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Emiliano Aguado, fiel JONSISTA de la primera hora, de los que junto a Juan Aparicio. Ernesto Giménez Caballero y otros tantos intelectuales de los años treinta, los años de plomo de la II República Española, colaboraron junto a Ramiro Ledesma, en la revista La Conquista del Estado, órgano de expresión de un grupo de jóvenes universitarios, obreros y labradores en su mayoría que rompiendo radicalmente con los preceptos políticos establecidos de la época, liberalismo y comunismo, querían una España nueva, una auténtica revolución nacional y social a partes iguales que pusiera a España en el sitio que le correspondía en ese preciso instante, siguiendo la corriente de lo que ya estaba ocurriendo en otros países como Italia, Alemania y Austria.
A nadie que esté medianamente informado de lo que acontece en la actualidad política y económica de España, o lo que queda de ella, le habrá pasado desapercibida la ingente cantidad de información televisiva, radiofónica y mierda escrita sobre lo que se ha venido en llamar la reforma de las pensiones, que no es más que un eufemismo para denominar lo que desde mi humilde punto de vista, es la dinamitación de uno de los pilares más básicos del estado de bienestar que tanto ha costado conseguir, el sistema de pensiones, que nos garantiza a todos los ciudadanos, al menos hasta el día de hoy, una vejez al menos digna tras años y años de doblar el espinazo.
El pasado viernes día 3 de diciembre recibía Pedro Varela la orden de ingreso en prisión, haciéndose efectiva la condena que en el juicio celebrado el pasado mes de enero lo envía a la cárcel un año y tres meses según la sentencia de la Audiencia de Barcelona.Cuando usted lea estas líneas me encontraré camino de prisión, cumpliendo una condena privativa de libertad.
¿Cuál ha sido mi crimen? No se asuste, no soy culpable de asaltar bancos (lo cual estaría hasta cierto punto justificado para muchas familias J), comerciar con drogas, falsificar billetes, asesinato con premeditación, ni trata de blancas… sino de un mero delito de opinión.
¿Delito de opinión? Sí, en nuestro país existen, en pleno siglo XXI, y por muy increíble que resulte, libros, escritos, investigaciones, pensamientos, ideas, en definitiva: opiniones prohibidas. ¿Prohibidas? Efectivamente, no hemos encontrado lugar alguno donde así conste; pero los hechos, la REALIDAD, que es lo que cuenta, es que se secuestran libros, son enviados a la hoguera (no de forma figurada) y se condena a prisión a quien los edite o distribuya.
¿Mi delito? Haber puesto al alcance del público libros heterodoxos. Habrá algo más, ¿no? No, nada más. Siquiera soy el autor de los libros, simplemente los he puesto a disposición de los interesados. Es cierto, además de libros he organizado conferencias de los autores y presentaciones de los nuevos títulos, a menudo boicoteadas por la chusma callejera, pero mucho más a menudo aún, por las autoridades togadas y uniformadas.
Cierto, que yo sepa no existe un Índice de libros prohibidos en España. Tampoco hay autores prohibidos ni, en teoría, ideas prohibidas. Ni tan siquiera hemos podido encontrar al Censor o Gran Inquisidor responsable de llevar a cabo dicha represión. Aunque sí a quienes se han auto-investido como tales.
Pero el Poder tiene sus resortes, sus comisarios soviéticos, sus demonizaciones, para conseguir que el público aplauda cuando, tras convencerles de que tiene la rabia, se dispone a neutralizar al disidente para enviarlo a las sombras, colocándolo fuera de la Humanidad y fuera de la ley.
Las escusas que proponen son varias y terribles: algunos de los libros que publico o sus autores (recordémoslo, no soy siquiera autor de los mismos) fomentarían el odio y la animadversión hacia ciertos grupos humanos. Si un autor, por ejemplo, denuncia el poder de la alta finanza internacional en manos de sionistas neoyorquinos, los Grandes Inquisidores hacen una lectura sesgada de la obra para concluir que Pedro Varela (el editor) forzosamente “odia” a dichos sionistas y “los cree culpables de todos los males del mundo” (sentencia judicial). Si otro autor llega a la conclusión de que la inmigración masiva forzada acabará con la diversidad de los pueblos y naciones del planeta y, para empezar, con la Europa blanca que los recibe; realizan una nueva lectura sesgada deduciendo que Pedro Varela, por haber publicado a dicho autor, “fomenta el odio” contra los pobres inmigrantes, que a lo sumo serían objeto y no autores de dicha política de sustitución de la población autóctona europea.
