, quedándose en Madrid, redujo las posibilidades de salir con vida de aquellos días en los que crujían los resortes de la historia patria mientras sus hijos se lanzaban a una guerra de envidias, rencores y odios. Podría estar en Galicia si hubiera aceptado la invitación que Souto Villas le hizo para veranear allí. Pero él, entregado a la lucha y sacrificando su tiempo por una causa, decidió no ir con tal de sacar su periódico.

- Solo digo que deberías buscar un escondite.

En la habitación, la férrea mirada de Ramiro se alzó un instante y se paró en sus ojos. Sabía que tenía razón: el día anterior habían ido a buscarle a la pensión del Hotel Gredos, pero él estaba durmiendo, usando por almohada una pistola, en la portería que le había dejado la madre de un jonsista. Las madres… La madre de Ramiro, desde el cuarto de al lado, escuchaba con la atención que solo puede poner quien ha engendrado. Con ojos llorosos, se pregunta por qué pasará con su hijo y se adentra oraciones que la muevan a la esperanza.

Ahora que sabían que estaba en la pensión, la prioridad era encontrar un sitio para vivir y, el día siguiente, se trasladó de forma provisional a casa de su hermano José Manuel, en la calle Ponzano. La familia de su hermano estaba en Cercedilla de vacaciones e intentaba volver a Madrid cuanto antes. Como precaución, accedió a pelarse al rape, eliminando ese característico mechón de pelo, y a recuperar unas gafas que desaparecieron tiempo atrás en pro de un aspecto más marcial. Además, llevaría la documentación de su camarada y amigo Compte, administrador de las viejas revistas jonsistas.

Ramiro sufría, pero sufría con la dignidad de un caballero que sabe aceptar la afrenta y se dispone al combate, con la frialdad de un matemático que estudia las posibilidades y los datos, con el romanticismo de un filósofo que siente los problemas en él y quiere comprenderlo todo. Era su segundo día en “situación de licencia ilimitada” como funcionario de Correos, según decía en el oficio recibido a principios de mes: le habían expulsado. Ahora tendría tiempo para escribir, publicar… y luchar. Por fin el tiempo era suyo y no tendría que darse a la espera, la eterna espera en la que tuvo que estar inmerso durante años. Espera por escasez de medios; espera por escasez de fuerza humana; espera por escasez de circunstancias propicias. A pesar de publicar incesantemente, la acción no alcanzaba la magnitud que debería para poner en marcha su gran obra revolucionaria.

Así que en Ponzano, solo con su hermano José Manuel, eterno compañero, cerraba por la noche las contraventanas o se bajaba a la portería a escribir. Y los días pasaban. Él solía ir por la tarde a la cafetería Fuyma, en la Gran Vía, que era un oasis en medio de la tensión callejera. No le gustaba quedarse encerrado en casa. Después, paseaba por las calles llenas de milicianos e incluso se atrevió algún día a volver por Santa Juliana, enclavada en pleno territorio rojo, para abrazar a su madre. Con su ropa holgada, sus jerseys pajizos y su boina, sabiendo que le buscaban, sorteaba el peligro con indiferencia para llegar a ella. En casa nunca había hablado mucho, pero la pasión la llevaba, como en todo, por dentro. Y la saca a relucir con detalles como este.

Esquivar a las patrullas rojas iba a ser posible lo que restaba de julio, hasta que le detuvieran el primero de agosto con su hermano José, su camarada y compañero, a quien dictó el manuscrito del Discurso a las Juventudes de España, con quien compartiría noches de intertidumbre, con quien iba al cine, con quien pasaba tardes escuchando a Wagner,… Lo peor no era que lo detuvieran, lo peor era lo que vendría inevitablemente después. Detenciones había tenido ya suficientes como para no temerlas. Se acordaba de los dos meses en la Modelo por un artículo contra “el babélico” Marcelino Domingo, la quincena tras la sublevación del general Sanjurjo, del verano de 1933, cuando las JONS asaltaron la sede de los “Amigos de la URSS”, de noviembre de 1934, cuando incautaron las armas en la sede de FE de las JONS,… Pero era eso o… ya se lo dijo a su hermano:

- Si ganan las izquierdas tengo un noventa y nueve por ciento de posibilidades de que me vuelen la cabeza; si ganan las derechas, tendré que marcharme de España para vivir con dignidad.

