martes, 20 de noviembre de 2007

20-N

20 de Noviembre de 1936, muere fusilado José Antonio Primo de Rivera, 39 años después, el mismo día del mes de Noviembre moría Francisco Franco tras una lenta agonía y llevándose con él el régimen dictatorial que durante 40 años dirigió los designios de España con mano de hierro.

Como todos los años por estas fechas cientos de simpatizantes y nostálgicos tanto de José Antonio Primo de Rivera, como de Francisco Franco y su régimen se han dado cita en distintos actos para conmemorar el aniversario de sus muertes. Pero este año los diversos actos han venido acompañados de polémica debido a varios asuntos que voy a comentar brevemente en el presente post.

En primer lugar, debido a la tan cacareada Ley de Memoria Histórica, con la cual el Gobierno de España, mediante ley pretende que todos los españoles olvidemos una parte de la Historia de España fundamental para poder conocer el presente político e histórico en que estamos viviendo. Con dicha ley se erradicará cualquier referencia a la contienda civil y la dictadura en los nombres de calles, plazas, avenidas y pueblos de España, se eliminará todo símbolo susceptible de herir sensibilidades (32 años después de la muerte del dictador y 69 años después del comienzo de la Guerra Civil) tales como placas conmemorativas, estatuas, efigies, yugos y flechas y todo tipo de ornamentos que durante 40 años el Caudillo se dedicó a desperdigar por toda la geografía Española. Este año dicen que es el último que se podrá utilizar el Valle de los Caídos para la conmemoriación del aniversario de la muerte de José Antonio y Francisco Franco, yo me pregunto ¿prohibirán también los actos de homenaje y conmemoración de Pablo Iglesias, La Pasionaria, Durrutti, Tarradellas, etc que todos los años les rinden sus simpatizantes en diversos lugares públicos?

Por otro lado, la muerte del joven antisistema ultraizquierdista en Madrid a manos de un militar de ¿ideología neonazi? ha hecho correr ríos de tinta en contra de la "ultraderecha" y la demonización constante de los actos que a lo largo de las dos últimas semanas se han venido celebrando debido a la celebración del 20-N. Todos los actos se han realizado con una normalidad pasmosa, como todos los años y sí hay que destacar los altercados a manos de un grupo de incontrolados en Barcelona lo que causó una veintena de Mossos heridos y buena parte del mobiliario urbano del centro de Barlona destrozado. Se habrán dado cuenta que Madrid no ha ardido, ni se ha producido ningún tipo de revuelta juvenil fascista ni ha llegado el fin del mundo por permitir a una parte de la sociedad manifestarse libremente.

También quiero aprovechar para decirles a los nostálgicos de regímenes anteriores y de caudillos salvapatrias que los problemas que hoy día tiene España no tienen absolutamente nada que ver con los problemas que España tenía en los años 30. Hoy día, con una democracia perfectamente asentada, España entre las diez primeras potencias económicas mundiales, un mundo cada vez más globalizado y la economía de mercado imperando en todo el orbe, no tiene ningún sentido seguir alzando el brazo y cantar el Cara al Sol reivindicando épocas pasadas como solución para el presente. Hoy día se tiene que dar respuesta a otros problemas que la sociedad sí destaca como son el terrorismo, la inseguridad ciudadana, la inmigración masiva e ilegal, el paro, las drogas, el desmembramiento de España, etc. y difícilmente con un programa político y una ideología de los años 30 se van a solucionar.

Dejemos a los muertos descansar en paz y pensemos de una manera adaptada al siglo XXI cómo solucionar los problemas actuales y no anclarnos en una lucha que tiene su origen hace casi 70 años y que no lleva más que a remover fantasmas del pasado que cada día le interesan a menos gente.