martes, 12 de octubre de 2010

La Patria.

12 de octubre de 1492, viernes. ¡Tierra a la vista!, gritaba Rodrigo de Triana cuando atisbó la isla de Guanahani, rebautizada como San Salvador, donde desembarcó Cristóbal Colón y el resto de los expedicionarios españoles que le acompañaron en la aventura, en nombre de los Reyes Católicos.
Sangre, sudor y lágrimas los separaban de aquel 3 de agosto, día en que partían rumbo al nuevo mundo desde Palos de la Frontera a bordo de tres calaveras, La Pinta, La Niña y La Santamaría, por todos conocidas y memorizadas a fuego desde nuestros años de primaria.

Quinientos dieciocho años nos separan del acontecimiento que marcó un antes y un después en la Historia de España. Comenzaban épocas gloriosas, fuimos Imperio, Plus Ultra el lema de Carlos I de España y V de Alemania, bajo Felipe II en nuestros dominios no se ponía el sol, llevamos nuestra lengua al otro lado del Atlántico y hoy la hablan más de quinientos millones de personas por todo el mundo. Y hoy, quinientos dieciocho años después del descubrimiento de América, 12 de octubre de 2010, día de la Hispanidad, quiero hacer mi pequeño homenaje a "La Patria" transcribiendo una poesía de Ventura Ruiz Aguilera que lleva por título el mismo que el de esta entrada.

Ventura Ruiz Aguilera fue un escritor del siglo XIX, nacido en 1820 y muerto en 1881, del cual apenas se conoce ni su vida ni su obra, pero que para mí forma parte de ese conjunto de hombres ilustres que merecen un lugar en la Historia y en las estanterías de las bibliotecas. Entre otros cargos y por ser el más conocido de los que ocupó, diré que fue director del Museo Arqueológico Nacional. La poesía que a continuación se presenta data de agosto de 1868 según consta en su libro "El libro de la Patria, nuevos ecos nacionales, baladas y cantares" publicado en el año 1869. Podéis echarle un vistazo al libro original aquí. El grupo musical Estirpe Imperial interpreta esta obra, La Patria, en una fantástica canción que podemos escuchar en este enlace. Bueno, sin más dilación, paso a transcribir la poesía tal y como aparece en libro anteriormente mencionado (las faltas de ortografía están tal y como aparecen en la versión original):

LA PATRIA


I.

Queriendo yo un dia
Saber qué es la Pátria,
Me dijo un anciano
Que mucho la amaba:

«La Patria se siente;
No tienen palabras
Que claro la expliquen
Las lenguas humanas.

»Allí, donde todas
Las cosas nos hablan
Con voz que hasta el fondo
Penetra del alma;

»Allí, donde empieza
La breve jornada
Que al hombre en el mundo
Los cielos señalan;

»Allí, donde el canto
Materno arrullaba
La cuna que el Ángel
Veló de la guarda;


»Allí, donde en tierra
Bendita y sagrada
De abuelos y padres
Los restos descansan;

»Allí, donde eleva
Su techo la casa
De nuestros mayores...
Allí está la Pátria.


II.


»El valle profundo,
La ruda montaña
Que vieron alegre
Correr nuestra infancia;

»Las viejas ruïnas
De tumbas y de aras
Que mantos hoy visten
De hiedra y de zarza;

»El árbol que frutos
Y sombra nos daba
Al són armonioso
Del ave y del aura;

»Recuerdos, amores,
Tristeza, esperanzas,
Que fuentes han sido
De gozos y lágrimas;

»La imágen del templo,
La roca y la playa
Que ni años ni ausencias
Del ánimo arrancan;


»La voz conocida,
La jóven que pasa,
La flor que has regado,
Y el campo que labras;

»Ya en dulce concierto,
Ya en notas aisladas,
Oirás que te dicen:
Aquí está la Pátria.

III.

»El suelo que pisas
Y ostenta las galas
Del arte y la industria
De toda tu raza,

»No es obra de un dia
Que el viento quebranta;
Labor es de siglos
De penas y hazañas.

»En él tuvo orígen
La fe que te inflama;
En él tus afectos
Más nobles se arraigan:

»En él han escrito
Arados y espadas,
Pinceles y plumas,
Buriles y hazañas,

»Anales sombríos,
Historias que encantan
Y en rasgos eternos
Tu pueblo retratan.


»Y tanto á su vida
La tuya se enlaza,
Cual se une en un árbol
Al tronco la rama.

»Por eso presente
O en zonas lejanas,
Doquiera contigo
Va siempre la Pátria.

IV.

»No importa que al hombre,
Su tierra sea ingrata,
Que el hambre la aflija,
Que pestes la invadan;

»Que viles verdugos
La postren esclava,
Rompiendo las leyes
Más justas y santas;

»Que noches eternas
Las brumas le traigan,
Y nunca los astros
Su luz deseada;

»Pregunta al proscrito,
Pregunta al que vaga
Por ella sin techo,
Sin paz y sin calma;

»Pregunta si pueden
Jamas olvidarla,

Si en sueño y vigilia
Por ella no claman!

»No existe, á sus ojos,
Más bella morada,
Ni en campo ni en cielo
Ninguna le iguala.

»Quizá unidos todos
Se digan mañana:
«Mi Dios es el tuyo,
Mi Pátria tu Pátria.»


Ventura Ruiz Aguilera.