El primero de agosto quedó a cenar con su hermano José en la glorieta de la Iglesia. Ramiro, intentando aprovechar hasta el último minuto del día para conocer, para “saber lo más posible”, como le dijo a su tío con veinte años, llevó consigo “Los Estados Unidos de hoy”. Pero no pudo leer mucho. Llegó su hermano y cenaron con la banda sonora habitual, la de las ráfagas de tiros lejanos. Decidieron salir un poco más tarde hacia casa para que no los vieran los porteros del edificio. En aquellos días cualquier precaución era poca.

Volvieron dando un tranquilo paseo. Ya en la calle Ponzano, a pocos metros de su destino, de ese refugio ante la barbarie, de ese edén enquistado en el infierno, un coche pegó un frenazo y de él se bajaron unos chulapos del V Regimiento de Milicias.

- ¡Alto! ¡Alto! ¡Quietos!

Los han pillado. Han sido poco más de diez los días que han pasado cruzándose piquetes y grupos de milicianos y viendo en cada uno de ellos a los que les buscaban, hasta que lo han hecho. Dos semanas creyendo ver a la vuelta de cada esquina a sus matones particulares, a su guardia non grata. Pero no le reconocen. Ellos ven a su hermano y a un pistolero fascista. Tan ciegos estaban que, buscando lo imposible, ven en las iniciales del sombrero de Ramiro, R. L., la prueba irrefutable de que es un guardaespaldas de “ese de Falange”, es decir, de sí mismo. Entrega la documentación falsa, la cartilla militar de Enrique Compte, y se presenta como un amigo de Ledesma que iba a devolverle el sombrero. Entretanto, los dos hermanos intentan entrar en la comisaría que había allí cerca. No lo logran, pero sí que un policía secreto se interese y se empeñe en que sean detenidos de la Dirección General de Seguridad.

Entonces, les llevan al cuartel del regimiento, en un colegio de los Salesianos. Les preguntan por Ramiro una y otra vez, quieren encontrarle pronto. De allí les mandan, después de veinticuatro horas, a la Dirección General de Seguridad, en la calle Víctor Hugo. Este edificio le trae muchos recuerdos a Ramiro, porque no es la primera vez que entra. Le espera una sorpresa en las celdas del sótano: allí está, con otros camaradas, el verdadero Enrique Compte, preso por ir indocumentado, es decir, por sospechoso. En cuanto ve eso, Ramiro no lo duda, tiene que confesar. La vida de su camarada depende de ello y no se arroga el derecho a sacrificarlo para salvarse a sí mismo. Contra lo que le dicen, le ruegan y le suplican su hermano y el propio Compte, se acerca a la puerta de la celda y pide ver al comisario. Cuando consigue arreglar todo, Ramiro se queda tranquilo. Lo único que le inquietaba era la situación de su amigo, así que le salva la vida a costa de la suya.

La celda estaba llena de gente. Camaradas, derechistas, monárquicos, carlistas,… de todo había. Sobre las once de la noche se vuelve a abrir la puerta y entran dos nuevos. Con uno de ellos hablaría mucho Ramiro. Se trataba de Manuel Villares, cuyo hermano Jacinto fue un jonsista de primera hora.