Pero van más lejos. Si un autor investiga a fondo ciertos mitos históricos y llega a la conclusión de que la versión oficial no concuerda con los hechos, ya no pueden perseguir al autor, ni al editor o librero por este hecho (según sentencia 235/2007 del Tribunal Constitucional). ¿Pero se contentan con la decisión del alto tribunal? Desde luego que no. Entonces realizan contorsionismo jurídico para afirmar que Pedro Varela, el editor, aunque puede negarlo o dudarlo, según la Constitución, sin embargo “justifica el (supuesto) holocausto” (¡y por tanto promueve dicho supuesto crimen en el que ni siquiera cree!). “Crimen” que algunos de estos historiadores revisan a fondo para poner en entredicho. Y eso queda evidenciado, continúan alegando, por el hecho de que este editor “fuera de la ley” publica asimismo textos facsímiles de autores alemanes de una época histórica de Europa concreta. ¿Un libro sobre economía nazi y cuál fue su solución al paro y a la crisis económica? Fomenta ¡el holocausto! Un libro sobre las diferencias de IQ (coeficiente intelectual) en las poblaciones de EE.UU. según el investigador judío H. J. Eysenck? ¡Sin duda el editor pretende fomentar el odio a las minorías (bien pronto mayorías) raciales! ¿Un documento histórico como el Mi Lucha de Hitler (es decir como el Libro Rojo de Mao o El Capital de Marx)? Ya no es parte de la Historia universal, sino un instrumento para promover el odio e incitar al crimen… ¿Un autor pone en evidencia la concomitancia entre Sionismo político, lobby judío americano, alta finanza internacional y anti-cristianismo militante (como hace el israelí Israel Shamir)? Lo que pretende el editor del judío Shamir (es decir el que esto suscribe) es que el mundo odie a los sionistas…
Pero la realidad es que para ellos soy un heterodoxo, y por eso me consideran un enemigo ideológico del Sistema. Por eso me quieren fuera de circulación, no por otra cosa.
En realidad se trata de que el público no pueda llegar a leer ciertos textos, pensar por sí mismo y, sobre todo, que a pesar de ello se siga creyendo con la libertad de comprar los libros que le vengan en gana.
Aquí no podemos extendernos y es tema para una próxima carta, pero baste con recordar que la “Invención de delitos raciales” era una de las 11 recomendaciones principales para la transformación y disolución de la Europa Cristiana según los “intelectuales” de la Escuela de Frankfurt. Otra era promover “Grandes migraciones para destruir la identidad cultural de los pueblos”; así como “El vaciamiento de las iglesias”, implementar “Un sistema legal desacreditado con prejuicios contra las víctimas del delito y no contra los victimarios”, fomentar la “Dependencia del Estado y de sus beneficios”, “Control y estupidización de los medios de comunicación” o “Fomentar la desintegración de la familia” entre otros. La elección es ahora entre nacionalismo defensivo e internacionalismo alienante; es decir, según los censores ideológicos, entre “antisemitismo” y “pro-semitismo”. Si no estás con ellos y a su servicio, estás forzosamente en su contra y pretendes enviarlos sin duda a la “cámara de gas”.
Si un editor promueve autores y pone a disposición del público libros que denuncian dicho plan criminal, debe ir a la cárcel. ¿Se puede hablar de prevaricación del Poder en este caso? En cualquier caso han optado por la vía de la ultrasolución. La prevaricación de parlamentarios, fiscales, jueces o investigadores policiales no sólo es un delito gravísimo; también lo son, al margen de cuál sea la sentencia, las consecuencias del enjuiciamiento mismo, que implica la privación de libertad de un hombre, la cancelación efectiva de los derechos y libertades públicas de quienes querían acceder a esos libros secuestrados, y el cuestionamiento de la autoridad moral del editor, condenado a prisión como un vulgar criminal. Los argumentos para dar vía libre al procedimiento y condena contra el que esto suscribe (lo afirmado en la denuncia y condena “no es algo que pueda considerarse ab initio ajeno al tipo penal de la prevaricación, al menos como hipótesis”) han sido empleados por fiscales y funcionarios policiales audaces contra Varela. Seguramente hay muchas personas contrarias a las iniciativas del Poder para limitar la libertad de lectura, investigación, información, expresión, edición o difusión, sea cual sea el “crimen” con el que lo disfracen. Sin duda, muchas más que aquéllas que favorecen la represión, minoría ofuscada que detenta los resortes del poder real. Lo cual tal vez explique en parte esta maniobra represiva aparentemente imparable que nos anega.
