martes, 12 de febrero de 2013

¿Tú eres tonta?



Vamos a ver bonita, ¿ahora te das cuenta de lo que es y lo que defiende el partido en el que militas?, es más, no solo militas, si no que eres dirigente de las Juventudes Socialistas de España en Europa, lo que implica que se te suponga cierto conocimiento de lo que se cuece en las esferas del mundillo en el que desarrollas tu actividad política, si es que realmente haces algo por tu partido, que tengo serias dudas al respecto.
Muy bonito y emotivo tu discurso, pero siento decirte que para poco va a servir, en primer lugar porque mañana te habrás convertido en un fósil mediático del que nadie se acordará y en segundo lugar, y más importante, a los que tenías que haber removido la conciencia para que se pusieran manos a la obra para hacer "socialismo", esta noche volverán a dormir en su chalet de las afueras con sus fuertes medidas de seguridad y sus coches a buen recaudo en los garajes de los mismos, pensando en mañana levantarse prontito para ver cuánto han perdido o ganado con sus inversiones millonarias en vete tú a saber qué producto financiero.

Hablas de revolución, esta es la parte de tu discurso que más ha hecho que me descojone. ¿Se puede saber qué revolución preconizáis los "jóvenes socialistas"?, porque por más vueltas que le doy a vuestros programas electorales y líneas de pensamiento cocidas en fundaciones de "ideas" (ejem, ejem) de cuyo nombre no quiero acordarme, pero que pagan a más de euro y medio la palabra de un artículo, no veo la revolución ni escudriñando hasta la extenuación línea a línea toda la mierda escrita que tenéis.

Así a bote pronto se me vienen a la cabeza tres grandes revolucionarios que tienen en sus carteras un carnet con un puño y una rosa igualito que el tuyo, veamos:

Javier Solana, ese gran socialista revolucionario que a sangre y fuego defendió los intereses políticos y económicos estadounidenses por todos y cada uno de los rincones del orbe cuando ocupaba la secretaría general de la OTAN. Supongo que a esto os referís cuando habláis de internacionalismo...

Dominique Strauss-Kahn, otro gran ejemplo de socialismo revolucionario, que defendiendo los intereses de la alta finanza internacional (y cuando digo alta, es alta, ya que hay que tener en cuenta sus orígenes judíos y ya sabemos cómo se las gasta esta gente) siendo Director Gerente del Fondo Monetario Internacional, estoy convencido de que ayudó sobremanera a que este mundo sea más justo. He de entender que a esto os referís cuando habláis de justicia social y reparto de la riqueza...

Joaquín Almunia, también llamado Joaquín Calumnia por la mente retorcida de algún "fascista". Yo creo que a éste como revolucinario socialista, ni el mismísimo Lenin le haría sombra. En su día Comisario de Economía de la Unión Europea, pero como le vieron tan peligroso debido a su revolucionarismo, le hicieron Vicepresidente y Comisario Europeo de Competencia. Ahora se encarga de que los europeos trabajemos como un chino, un indonesio o un pakistaní, cobrando lo mismo que ellos, claro está, para así ser más competitivos, tal y como le dicta su "ama" la señora Merkel. Esto debe ser cosa del igualitarismo socialista...

Bueno Beatriz, te supongo lo suficientemente espabilada (y por tanto, que la respuesta a la pregunta que da título a este artículo sea negativa) como para que con esas muestras cargadas de ironía que te he expuesto seas capaz de darte cuenta por ti misma, de que tu partido de revolucionario tiene lo que Lucía Lapiedra de virgen, es decir, nada.
Creo que va siendo hora de que le metas fuego a tu carnet del PSOE y te busques otro partido más acorde a tu pensamiento. Si aceptas un modesto consejo, te animo a visitar la web de Golden Dawn, de Grecia, o del Movimiento Social Republicano, de aquí, de España. La diferencia entre los militantes de estos partidos y los que hasta hoy han sido, y posiblemente seguirán siendo tus compañeros y jefes, ya que soléis ser así de cuadriculados y no abandonáis la militancia por mal que lo hagan, es que mientras algunos habláis de socialismo y revolución desde hoteles de cinco estrellas según tus propias palabras, otros lo intentan poner en práctica ayudando a sus compatriotas en las calles de sus barrios, pueblos y ciudades, aunque este "Estado democrático y de derecho" que tanto os gusta, no les deje.