El día siguiente, tres, les trasladan a la cárcel de las Ventas, su última morada antes del destino fatal. Fueron unos meses duros, de comidas insanas y ridículas, de condiciones duras e inhumanas, pero Ramiro nunca se quejó. El ascetismo que corría por sus venas le hacía mortificarse ante las circunstancias adversas y dedicarse a lo verdaderamente importante: comprender. A veces, jugaban a los combates navales en papel cuadriculado, a los que Ramiro siempre ganaba. Con él estaba también Ramiro Maeztu, con quien tendría largas conversaciones, porque a Ramiro muchos le dejaron de lado en la cárcel por ser quién era. Eso tal vez le enfurecía más que cualquier otra adversidad. Había quien tenía miedo de que le relacionasen con él y tener que pagar las consecuencias, pero no Maeztu, Villares y algunos camaradas.

Tenía por aquellos días algunas preocupaciones más definidas y presentes que otras. Sabía que no saldría vivo, pero no paraba de imaginar posibles huidas. A veces hablaba como si aquello fuera transitorio, como si estuviese seguro de que en poco tiempo estarían fuera, pero sabía que todo estaba perdido. También tenía preocupaciones más trascendentales: dedicó días al más allá, para lo que le ayudó Villares, que resultó ser sacerdote. Tal vez aquellas conversaciones salio una conversión. Así terminó el pensador, con problemas de orden intelectual. Todavía le dio tiempo a profetizar algo más:

- Vosotros, si os salváis, vais a quedar muy pocos. Y los que quedéis estaréis a merced de los arribistas y logreros, que acabarán por dominaros, y todo lo que se ha hecho por JONS y FE desaparecerá en la inundación.

Así pasaron las semanas. Para pasar desapercibido, recuperó su pseudónimo. Roberto Lanzas sustituyó a Ramiro Ledesma para intentar salvarle la vida. Todos conocían a Ledesma, el temido fascista asesino; pero nadie a Lanzas. Así, con suerte, los milicianos se olvidarían de él. De poco sirvió, como es lógico, pero hubo que intentarlo. Además, las visitas de su familia eran frecuentes. Su hermana Trinidad le llevaba ropa, libros y dinero. A poca más gente había dejado él fuera. Sus camaradas estaban casi todos presos y pocas personas se arriesgarían por ir a verle. Tampoco tenía novia; “no tengo tiempo”, contestaba alegremente cuando le preguntaban.

Y llegó el veintiocho de octubre. Ramiro lo dijo: “presiento que hoy me van a matar”. ¿Otra predicción? Por la noche, cuando estaban ya acostados en el suelo, llegaron los milicianos con una lista. Treinta y dos nombres para ser trasladados a la prisión de Chinchilla, que era lo que decían para ocultar la verdad.

- ¡Catorce! ¡Ramiro Ledesma!

La poca esperanza que pueda haber se desvanece por completo. Junto a Ledesma, nombran a Ramiro Maeztu. El creador de la Hispanidad va a morir con uno “ansioso de valores hispánicos”. Qué mejor forma. Y sale Ramiro, porque ya de nada servía ser Roberto Lanzas, pero a medio camino se da la vuelta. Quiere coger la chaqueta, y no le dejan. Después, en la fila, tiene oportunidad de hablar con Maeztu por última vez, dándose ánimos para permanecer enteros. Ramiro ve el final y lo agradece. Quiere que todo termine cuanto antes, pero no acepta que le vean así, no quiere morir donde ellos decidan y hacerlo obedeciéndoles. Era ya veintinueve y tocaba la hora de la muerte. Les flanqueaban milicianos armados, camino del camión que les trasladaría. De repente, se lanza hacia uno de los milicianos, intentando arrebatarle el fusil.

- ¡A mí me matáis donde yo quiera, no donde vosotros queráis!

Y cayó. El disparo de otro miliciano terminó con su vida en el último arrebato de rabia, bajo un rayo de tremenda voluntad, y su cuerpo se estrelló contra el suelo. No hubo que rematarlo, de su cráneo manaba sangre y ya nada podía hacer. Todo había terminado. Lo recogieron y lo llevaron, con los otros treinta y uno, al cementerio de Aravaca, donde fueron fusilados contra el muro. Allí yace Ramiro, enterrado bajo la tierra de su Patria, como recuerdo perpetuo del fratricidio de 1936 y homenaje a todos los que murieron injustamente.