Este libro, escrito por María del Pilar Amparo Pérez García (Pituca) y editado por Ediciones Nueva República, es la última publicación, al menos que yo tenga constancia, sobre la figura de Ramiro Ledesma Ramos. Lo adquirí allá por Semana Santa en Librería Europa y hoy compartiré con mis lectores lo que me ha parecido el libro, así como un breve resumen de lo que se encontrará todo aquél que tenga a bien leerlo.
Unos meses atrás, el diario Público adjuntaba cada sábado a su periódico un libro en modo de venta conjunta e inseparable al precio de 2 € el binomio, dando lugar tras decenas de entregas a lo que ellos han denominado "Colección de Pensamiento Crítico", colección compuesta por las obras, escritos, ensayos y demás papel entintado de los más variopintos autores, desde Voltaire, pasando por Marx, Schopenhauer, Rosa Luxemburgo, Lenin, Gandhi, Engels y un amplio elenco de "pensadores críticos" más.
Este libro, cuyo subtítulo es Magia, ocultismo y sociedades secretas en el Tercer Reich, lo compré en un pequeño puesto de libros descatalogados y de sobrantes de stock a muy buen precio, ya que de lo contrario, tengo serias dudas de que lo hubiese adquirido. ¿Porqué digo esto?, pues porque tal y como me temía, el libro no se trata de ninguna investigación seria sobre el tema abordado, si no que más bien es un compendio de retales y "tópicos" sobre el asunto sobre los que ya hay disponible mucha mierda escrita.
Empiezo a estar poco menos que hasta los cojones y cada año más, de que cuando se acercan estas fechas, una parte de la sociedad, sobre todo la juventud extremadamente borreguil y sin nada mejor que hacer, empiece a comportarse de manera preocupantemente absurda. Sí, exacto, no es muy difícil hacerse una ligera idea de lo que estoy hablando atendiendo al título de este artículo.
Como viene siendo habitual cada 29 de septiembre desde que comencé mi periplo bloguero, voy a realizar mi pequeño y personal homenaje a Ramiro Ledesma Ramos, personaje admirado por unos (entre los que me incluyo), odiado por otros y desconocido para la gran mayoría, por desgracia.
En el año 2009 apareció por primera vez editada en castellano gracias a Ediciones Ojeda, la novela que el Dr. William Pierce escribió con el psudónimo de Andrew McDonald, la cual tiene por título "Los diarios de Turner" y sobre ella trata la entrada de hoy en el blog.
12 de octubre de 1492, viernes. ¡Tierra a la vista!, gritaba Rodrigo de Triana cuando atisbó la isla de Guanahani, rebautizada como San Salvador, donde desembarcó Cristóbal Colón y el resto de los expedicionarios españoles que le acompañaron en la aventura, en nombre de los Reyes Católicos.LA PATRIA
I.
Queriendo yo un dia
Saber qué es la Pátria,
Me dijo un anciano
Que mucho la amaba:
«La Patria se siente;
No tienen palabras
Que claro la expliquen
Las lenguas humanas.
»Allí, donde todas
Las cosas nos hablan
Con voz que hasta el fondo
Penetra del alma;
»Allí, donde empieza
La breve jornada
Que al hombre en el mundo
Los cielos señalan;
»Allí, donde el canto
Materno arrullaba
La cuna que el Ángel
Veló de la guarda;
»Allí, donde en tierra
Bendita y sagrada
De abuelos y padres
Los restos descansan;
»Allí, donde eleva
Su techo la casa
De nuestros mayores...
Allí está la Pátria.
II.
»El valle profundo,
La ruda montaña
Que vieron alegre
Correr nuestra infancia;
»Las viejas ruïnas
De tumbas y de aras
Que mantos hoy visten
De hiedra y de zarza;
»El árbol que frutos
Y sombra nos daba
Al són armonioso
Del ave y del aura;
»Recuerdos, amores,
Tristeza, esperanzas,
Que fuentes han sido
De gozos y lágrimas;
»La imágen del templo,
La roca y la playa
Que ni años ni ausencias
Del ánimo arrancan;
»La voz conocida,
La jóven que pasa,
La flor que has regado,
Y el campo que labras;
»Ya en dulce concierto,
Ya en notas aisladas,
Oirás que te dicen:
Aquí está la Pátria.
»El suelo que pisas
Y ostenta las galas
Del arte y la industria
De toda tu raza,
»No es obra de un dia
Que el viento quebranta;
Labor es de siglos
De penas y hazañas.