Al día siguiente, cuando su hermana Trinidad fue a llevarle cosas, le dijeron que estaba en Chinchilla, como a su hermano, cuando fue con un abogado para intentar defenderle en un proceso sin juicio ni acusación alguna.

Tal vez la mejor definición de la muerte de Ramiro la diera Ortega y Gasset, antiguo maestro, cuando se enteró de ella en París: “no han matado a un hombre, han matado a un entendimiento”.


martes, 27 de octubre de 2009

Hasta los huevos de corrupción.

Asqueado. Así es como estoy en el momento de escribir estas líneas y es el estado anímico de asco el que me lleva a despotricar en esta entrada. Corrupción, corrupción y más corrupción llenan las páginas de los rotativos, los minutos televisivos de los informativos, los confidenciales digitales, las conversaciones de sobremesa entre compañeros de trabajo y así podría seguir enumerando situaciones en las que la jodida palabra está presente.

Hoy ha sido en Santa Coloma de Gramanet, el otro día en El Ejido, más allá en Estepona, el caso Gürtel. Da igual el color político de los alcaldes, concejales, consejeros, diputados, senadores y todo cargo público susceptible de ser corrompido, que tal y como está quedando demostrado, por pequeño que sea el cargo siempre se puede "pillar" y engordar las cuentas corrientes, por supuesto que dadas de alta en paraísos fiscales y que a nadie se les ocurra tocarlas. ¿Hasta cuándo va a durar esto? ¿Cuánto tiempo más vamos a estar dispuestos los Españoles a que este hatajo de ladrones de guante blanco se lucre a costa de nuestros impuestos? Ayer igual que hoy, desde el ayuntamiento más pequeño hasta la más grande de las ciudades juegan, especulan, trapichean, trilean, manipulan, cohacen, trafican influencias, se venden al mejor postor y un sinfín de actividades delictivas de las que los términos jurídicos me quedan y se quedan grandes para el objeto de este artículo.

Estoy hasta los mismísimos cojones de que estos sinvergüenzas, elegidos por el pueblo para que trabajen para el mismo, se lucren a costa de los desgraciados que cada mañana nos tenemos que levantar a las siete de la mañana para ganarnos la vida. Ayer era Filesa, hoy es Gürtel, ayer fue en Marbella, hoy en El Ejido, ayer las torres Kio, hoy el Palau de la Música y nadie se digna a acabar con ello, es más, nos suda la polla, nos da exactamente igual que este o aquél se estén inflando a billetes a costa de nuestra sangre, sudor y lágrimas. Qué asco de clase política, qué asco de justicia que no da una puta lección a esta gentuza, qué asco de democracia, qué asco de país. Corrupción, desde el nacimiento de la civilazación tal y como la conocemos hoy día hasta nuestros días, ha habido en todo tiempo y lugar, pero en este país, el del pelotazo, en el del que inventen otros, en el de los muertos de hambre venidos a políticos profesionales de todo color y forma que cogen el escaño a los 20 años y no lo sueltan hasta la jubilación ¡y qué jubilación, la madre que me parió!, hay más corrupción si cabe, este es el país del Lazarilo de Tormes, del Buscón Don Pablos, personajes en los que en el siglo XVI reflejaron perfectamente cómo se las gastan algunos españoles.

No a la clase política profesional, no a la financión ilegal de los partidos, no a la banca metiendo las narices en política, no a las listas cerradas de partido para concurrir a las elecciones municipales, autonómicas y nacionales, no al bipartidismo imperante al más puro estilo canovista que tenemos como régimen político (me río yo de aquél que crea que esto es una democracia). Váyanse todos a tomar por culo y dejen de jugar y engrosar sus cuentas y patrimonio con nuestro dinero, que bastante tenemos ya con la usura internacional, como para que venga el alcalde de nuestro pueblo a saquearnos un poco más. ¡A LA MIERDA!


lunes, 26 de octubre de 2009

Socialización.

Creo que no hace falta hacer hincapié en la grave crisis económica y social en la que estamos inmersos, la cual ha dejado sin empleo a más de cuatro millones de españoles y a más de un millón de familias con todos sus miembros parados, es decir, que no ingresan ni un triste euro en casa con la consiguiente fractura social que ello implica. Ante esto, ¿quién se queja?, ¿dónde están los sindicatos de clase, es decir Comisiones Obreras y la Unión General de Trabajadores, así como alguno que otro algo más minoritario que estos?. De verdad, no entiendo absolutamente nada, bien untados tienen que estar y con las barrigas bien satisfechas ya que de otro modo, esto es un sinsentido. Ya dicen por ahí que no se debe morder la mano de quien te da de comer y qué bien se aplican estos el refrán popular.

Pero bueno, no es mi intención aquí erigirme como azote de sindicatuchos corruptos, vendidos al sistema y que de sindicatos tienen bien poco por no decir nada. Haciendo referencia a palabras de Juan Antonio Llopart, presidente nacional del Movimiento Social Republicano en referencia a los sindicatos de clase, lo que antes era la vanguardia de la revolución, hoy día, se han convertido en la retaguardia de la reacción (a buen entendedor pocas palabras bastan), y qué razón lleva Juan Antonio cuando hace tal afirmación. Lo que hoy vengo a contar es una reflexión acerca de la socialización de ciertos sectores claves en la economía y la vertebralidad industrial de cualquier país y lo expondré de una manera breve y concisa.

Hay sectores que forman parte fundamental y vertebradora del tejido industrial, económico y social de cualquier país y que jamás, insisto, jamás, deberían dejarse en manos de intereses privados, máxime si tenemos en cuenta que hay ciertos "servicios" que de por sí son deficitarios (no generarán nunca beneficio al Estado), léase educación o sanidad por poner dos ejemplos. Partiendo de esta premisa y con sólidos fundamentos ideológicos anticapitalistas y antiliberales, considero que el actual sistema económico imperante en la gran mayoría de países occidentales, no llevará más que a la ruina total como poco a poco se va demostrando. Tras la finalización de la Segunda Guerra Mundial y por mucha rimbombancia que se haya dado a la llamada Guerra Fría, el comunismo más atroz y el capitalismo más salvaje llegaron a un acuerdo no firmado, en primer lugar para repartirse Europa y por otro y lo que es peor, un pacto para que entre dichos sistemas, liberal y marxista, no dieran cabida a cualquier otra ideología que pusiera en peligro los "sólidos" cimientos que se acababan de asentar en todo el mundo, criminalizando y condenando a quien levantara una voz en favor de una tercera vía. Con el paso del tiempo, el comunismo marxista se desmoronó, más por culpa de sus "iluminados" dirigentes que por la propia ideología en sí y el sistema capitalista se erigió en la piedra filosofal de cualquier democracia que se precie, así hasta hoy y no hace falta dar detalles de cuáles están siendo las consecuencias (y con visos de ir a peor).

Pues no señores, el capitalismo no es la panacea si no todo lo contrario, y como decía unas líneas más arriba y para intentar garantizar a todo ciudadano el acceso a cuatro pilares básicos para su subsistencia y desarrollo como son, el trabajo, la vivienda, la educación y la sanidad, sectores clave para que lo anterior realmente funcione bien, deben ser nacionalizados de ipso facto. ¿Cómo se pretende hacer negocio con la salud de los españoles?, ¿con su educación?, ¿especulación con su vivienda?, etc. Por todo ello, la sanidad y la educación deben seguir siendo públicos y no sólo eso, si no, mucho mejor tratados de lo que están siendo a día de hoy. La educación en España da pavor, de la sanidad mejor ni hablemos, ¿el trabajo?, cuatro millones de parados y creciendo y la vivienda...asco me da la situación.
Desde aquí digo que soy partidario de la nacionalización de la banca y de todo el sector energético, intervención del Estado en telecomunicaciones y transportes nacionales, así como en los sectores clave que alimentan nuestro PIB como son el turismo, agricultura, construcción y cierta parte de la industria. Sanidad y educación universal, gratuita y de calidad para los españoles, invirtiendo parte de los beneficios de la socialización y nacionalización de sectores en estos. Una reinvención de la industria y agricultura española, coordinada por el Estado, así como fuertes inversiones en I+D+i, a corto plazo deficitarias, pero con un gran potencial para generaciones venideras. Por supuesto que el suelo debe ser intervenido y aprovecharlo en beneficio de la población con la construcción de verdaderas viviendas protegidas.