»En él tuvo orígen
La fe que te inflama;
En él tus afectos
Más nobles se arraigan:
»En él han escrito
Arados y espadas,
Pinceles y plumas,
Buriles y hazañas,
»Anales sombríos,
Historias que encantan
Y en rasgos eternos
Tu pueblo retratan.
»Y tanto á su vida
La tuya se enlaza,
Cual se une en un árbol
Al tronco la rama.
»Por eso presente
O en zonas lejanas,
Doquiera contigo
Va siempre la Pátria.
»No importa que al hombre,
Su tierra sea ingrata,
Que el hambre la aflija,
Que pestes la invadan;
»Que viles verdugos
La postren esclava,
Rompiendo las leyes
Más justas y santas;
»Que noches eternas
Las brumas le traigan,
Y nunca los astros
Su luz deseada;
»Pregunta al proscrito,
Pregunta al que vaga
Por ella sin techo,
Sin paz y sin calma;
»Pregunta si pueden
Jamas olvidarla,
Si en sueño y vigilia
Por ella no claman!
»No existe, á sus ojos,
Más bella morada,
Ni en campo ni en cielo
Ninguna le iguala.
»Quizá unidos todos
Se digan mañana:
«Mi Dios es el tuyo,
Mi Pátria tu Pátria.»
El presente libro se corresponde con la segunda entrega de la colección "El mundo es matemático" que hace unos meses acercaba la editorial RBA a los quioscos de prensa con periodicidad de entrega quincenal. El título posiblemente nos haga pensar que se trata de una apasionante novela al más puro estilo de Tom Clancy (Net Force, Op-Center, etc.), pero nada más lejos de la realidad si nos atenemos al subtítulo del libro, que no es otro que codificación y criptografía. Evidentemente al tratarse de una obra de divulgación matemática su contenido tiene que hacer honor al ámbito en el que el ensayo está englobado, que como hemos comentado unas líneas más arriba no es otro que "las matemáticas en el mundo".
En primer lugar y para abrir esta entrada, quiero manifestar mi más sincero apoyo a todos y cada uno de los trabajadores que conforman el sector minero en España, que desde hace algunas semanas han saltado a la primera página de la actualidad nacional debido a los diversos actos reivindicativos que están llevando a cabo.
Con este cuarto volumen de las Obras Completas de Ramiro Ledesma Ramos, finalizo el bloque de artículos dedicados a dichas obras editadas por Ediciones Nueva República en colaboración con el Círculo Cultural la Conquista del Estado. Navegando de manera inversa cronológicamente por la sección de libros de este blog, vemos que se han dedicado ya varios capítulos a los libros, revistas, textos y escritos diversos de Ledesma Ramos. Si bien es cierto que el título de las entradas no se correspondía con el volumen concreto de las obras completas, el lector perspicaz habrá observado que las portadas que he ido poniendo sí se correspondían con las de las obras completas que hoy traigo aquí a colación de manera explícita en el título con motivo de la finalización de la lectura y estudio de las mismas.
"Historia de España. De los primeros pobladores a los Reyes Católicos" es el libro sobre el que versa el artículo de hoy. El año pasado con ocasión de la Feria del libro de Madrid, tuve la oportunidad de que me firmaran el libro y compartir unos segundos de conversación con los autores del mismo, Federico Jiménez Losantos y César Vidal.
Septiembre, quioscos de prensa cual tenderete de rastro dominguero, con colecciones inútiles que dejan el hueco justo para que el dueño y señor del bazar asome la cabeza, anuncios a bombo y platillo por parte de los medios de comunicación de sus parrillas radiofónicas y televisivas, a cuál más vomitiva, para la nueva temporada que nos mantendrá alineados política, económica, social y culturalmente hasta las próximas vacaciones, más de lo mismo y vuelta a empezar. Crisis, vuelta al cole, paro, vergüenzas y desvergüenzas de nuestros dirigentes políticos, depresión postvacacional, etc. Y entre todo ello, ahí estaba yo a la vuelta de mis vacaciones leyendo los últimos disparos, con balas de calibre "Patente de corso", percutidos por Arturo Pérez-Reverte en su columna que semanalmente nos ofrece.
El periodista y politólogo Fermín Goñi nos acerca a través de las páginas de este libro a la preparación por parte de "El Director", General Emilio Mola, del levantamiento militar que daría lugar a la cruenta Guerra Civil que se desarrolló en España entre el 17 de julio de 1936 y el 1 de abril de 1939, día éste en que se firmó el último parte de guerra.