Tolo lo anterior, por supuesto, con un Estado-Nación fuerte, en nuestro caso España, ya que como decía Ramiro Ledesma Ramos, "tan sólo los ricos pueden permitirse el lujo de no tener Patria".
Este artículo no es más que una pequeña pincelada de ideas, que iré desarrollando en posteriores entradas con más detenimiento. Dicho queda.


El Universo Mecánico #42: Las transformaciones de Lorentz.


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lunes, 19 de octubre de 2009

El Universo Mecánico #41: El experimento MIchelson-Morley.


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miércoles, 14 de octubre de 2009

Demografía musulmana.

Hace tiempo que algunos nos dimos cuenta del problema que para España en particular y Europa en general tendrá la inmigración masiva que de unos años a esta parte está llegando al más puro estilo de Infantería de Marina, es decir, por tierra, mar y aire. Ayer, en la tertulia política de César Vidal en la emisora esRadio (www.esradio.fm), trajeron a colación un tema que jamás pensaba que tendría cabida en una tertulia política de corte liberal (entiéndase en lo económico, evidentemente) y religioso (no olvidemos que César Vidal es un activo militante del protestantismo) como la del señor Vidal. Se trataba de un documental de título "Demografía musulmana", que lleva publicado unos cuantos meses pero del que se hicieron eco ayer y yo mismo me enteré del mismo gracias a dicho programa. Como dicen por ahí, y parece ser cierto, que una imagen vale más que mil palabras, me ahorraré los comentarios al respecto de dicho minidocumental, para que el lector de este blog saque sus propias conclusiones. Prestar atención al vídeo, merece la pena seguirlo desde el primer al último segundo.






lunes, 12 de octubre de 2009

El Universo Mecánico #40: Óptica.


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domingo, 11 de octubre de 2009

Libros #16: El Quijote y nuestro tiempo.

Magnífico libro el que he terminado de leer hace unos días, se trata de "El Quijote y nuestro tiempo", escrito por Ramiro Ledesma Ramos en sus años de juventud cuando estaba haciendo sus primeras incursiones en la literatura y que tan bien lo posicionaron en los círculos intelectuales de la época. Este libro tuvo su primera aparición en el año 1971, durante el régimen franquista, lo que supuso la censura de parte de su contenido, no mucha, pero lo suficiente para dejar incompleto la obra que hoy traigo a colación.
La edición que he leído está incluida dentro de las "Obras completas de Ramiro Ledesma Ramos", editadas por Ediciones Nueva República y que por supuesto no se ha censurado nada en absoluto, al contrario de lo que ocurría con la primera edición de 1971.

En "El Quijote y nuestro tiempo", Ramiro Ledesma hace un guiño a la literatura y enseñanzas de uno de sus mejores maestros, el profesor D. Miguel de Unamuno, viéndose claramente a lo largo de la obra la influencia de dicho escritor y filósofo en el joven Ramiro. Podemos decir que esta obra es a Unamuno, lo que "El Sello de la Muerte", es a Pío Baroja.
En el libro, Ramiro profundiza en las entrañas del personaje mítico creado por Cervantes hace cuatro siglos, y se nos muestra un Quijote no tan "loco" como podemos llegar a pensar. Ensalza ciertos valores "quijotescos", los cuales, tanto en la época en la que vivió Ramiro como no digamos en la nuestra, poco a poco van desapareciendo como el honor, la lucha, el idealismo y porqué no, veo una influencia de las teorías de voluntad de poder de Nietzsche en el Quijote que nos plasma Ramiro en esta genial obra.

Muy bien estructurado el libro, intercalando imaginarias conversaciones entre el autor del libro y Cervantes , así como un acertado estilo literario, que nos acercarán como nunca nadie nos haya acercado antes al pensamiento y filosofía de El Quijote. Es más, y desde mi punto de vista, creo ver en la obra de Ramiro un claro ejemplo de cómo el personaje, El Quijote, supera a su autor, Miguel de Cervantes.
No hay que obviar la diferencia clara que se hace entre Alonso Quijano y El Quijote en el libro. Aunque a muchos les pueda parecer igual, si tenéis oportunidad de leer el libro, veréis claramente la distinción entre ambos y el guiño que Ledesma hace al idealismo que pulula por la cabeza de El Quijote como he comentado unas líneas más arriba.
Aparte de todo lo comentado anteriormente, hay que pararse a reflexionar en la carga filosófica, incluso teológica (más atea que otra cosa) que lleva aparejada la obra y que no dejarán indiferentes a nadie, de hecho, estas partes fueron las que sufrieron el tijeretazo de la censura durante el régimen de Franco.

En definitiva, un libro recomendable para todo aquél que tenga cierto aprecio por las aventuras y desventuras de El Ingeniso Hidalgo manchego, ya que el punto de vista que se da en esta obra, no lo había visto en ninguna otra del mismo género, o si no el mismo, parecido.

lunes, 5 de octubre de 2009

El Universo Mecánico #39: Las ecuaciones de Maxwell.


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sábado, 3 de octubre de 2009

Gallardón, Gallardón...

...que te han vuelto a dar en las narices estos "sátrapas" del Comité Olímpico Internacional, que hasta al mismísimo Obama desoyeron. Y no sabes la tranquilidad que me entró ayer a eso de las siete menos diez cuando el Presidente de dicho Comité pronunció las tres palabras que tardarás tiempo en quitarte de tu cabeza, "Río de Janeiro". Hay palabras que marcan a las personas para el resto de su vida, también hay frases que se quedan grabadas a sangre y fuego en el imaginario colectivo, pero quién iba a pensar que dos sustantivos y una preposición iban a acabar con los sueños, esperanzas e ilusiones de una parte del populacho madrileño, sí, y digo bien, una parte, ya que a los que nos hemos opuesto a la celebración de dicho evento en nuestra ciudad no se nos ha dado voz ni voto, ni antes para 2012, ni en los recientemente "abortados" de 2016.

Casi me convence a ultimísima hora la presentación de la delegación Española en Copenhage de las bondades que para Madrid tendría la celebracion de los Juegos Olímpicos (que no Olimpiadas como me he cansado de escuchar día tras día), allí estaban enemigos irreconciliables como Esperanza Aguirre y José Luis Rodríguez Zapatero, madre e hija Coghen, el Rey de España y su oronda hermana Pilar, el Secretario de Estado para el Deporte, un miembro del Comité Olímpico Internacional por España y alguno que otro que me dejo en el tintero, exponiendo con más nervios que vergüenza lo que era nuestra última bala en la recámara (valga la metáfora) antes de que los miembros del COI, no sin la panza llena y bien descansados, se retiraran a deliberar su voto. Y el resultado de dicha deliberación soporífera y en plena hora de la siesta, ya lo sabemos todos, Río de Janeiro se lleva los Juegos Olímpicos. No tienen suficiente con la celebración del Mundial de fútbol en el año 2014, que encima le encaloman la celebración de dicho evento, ellos sabrán, lástima me dan los ciudadanos de Río de Janeiro...

Pues bien Gallardón, espero y deseo que ni se te pase por la cabeza la tan redonda cifra de 2020, miedo me das, tú y la frase que me está rondando ahora mismo la cabeza de... "no hay dos sin tres". No, por favor, no nos metas en otro embolado de este tipo. Ya está bien de megalomanías y delirios de grandeza, lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible dicen por ahí. En 2020 pretenden "el trono" ciudades como Roma y París, sin menospreciar a Praga, deja de "perseguir" (usando tu propia terminología) a los miembros del COI porque ya te han dejado claro lo que piensan de nosotros y nuestra candidatura. Los madrileños, o mejor dicho, nuestros bolsillos, te lo agradecerán.

Dedícate a hacer de alcalde que por suerte o por desgracia, es el puesto que te ha tocado, aunque todos sabemos que tú aspiras a mucho más, pero mientras llegue el momento, si es que llega algún día..., el Ayuntamiento de Madrid es tu "cortijo". Pero eso sí, deja de subirnos el IBI, el Impuesto de Circulación, las placas de Vado, no te inventes ningún impuesto más como este último de "las basuras", no nos pongas parquímetros en zonas periféricas de la ciudad como Fuencarral-El Pardo, Carabanchel o Hortaleza porque no hacen falta, deja de perseguirnos e intimidarnos con tus radares de los huevos a pie de túnel, los madrileños no somos hombres-topo, así que no caves más en Madrid que se nos hunde, en fin, que no nos sangres más, que ¡YA ESTÁ BIEN!, deja a Madrid y por supuesto a los Madrileños en paz de una jodida vez.


jueves, 1 de octubre de 2009

Temporada 3.0

Día 1 de octubre. Tras el periodo vacacional, los exámenes de septiembre, la vuelta al colegio de los pupilos patrios, el comienzo del nuevo curso político, a un día de la decisión del Comité Olímpico Internacional de qué ciudad de las cuatro que compiten se hará con la celebración de los Juegos Olímpicos, que no Olimpiadas, de 2016, cuando acabamos de conocer el último informe del Fondo Monetario Internacional con perspectivas nada halagüeñas para con España, con la señora Merkel recién convertida en la canciller Alemana con la "inestimable" ayuda de los liberales, con la celebración del día 12 de Octubre, Fiesta Nacional de España, anteriormente llamado día de la Raza, a la vuelta de la esquina y con un sinfín de cosas más que me cansaría de enumerar, da comienzo una nueva temporada en sabalete.es.

Como habréis podido comprobar los que hayáis seguido el blog estos meses de verano, no han faltado los vídeos de El Universo Mecánico, siempre se puede sacar cinco minutos para subir un nuevo vídeo, pero no ha habido contenido, uno también necesita un descanso de vez en cuando, aunque este año, mea culpa..., ha sido más largo de lo esperado. Pero no hay problema, aquí estoy de nuevo para seguir publicando siempre que las obligaciones hogareñas, laborales y universitarias me lo permitan.

Preveo que temas no me van a faltar ya que el curso político se prevée calentito y no sólo a nivel estatal, ya que nuestro querido alcalde Ruíz Faraón, perdón, Gallardón, se ha empeñado en conseguir los Juegos Olímpicos para Madrid, cueste lo que cueste y caigan los impuestos que caigan, o si no, preguntarle a cualquier madrileño a ver qué le parece el nuevo impuesto, mejor dicho, el rescatado impuesto de recogida de basuras, o como demonios le hayan denominado para poder costear las más que numerosas y más angustiosas obras en las que nos tiene inmersos nuestro querido alcalde. Caso Gürtel, ley del aborto, financiación autonómica, presupuestos generales del estado, crisis económica, recesión, paro, son temas que pueden tener y tendrán cabida en este espacio. Por supuesto que los temas científicos y técnicos seguirán ocupando su lugar en este blog, así como las secciones fijas como "Libros" y "El Universo Mecánico", serie de la cual todavía quedan unas cuantas entregas para darla por concluída.

Pues nada más que desearos que disfrutéis con los contenidos de sabalete.es del mismo modo que yo disfruto escribiéndolos.

Muchas gracias.